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jueves, 10 de junio de 2010

Después del aborto

por la Hermana Paula Vandegaer, LCSW



Cristina tiene 23 años. Terminó la universidad el año pasado y encontró el trabajo de sus sueños en las artes gráficas con un puesto creativo y lleno de desafíos. Como Cristina es bonita y tiene muchos amigos, no le faltan en el trabajo las invitaciones a fiestas. Debía estar feliz y entusiasmada. Después de todo, su vida va tomando el rumbo que ella planeó con cuidado. Pero muy al contrario, se siente muerta y decaída por dentro. Mantiene su trabajo al día, pero no le trae la alegría que pensó le traería. Se siente distante de las esperadas satisfacciones. No se considera tan creativa como era antes, y no comprende la tristeza tenue y lejana que siente a pesar de sus éxitos.



Cristina tuvo un aborto en la universidad. Ella creía tener una relación seria y comprometida con su novio, pero al decirle que estaba embarazada, él no demostró la más mínima alegría por ello. Él le dijo que la decisión era de ella, pero que si quería hacerse un aborto, él lo pagaría. Reconociendo en él una falta de compromiso hacia su bebé y hacia ella, Cristina decidió abortar. Dos de sus compañeras de cuarto habían tenido abortos, y parecían sentirse bien después. ¿Por qué es que ella, por el contrario, se sentía tan deprimida?



La historia de Cristina se repite a diario en las universidades y escuelas secundarias a lo largo del país. Desde 1973, cuando el aborto fue legalizado por la ley Roe contra Wade, se calcula que veintiocho millones de mujeres en los Estados Unidos han recurrido al aborto una o más veces. Estas son mujeres que se sentían confrontadas y sufriendo ansiedad por las circunstancias de su embarazo, y las personas en quien normalmente confiaban como fuente de apoyo en situaciones difíciles, no pudieron, o no quisieron, o no estaban presentes para ayudar con esta crisis del embarazo. Novios, y hasta esposos, dijeron que "no estaban listos para la paternidad". Una mujer a quien le falta el apoyo positivo y el ánimo alentador del padre para ayudar a criar el niño, es más probable que llegue a escoger el aborto.



La sociedad le insinúa a jóvenes como Cristina que el aborto podrá resolver su problema. No dice nada de los problemas creados por el mismo aborto. Los partidarios del aborto pretenden que es un procedimiento sencillo sin impacto permanente. Y las mujeres que ya saben lo contrario no explican, ciertamente no en público, cómo el aborto les empeoró la vida. Se sienten avergonzadas por el aborto, y avergonzadas por no poder simplemente "lidiar con esto" como creen que otras mujeres han hecho. Y así continúa el engaño.



Sin embargo, si la sociedad niega que la madre sienta una pérdida, no así su cuerpo. Dios prepara a una mujer física y psicológicamente para la maternidad. Cuando una mujer está encinta, se siente distinta. A los pocos días de la concepción, aun antes de que el pequeño embrión se haya anidado en la pared del útero, la hormona llamada "factor inicial de embarazo" ya se encuentra en la sangre, avisando a las células del cuerpo del embarazo. Puede ser que a su cuerpo ahora se le antoje distintas comidas, o necesite más descanso. Nuevas células empiezan a crecer en sus senos, células que habrán de madurar y producir leche preparada especialmente para las necesidades del recién nacido. Ella comienza a pensar "bebé". Empieza a fijarse en los bebés en la calle, en la tienda, en la televisión. Puede ser que sueñe con su bebé por la noche, y se imagine fantasías sobre su bebé durante el día. ¿Qué nombre le ponemos? ¿A quién se va a parecer él o ella?



Pero si quiere tener un aborto, tiene que tratar de parar este proceso. Debe rechazar los sentimientos maternales que brotan en su conciencia. Debe creer que lo que está dentro de ella no es plenamente una criatura. Debe frenar el proceso de pensar sobre el bebé como "su bebé".



Pero aunque su mente diga una cosa, su vida emocional y las células de su cuerpo dicen otra cosa. Si ella lleva a cabo el aborto, las propias células de su cuerpo recuerdan el embarazo y reconocen que el proceso de cambio que estaba ocurriendo ha sido terminado de un modo antinatural. Su cuerpo y sus sentimientos le dejan saber que ella es una madre que ha perdido un hijo. No sorprende, por lo tanto, que después del aborto surja un dolor desde lo más profundo de su ser. Tiene una pérdida que llorar, sin embargo no puede permitirse ese lamento. Afligirse sería reconocer que una criatura ha muerto en el aborto, y que ella es en parte culpable por la muerte de su hijo o hija. Esta es una carga demasiado pesada de llevar, y por tanto recurre a la negativa para hacerle frente: niega la humanidad del bebé "no era en realidad un bebé así que no tengo nada de qué lamentarme o sentirme culpable" y niega su sufrimiento emocional. "Debo sentirme bien sobre esto", razona ella. "Todo el mundo lo hace. No debo sentirme así o pensar más en el aborto".



El aborto es una experiencia sumamente antinatural para el cuerpo femenino y para sus instintos maternales. Las reacciones negativas han de esperarse, y no dependen de las creencias religiosas de la persona ni de su salud mental en general. Es verdad que mujeres y hombres con problemas mentales previos o con fuertes creencias religiosas son más susceptibles a los problemas que el postaborto conlleva, pero todas las mujeres que recurren al aborto sufren repercusiones. En un estudio dirigido por Anne Speckhard, Ph.D., el 85% de las mujeres reportaron sorpresa ante la intensidad de sus reacciones emocionales por el aborto. Estas reacciones incluían cierta incomodidad hacia otros niños, sentimientos de culpa, ira, baja auto-estima, depresión, tristeza, uso excesivo de alcohol, llanto, incapacidad de comunicarse, y deseos de suicidarse. Sin embargo, el 72% de los sujetos del estudio reportó no identificarse con ninguna creencia religiosa cuando ocurrió el aborto.



Las reacciones postaborto son específicas y fáciles de identificar. Se originan principalmente por el problema de la negativa y por suprimir los sentimientos. Cuando suprimimos una emoción, esto afecta a todas las demás. Esta es la base del trauma postaborto: la negación de la criatura y la negación de los sentimientos. Esto causa síntomas de experiencia repetida, evasión y tristeza reprimida.



Experiencia repetida: El trauma del aborto puede experimentarse repetidamente de varias maneras. Algunas mujeres tienen recuerdos y visiones del aborto, y tienen sueños del bebé aún no nacido. Algunas sufren intensa angustia psíquica cuando personas o cosas le hacen recordar el aborto, como puede ser ver una mujer encinta o pasar cerca de una clínica de abortos. Puede ocurrir una intensa aflicción y depresión en el aniversario de la fecha del aborto o la fecha marcada para dar a luz a la criatura.



Se pueden dar muchos ejemplos de esta experiencia repetida. Varias mujeres con las que he trabajado tienen dificultad con el examen cervical o al entrar en un hospital. Estas situaciones les causan tal ansiedad que les es imposible tolerarlas. Muchas mujeres que conozco sufren pesadillas sobre el aborto o el bebé. Un estudio de Finlandia que examinó todos los suicidios de mujeres durante un periodo de ocho años, encontró que mujeres que habían tenido abortos se suicidaban a una tasa tres veces más alta que la población general, y casi seis veces más que la tasa de mujeres que habían dado a luz.



Los centros pro-vida de ayuda para embarazos en los Estados Unidos reportan que muchas mujeres llegan al centro de nuevo encintas en el aniversario de la fecha del aborto o de la fecha anticipada para dar a luz a la criatura abortada. Esto puede ser un intento de lidiar con la tristeza de esos días. Un estudio de 83 mujeres postaborto, por Kathleen Franco, M.D. del Medical College de Ohio, muestra lo extendido que está el problema de reacciones en el aniversario. Treinta de las que respondieron habían sufrido reacciones físicas o emocionales en el aniversario del aborto o de la fecha para dar a luz. Se especificaron tales problemas como pensamientos de suicidio, dolores de cabeza, síntomas cardíacos, angustia, abuso de alcohol y drogas, o creciente abuso verbal hacia sus hijos.



Las mujeres también experimentan síntomas de evasión. Se trata aquí de evadir todo lo asociado con el trauma del aborto o de paralizar toda la sensibilidad que existía antes del aborto. Incluye esfuerzos por evadir o negar pensamientos o emociones asociadas con el aborto; esfuerzos por evadir actividades, situaciones o información que pueda causar recuerdos del aborto; incapacidad de recordar la experiencia del aborto o algún aspecto importante de tal. Otros síntomas significativos incluyen un decimado interés por actividades importantes, sentimiento de indiferencia o distanciamiento de personas, separación de las relaciones o reducida comunicación. Para algunas mujeres el alcance de su afectividad se ha reducido tal que son incapaces de tener sentimientos de amor o de ternura.



Cristina, a quien conocimos al comienzo de este artículo, es un ejemplo de las que sufren problemas creados por la evasión. Aunque tiene un buen trabajo y un estilo de vida feliz, precisamente porque no permite que broten los sentimientos de tristeza y de culpa a flor de piel, no puede experimentar la gama completa de sus emociones. Necesita estar siempre en guardia para no recordar el aborto. Como ocurre con frecuencia, la relación con su novio terminó poco después del aborto. No podía continuar relacionándose con él. Las mujeres que han recurrido al aborto se pueden agrupar de esta manera: l) las que sufren reacciones postaborto a un nivel agudo o crónico; y 2) las que no confrontan ningún problema en el presente pero corren el riesgo en un futuro "momento de estrés" (como son un embarazo, una crisis de vida, la muerte de un ser querido). Las reacciones pueden ser severas o leves y pueden variar en el transcurso de la vida.



Es triste que muchas mujeres no buscan ayuda para los problemas relacionados con el aborto hasta alrededor de diez a doce años después del aborto. Durante esos años puede que estén sufriendo profundamente, ya que algunos de los síntomas recurren periódicamente. Puede que traten varios métodos para controlar el consecuente dolor: alcohol, drogas recetadas e ilegales, promiscuidad, hiper-activismo (adicción al trabajo), auto-castigo entablando una relación abusiva o desarrollando enfermedades alimenticias, por ejemplo. Otras pueden tratar de reemplazar el bebé perdido con un nuevo embarazo, y otras repiten tanto el embarazo como el aborto, tratando de que la experiencia se torne rutinaria y sin trauma (o para castigarse). Por desgracia, cada una de estas estrategias produce sufrimiento y problemas adicionales.



Algunas veces la reacción al aborto se demora bastante tiempo. Al madurar y tener oportunidad de reflexionar sobre la vida, llegamos a arrepentirnos de nuestras decisiones pasadas. Los consejeros a veces se encuentran con mujeres de edad avanzada sobrecogidas de tristeza por la pérdida de un hijo en un aborto que ocurrió varias décadas atrás, un dolor que ha estado enterrado, más o menos con éxito, hasta ese momento. Una amiga me contó hace poco de una mujer de setenta y cinco años que ella conocía, que lloraba desconsolada por un aborto que había ocurrido hacía más de cincuenta años. La mujer nunca había podido tener otros hijos y se enfrentaba a la perspectiva de vivir el resto de sus años en soledad.



Poco más de una cuarta parte de las mujeres (de 15 años o más) en Estados Unidos ha tenido un aborto. Las mujeres, y todos los que participan en la decisión de abortar, deben creer, o tratan de creer, que no había vida humana presente en el seno materno. Porque admitir que sí, es admitir ser cómplice en la eliminación de un ser humano inocente. Condenar el aborto implica condenarse a sí mismo o a la esposa, hija, hermana o amiga amada. Y así es que la sociedad se niega a reconocer los hechos incontrovertibles sobre la vida humana antes de nacer.



Muchas personas cercanas a la mujer con crisis en el embarazo se sienten perturbadas ante la decisión de abortar, pero no saben qué decir. Quieren apoyar y no juzgar, y entonces dicen algo así: "Estás en una situación difícil y yo te apoyaré sea cual fuere tu decisión". La respuesta que ayuda, la respuesta acertada debería ser: "No recurras al aborto. Yo no te abandonaré. Juntos encontraremos la vía para que puedas tener tu bebé".



La siguiente historia verídica ilustra cómo el aborto hiere a otros además de la criatura y la madre. Juana y Roberto (nombres ficticios) se casaron y tuvieron hijos. Beto perdió su trabajo, y cuando ya casi se les acababan sus ahorros, ella quedó embarazada. Juana creía que debía hacerse un aborto. Pero Beto le rogó repetidamente que no lo hiciera. Juana estaba muy dudosa y decidió buscar el consejo de su madre, a quien consideraba buena católica y alguien que ella admiraba.



La madre de Juana la escuchó detenidamente y con tono compasivo le dijo: "Entiendo lo que estás sintiendo, y por qué quieres recurrir al aborto. Yo también pensé en el aborto durante algunos de mis embarazos, y comprendo por qué consideras que tiene sentido en esta situación. Yo apoyaré cualquier decisión que tomes". Juana pensó que su madre le había dado permiso para el aborto, así que lo llevó a cabo. Poco después, Beto consiguió un nuevo trabajo, su situación financiera mejoró, y Juana experimentó una profunda reacción de tristeza, angustia y culpa cuyo cuidado requería intervención psiquiátrica activa. Ella sentía una gran ira no hacia su esposo quien se opuso al aborto sino hacia la madre que había esperado que la detuviera. El aborto afectó a la familia entera a la relación matrimonial, a los otros niños que supieron que un hermanito o hermanita había sido abortado, a la relación con su madre, y con otros parientes que supieron o adivinaron la situación. Beto se había sentido frustrado, incapaz de proteger la vida de su hijo, y creía que Juana había perdido la confianza en la capacidad de él de sostener a su familia. El aborto le enseñó a todos que en esta familia no había tanta seguridad y cercanía como habían creído. Ellos habían permitido sacrificar un miembro de la familia antes que ayudarse unos a otros con un préstamo u otra asistencia. El aborto deshizo la seguridad de la familia de un modo más permanente que los problemas financieros hubieran podido causar.



La Iglesia católica por largo tiempo ha reconocido el impacto funesto que tiene el aborto en las mujeres y sus familias. Mientras que la ley y la sociedad plantean los intereses de la madre en oposición a los de la criatura aún no nacida, la Iglesia reconoce que los mejores intereses de ambos siempre van unidos. Lo que es mejor para el niño es también lo mejor para la madre.



El Proyecto Raquel comenzó hace quince años como un medio de la Iglesia católica de alcance a las mujeres, hombres y familias afectadas por el aborto. La Iglesia es lugar para sanar. Habla la verdad sobre el aborto a los hombres y mujeres que contemplan esta acción: "¡No lo hagas! Es un mal grave y te herirá a ti y a tu bebé". Pero también proclama la verdad completa: "Si has tenido un aborto, la misericordia de Dios es tan grande que te perdona aun eso". Jesús ofrece perdón y sanación. Él ofrece la esperanza y la promesa de la resurrección, y la reunión con el niño que espera a sus padres en el cielo.



A las personas que acuden al Proyecto Raquel se les refiere a consejeros profesionales o a sacerdotes especialmente preparados para la dirección espiritual y para el sacramento de la Reconciliación. Pero prácticamente todos en la Iglesia somos parte del Proyecto Raquel. Todos somos parte del ministerio de sanación de Cristo. Puede ser que tú conozcas a alguien que crees que ha tenido un aborto. Nunca debes acusar o interrogar. Una palabra sencilla puede llegarle al corazón y liberarla del temor y del aislamiento para comenzar el proceso de sanación.



Puedes decir algo así como, "Tú sabes, acabo de leer un artículo sobre el trauma postaborto. Decía que las mujeres y hombres que han recurrido al aborto pueden sufrir, durante muchos años, remordimiento, depresión, angustia, pesadillas y preocupación a causa de su decisión. Muchas veces se creen que algo malo les está pasando, pero en realidad están sufriendo dolor por la pérdida de su niño". Luego puedes explicarles que la Iglesia tiene un ministerio llamado Proyecto Raquel, como una vía de sanación. Sencillamente dar información a la gente puede ser de gran ayuda. Reza para que eventualmente ellos lleguen a hablar con alguien. En una reflexión especial a "mujeres que han recurrido al aborto", en Evangelium Vitae (El Evangelio de la Vida), el Papa Juan Pablo II explica cómo sus vidas pueden transformarse por el ministerio de sanación en la Iglesia:



Se darán cuenta de que nada está perdido y podrán pedir perdón también a su hijo que ahora vive en el Señor. Ayudadas por el consejo y la cercanía de personas amigas y competentes, podrán estar con su doloroso testimonio entre los defensores más elocuentes del derecho de todos a la vida. Por medio de su compromiso por la vida, coronado eventualmente con el nacimiento de nuevas criaturas y expresado con la acogida y la atención hacia quien está más necesitado de cercanía, serán artífices de un nuevo modo de mirar la vida humana.



Evangelium Vitae, 99



La Hna. Paula Vandegaer es una trabajadora social con licencia clínica, directora ejecutiva de International Life Services, y editora de la revista Living World. Traducción: Marina A. Herrera, Ph.D., Bethesda, Maryland.
 
Publicado por: www.hopeafterabortion.com

miércoles, 9 de junio de 2010

La secuela del aborto


Desde 1973 han ocurrido más de 36 millones de abortos en los Estados Unidos. Aunque algunas de esas mujeres describen que han sufrido traumas menores después de un aborto, para muchas, la experiencia es devastadora y deja severas traumas emocionales, psicológicas y espirituales que duran por mucho tiempo.



La evidencia del trauma postaborto la confirman los sicólogos, consejeros y aquellos que participan en el ministerio postaborto. Sabemos, por ejemplo, que las mujeres que sufren a consecuencia de un aborto pueden sufrir a consecuencia de algunos o de muchos de estos síntomas:



Baja auto-estima

Angustia (de ligera a profunda)

Depresión (algunas veces hasta el punto de desear el suicidio)

Alejamiento de la familia y las amistades

Sentimientos de un "letargo" que impide el disfrute de actividades que antes eran placenteras

Aislamiento de otras personas para evitar conversaciones sobre su experiencia con el aborto

Culpabilidad y vergüenza

Dificultad en concentrarse

Ira consigo misma, con el padre del bebé o con otros que fueron parte de la decisión de abortar

Problemas de insomnio

Pesadillas relacionadas al aborto, recuerdos de escenas pasadas y hasta escuchar el llanto de un bebé

Problemas con alcohol y narcóticos para mitigar la pena

Deseo de un bebé "substituto"

Reacciones de angustia o depresión en el aniversario del aborto o de la fecha en que el bebé hubiera nacido

Problemas de relación con sus otros hijos (demasiado protectora pero emocionalmente distante)

Temor de que Dios la castigará, o la está castigando





Algunas, especialmente muchachas jóvenes, sienten los síntomas muy pronto después del aborto. Los consejeros nos dicen, sin embargo, que más comúnmente, los síntomas ocurren en el transcurso de ocho a doce años después del aborto antes de que la mujer busque ayuda.



Las secuelas del aborto son ignoradas por el público en general. Los grupos organizados para proteger el acceso al aborto pretenden que no es diferente de cualquier otro procedimiento quirúrgico y que los grupos pro-vida se han inventado la existencia del sufrimiento postaborto. Por lo tanto, muchas mujeres piensan que sus reacciones de angustia son anormales y creen que no hay nadie que pueda ayudarlas.



Muchas mujeres que han caminado una senda de angustia y desconsuelo después de un aborto, generalmente solas, eventualmente empiezan a entender que tienen una herida espiritual. Desafortunadamente, también están inclinadas a creer que han cometido un "pecado imperdonable" y temen la ira de Dios.



Las mujeres que han tenido un aborto con frecuencia tienen muchas preguntas, cuyas respuestas son indispensable para empezar el camino hacia la sanación. ¿Me perdonará Dios? ¿Me perdonará mi bebé? ¿Me podré perdonar a mí misma? ¿Me aceptará la Iglesia cuando confiese mi pecado? ¿Desaparecerá alguna vez este dolor? ¿Tendré algún día la sanación?



Por supuesto, la respuesta a todas estas preguntas es: SÍ!

viernes, 4 de junio de 2010

35 Actos de bondad


 El Corazón vivo del Redentor resucitado y glorificado está "lleno de bondad y de amor": infinita y sobreabundantemente lleno. El rebosar del corazón humano alcanza en Cristo la medida divina.

 
Así fue este Corazón ya durante los días de la vida terrena. Lo testimonia cuanto está narrado en el Evangelio. La plenitud del amor se manifiesta a través de la bondad: a través de la bondad irradiaba y se difundía sobre todos, en primer lugar sobre los que sufren y los pobres. Sobre todos según sus necesidades y expectativas más verdaderas.

 
Así es el Corazón humano del Hijo de Dios, incluso después de la experiencia de la cruz y del sacrificio. Mejor dicho, todavía más: rebosante de amor y de bondad.

 
En el momento de la anunciación comenzó el coloquio del Corazón de la Madre con el Corazón del Hijo.




 
La capacidad para la bondad existe en cada una de nosotras sin excepción alguna. No importa el tipo de dolor que te haya tocado vivir en tu vida, esa capacidad nunca es destruida.

 
Por Sheila Morataya-Fleishman


 
En los días de intenso movimiento y vertigo que nos toca vivir, muchas veces y sin darnos cuenta vamos cayendo en una rutina con los nuestros, los vecinos, compañeros de trabajo y personas en general sin darnos cuenta. Es la rutina del olvidarse de ser amable, atenta, y bondadosa pues estas constantemente compitiendo y trabajando por objetivos. Hay que alcanzar las metas que tiene la compañía para sobrevivir en la jungla del mercadeo.

 
Sin embargo, tu corazón experimenta sentimientos de Honda ternura cuando un día como otro cualquiera te topas repentinamente con un acto de bondad de alguien a quien no conoces. Como le pasó a unos amigos míos al pasar por la ventanilla de peaje en una congestionada carretera de la ciudad de Chicago. Al extender su mano para pagar los 50 centavos de dólar el guardián de la misma les dijo: ” sigan su camino amigos pues la persona que iba adelante pago por ustedes y les deseo un feliz día”. ¿Qué bonito no? Actos de bondad en apariencia insignificantes pero que tocan el corazón de una forma especial y te hacen pensar en la bondad que hay en cada corazón humano. Es bueno tener detalles con personas que muchas veces no conoces y que te hacen crecer como mujer . No sabemos como uno de estos actos puede alegrar el día de esa persona como le paso a mis amigos.

 
A continuación te doy algunas ideas para que tu también te animes a implementarlos en tu vida.

 
1- Da los Buenos días con una gran sonrisa a la persona que va a subirse contigo en el elevador.

2- Paga el peaje a la persona que pasará después de ti.

3- Tómate un minutos para orientar a una persona que este pérdida incluso aunque tengas prisa.

4- Escríbele una carta a ese hijo que necesita un poco más de tu atención.

5- Ofrécete para irle a hacer las compras al Mercado a una persona mayor.

6- Dale a un vagabundo tu almuerzo de ese día.

7- Dile “te amo” a alguien que tu ames.

8- Si te compraste dos nuevos trajes, procura regalar uno.

9- Envía flores a una amiga que tienes tiempo de no ver.

10- Llévale el café a tu asistente.

11- Cuando digas gracias y por favor trata de decirlo directamente desde tu corazón.

12- Escucha con todos tus sentidos.

13- No interrumpas cuando alguien esta dando su punto de vista.

14- Aunque la persona no tenga la razón pásalo por alto para promover la armonía.

15- Deja que un conductor agresivo te quite el paso sin encolerizarte.

16- Sonríele a la cajera del supermercado especialmente si ella no te da una sonrisa.

17- Pon tu carrito de supermercado de nuevo en su sitio.

18- Escríbele a una maestra que haya sido importante en tu vida.

19- Lleva una caja de repostería fina para compartirla en la oficina. ¡Sorpréndelos!

20- Olvida la deuda que una amiga te debe y nunca más lo recuerdes.

21- Escríbele una nota al jefe de una persona que ha colaborado mucho contigo y explícale el maravilloso trabajo que esa persona esta haciendo.

22- Simplemente di “lo siento” cuando te has equivocado.

23- Cuando vayas al cine, a un picnic o de visita a un parque recoge la basura.

24- Manifiesta simpatía a alguien que es arrogante.

25- Contesta el teléfono amablemente aunque no estés de humor.

26- Deja una propina generosa para el que te ha servido en el restaurante.

27- Enseña a manejar a alguien.

28- Enseña a leer a un niño.

29- Enseña a utilizar los cubiertos con mucha paciencia a tus hijos.

30- Aunque te mueras por criticar a alguien no lo hagas.

31- Llévale rosas a tu mama sin motivo alguna.

32- Abraza a tu papá y dile cuanto lo quieres.

33- Solo por este día no discutas con tu pareja.

34- Solo por este día comprende a tu hija adolescente.

35- Solo por este día haz un acto de bondad y siente tu corazón vivo.

35 Actos de Auto-estima

San Máximo el Confesor + 662, mártir de la Iglesia Católica; es, bajo varios aspectos, el complemento y la plena madurez del pensamiento griego, místico, teológico y filosófico.


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En verdad María nunca dijo «fiat» porque no hablaba latín, ni siquiera griego. Lo que con toda probabilidad salió de sus labios es una palabra que todos conocemos y repetimos frecuentemente. Dijo «¡Amen!». Esta era la palabra con la que un hebreo expresaba su asentimiento a Dios, la plena adhesión a su plan.

No pierdas tu tiempo pensando si eres lo suficientemente buena para esta o aquella tarea. Haz lo mejor que puedas hacer y siéntete satisfecha


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“¿Para qué coges la lámpara para mirarte? ¿No ves que el viento la apaga? ¿Quién sabrá que no te has pintado los ojos, si son más negros que la tempestad? ¿Para qué coges la lámpara para mirarte?”. Rabindranath Tagore




Por Sheila Morataya-Fleishman

 

¿Has tenido alguna vez la oportunidad amiga de maltratarte tu sola frente al espejo…?

¿Cuántas veces antes de salir a una fiesta te has mirado y repetido: “ si tan solo tuviera las piernas más finas… si mi cabello fuera más lacio, si no fuera tan crespo… Si mis manos no fueran tan huesudas… Si mi pecho más grande… Si mi derriere más firme, si mi nariz no tan grande…¡Que fea me miro! Y así, sintiéndote disgustada has salido a la calle envuelta en una seguridad que es falsa, que por dentro más bien esta frustrada porque desea ser mejor de lo que es y se pelea constantemente con ella misma. “Hay tantas mujeres mucho más bonitas que yo allá fuera y con una personalidad mucho más interesante…..”



He conocido muchas jóvenes así, mujeres que llegan a los 50 y siguen peleándose con el color de su cabello, con las formas de sus cuerpos, con sus piernas, con su pecho, con su nariz, con sus ojos, con su propio temperamento, “si tan solo luciera y fuera diferente” - suspiran-. ¿Sabes que es lo peor que puede sucederle a una mujer que no se gusta, acepta y ama ella misma? Que vive cada día de su vida queriendo ser otra aunque su misma no sea consciente de ello.



Por supuesto que no todas las mujeres tenemos problemas de auto-estima y en lo personal admiro muchísimo a aquellas que siempre han estado contentas con su apariencia y sus talentos. Sobre todo, admiro la auto-estima de aquellas que se sienten muy hijas de Dios y caminan con una seguridad que no tiene nada de artificial y postizo pues nace de la conciencia absoluta de saberse amada y creada por amor ,para vivirse a sí misma como una mujer única, inteligente e irrepetible .



Sin embargo, hay muchas que necesitamos un re-encuentro con el amor y los sentimientos de ternura hacia la propia y personal belleza –temperamento, por eso quiero compartir contigo estos 35 actos de auto-estima para que te ejercites en la conquista de la misma y vivas contenta de ser como eres diciéndole adiós a los miedos y complejos.



1- Mírate todos los días como un verdadero milagro



2- Recuerda que eres Hermosa, aunque muchas veces tengas que ahogar una voz interior que te dice: no, no lo eres. Recuerda que eres hija del Amor de Dios



3- Ama profundamente tu identidad única y conoce que lo que haces nunca podrá reproducirse.



4- Tú verdadera belleza saldrá a la luz cuando ames con sinceridad a la mujer en ti y contribuyas con tu vida a la sanación del mundo



5- Debes confiar en que sí puedes tomar decisiones por ti misma.



6- No le tengas miedo a fracasar o fallar. Recuerda que si nunca fracasas no tendrás la oportunidad de descubrir la fortaleza y el valor que residen en ti.



7- Cuando las cosas no vayan como tu las tenías planeada permítete sentirte defraudada pero nunca inferior o ridiculizada.



8- Procura no ponerte a la defensiva cuando seas criticada o se te llame la atención por algo que esta mal.



9- No pierdas tu tiempo pensando si eres lo suficientemente buena para esta o aquella tarea. Haz lo mejor que puedas hacer y siéntete satisfecha..



10- Ese pensamiento que te hace pensar que no puedes pasar una materia, aprender un instrumento o conquistar un paso de baile, ¡Elimínalo!



11- Nunca pienses que tu valor radica en tu belleza o títulos. Si has perdido tu trabajo no permitas que te haga sentir que eres una fracasada. Trabaja en recuperarte emocionalmente cuanto antes y sigue adelante.



12- Si en tu lugar de trabajo te hacen la vida de cuadritos por algún motivo, no dejes que nazca la maleza de la inseguridad.



13- Si aspiras a un puesto mejor dentro de tu organización y no aplicas porque no sientes que puedes ser elegida, date cuenta que tu misma te bloqueas. Actúa sin temor.



14- Si fuiste a una entrevista de empleo y no lo conseguiste no pienses que es el fin del mundo. Recrea en tu mente el proceso y descubre a donde pudiste haber fallado.



15- Si las modelos que ves en la revistas te inquietan, no las mires más.



16- Si tuviste alguna experiencia traumática de niña que te dejo con la seguridad de ser fea, gorda, o poco inteligente, identifica eso que te molesta y trabaja diligentemente para sanar tu trauma.



17- Si has identificado que te inhibes o retraes en situaciones sociales diversas, rétate a ti misma a comportarte de la manera opuesta.



18- No temas a los cambios, confía que estos siempre serán para beneficio del desarrollo de tu personalidad.



19- Si te comparas constantemente con alguien, empieza a observar un poco más tus propios logros.



20- Si piensas que la suerte no está de tu lado porque tuviste una niñez dolorosa, es hora de que lo superes. La fuerza del espíritu humano puede todo.



21- Pensar bien sobre ti misma quiere decir aceptar el regalo de la vida que Dios Padre te dio al crearte. Agradécelo.



22- Cuando hagas algo mal no te insultes a ti misma con expresiones como tonta o inútil. El inconsciente tiene una capacidad enorme para creérselo. Corrígete.



23- Si el chico que te gusta no se fija en ti no pienses que es porque no eres suficientemente atractiva. Algo mejor te espera. Sé paciente.



24- ¿No te ríes de tus propios errores? Aprende a hacerlo y verás que libertad sientes.



25- Es bueno estar rodeada de gente que te aprecie y respete, pero si alguna vez no lo hacen no pienses que eso disminuye tu valor.



26- Tu cuerpo es el instrumento para la acción. Respétalo y cuídalo.



27- Maya Angelo la escritora afroamericana, tuvo la más cruel de las infancias. Lo superó escribiendo. Sus libros son muy populares.



28- Hay un tipo de hambre más fuerte que la de pan. Es el hambre por amor, solía decir la Madre Teresa. Ama quien eres para poder darlo a cantaradas y sin complejos.



29- La primera responsabilidad del ser humano, expresaba Henry Winkler es darse la mano el mismo. Hazlo.



30- Si eres madre, tu hija aprenderá a relacionarse de acuerdo a lo que vea en tu propio desarrollo.



31- La auto-estima es una de las fundaciones humanas más importantes. Es amor incondicional. Que tus hijos sean testigo de ello.



32- Disciplina a tus hijos, pero a sí mismo elógialos cuando hagan las cosas bien.



33- Los primeros 3 años para un niño sirven para asegurar la seguridad de ser amado, acogido y respetado. Descansa bien por la noche para que estés viva el siguiente día para ellos.



34- Si tu hijo no va bien en el colegio, antes de sentirte defraudada, indaga las causas de su rendimiento y entonces actúa.



35- Enseña a tus hijos que esta bien que fracasen. Si ellos no podrías saber que es el triunfo.



Amiga, cada alma viviente ha tenido o tendrá que tener alguna experiencia dolorosa en su pasado o futuro, pero es a través de ellas como vas desarrollando tu personalidad y conquistando un corazón grande para amar. Recuerda siempre que tu dignidad y valor no proceden de todo lo material que te rodea, la belleza que tengas, lo popular que seas o lo alto que hayas llegado en tu carrera. Su fuente es divina, eterna, hinchada de amor, eres una Hija de Dios y por eso como ninguna otra obra de la creación. ¡TU VALES!



Agradezco a: 2003-11-05 – www.encuentra.com



El Síndrome Post-Aborto, una dura realidad

El testimonio de Cristina publicado en La Gaceta revela, una vez más, las terribles consecuencias de un aborto.





LAGACETA.ES.- Cristina, una madre que sufre actualmente el Síndrome Post-Aborto, relata como paciente de la Asociación de Víctimas del Aborto, las presiones que recibió del entorno familiar y social para que abortase a su hijo diagnosticado con trisomía 20. Ella asegura que en el hospital no le dieron explicaciones sobre la condición de su bebé y sólo la orientaron para abortar "de acuerdo al protocolo".



"No me dieron tiempo para pensármelo", señaló la madre y recordó que le administraron un fármaco abortivo. "Dos horas más tarde, fue entonces cuando noté que mi bebé empezaba a dar patadas con sus piernecitas y sus bracitos. No fue un segundo, sino un buen rato. Ningún médico me informó de lo que iba a sentir. Me sentí una asesina, pero yo en el fondo no quería estar ahí; nadie me ayudó, nadie me informó de las consecuencias", indicó.



Cristina cuenta que ahora sufre las consecuencias de haberse practicado un aborto. Cuando se enteró que su hijo tenía trisomía 20, nadie en el hospital Alcorcón supo darle una explicación al diagnóstico.



"Nosotros investigamos y vimos que tenía las orejas más bajas, la nariz más ancha, pero no conocíamos la trascendencia de la enfermedad; sorprendentemente los médicos tampoco", recordó.



Escuche la entrevista en la cadena Cope a Cristina:





Cristina afirma que se arrepiente y lamenta que nadie le ofreciera ninguna otra alternativa. Tras el hecho, cayó en una depresión profunda, pues habría preferido tener a su hijo aunque viviera poco o estuviera enfermo.



El 'protocolo' para abortar



"Pensé que no debía ser la única que me encontraba en esa situación; así que me metí en Internet y contacte con la Asociación de Víctimas del Aborto que me ofreció apoyo psicológico que todavía necesito", señaló, y lamentó que nadie la pusiera "en contacto con un psicólogo" ni le advirtiera de las consecuencias de la práctica.



A día de hoy, sigue teniendo "pesadillas y muchos más síntomas" que ha ido descubriendo como consecuencia de aquel aborto. "Tú te preguntas, ¿y esto por qué será?". Son Síntomas Post-Aborto.



"Existe protocolo para abortar, pero no existe ningún protocolo para el post aborto, como si no pasara nada", lamentó.



Sin embargo, su drama no terminó aquí. Después de la penosa experiencia, Cristina se quedó embarazada por segunda vez y según su historia médica, en el hospital la sometieron a una prueba de diagnóstico prenatal, que supuestamente no tenía riesgos, pero perdió al bebé.



Ahora, el mensaje que Cristina comparte es claro: Si alguien se plantea abortar a su hijo con malformaciones, "que se lo piense muy bien, que se informe de las consecuencias y que valore también la posibilidad de tenerlo".



Confiesa que "en el siglo que vivimos es un tabú hablar del aborto". Ella lo experimentó al volver a su casa. Denuncia que es injusto, no poder tener el derecho a un duelo, un entierro o un sitio donde llevar flores. Cristina cree cuando uno aborta, sea de manera natural o provocado, "se debería tener derecho a ese cuerpo; en Francia, sí lo tienen. Echo mucho de menos tener un sitio donde poder ir a verlos".


Joven arrepentida de haber abortado pide revaluar esta práctica en España




Barcelona, España (Cristianos.com).- Montserrat, una mujer que abortó el mes pasado en el centro de abortos Les Corts de esta ciudad, pidió a los diputados que ven la reforma en la ley del aborto en España que piensen bien su decisión pues ella, que decidió abortar al que sería su tercer hijo, es una prueba de que estas practicas sólo destrozan la vida de miles de mujeres.



En este testimonio, recogido por la Asociación de Víctimas del Aborto (AVA), Monserrat relata que temía por este embarazo, pues con su segundo hijo su pareja la había abandonado. Cuando fue a consultar sobre su caso en Salud y Familia de la Generalitat de Cataluña, le dieron como única alternativa el aborto. Con la subvención de esa institución llegó al centro de abortos Les Corts el 23 de octubre.



“Al llegar a la clínica Les Corts con mi hermana y una amiga yo estaba muy nerviosa porque yo realmente no quería abortar. Había un impulso en mí que me decía que lo hiciera y otro que me decía que no. No sabía realmente que hacer”, explica.



Montserrat indicó que “pese a que le mencioné a la psicóloga de la clínica que había tenido tratamiento psiquiátrico durante cinco años, ella me dijo que la mejor opción en mi caso era el aborto ya que ya tenía suficiente carga con dos hijos. Además me mencionó que era joven y que después podría tener más”.



La joven mujer relató también que le dieron un tranquilizante que rápidamente le hizo efecto y ya no pudo echarse para atrás porque la llamaron para que ingresara al quirófano.



“No te explican realmente que después de un aborto provocado sufres depresiones. Ellos solo lo hacen por negocio. La intervención solo duro cinco minutos. Llegué llorando y salí llorando. A mí no me han llamado más. Eché de menos que me dijeran que me lo pensara o que viniera otro día, no saben cuánto me pesa”, cuenta.



Monserrat indicó que durante todo el proceso se sintió presionada por todos: “la clínica, las enfermeras, la psicóloga, todos. Cuando llegué a mi casa me preguntaba: ¿Que había hecho? Sabía que no me lo iba a devolver nadie. Desde ese día no como, no duermo bien, estoy con tranquilizantes para dormir, estoy mal”, relata.



Luego de precisar que si Salud y Familia de la Generalitat no hubiera subvencionado el aborto, no se hubiera sometido a esta práctica infanticida. “Nos dan facilidad para abortar pero no para sacar adelante a nuestros hijos. Yo no me he sacado un problema, me he puesto un problema más grande encima de mi espalda con la muerte de mi hijo”, concluye.



Fuente: ACI Prensa

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♥Consagración a la Virgen María

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CONSAGRACIÓN DEL MATRIMONIO AL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA

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"Oh, Corazón Inmaculado de María, refugio seguro de nosotros pecadores y ancla firme de salvación, a Ti queremos hoy consagrar nuestro matrimonio. En estos tiempos de gran batalla espiritual entre los valores familiares auténticos y la mentalidad permisiva del mundo, te pedimos que Tu, Madre y Maestra, nos muestres el camino verdadero del amor, del compromiso, de la fidelidad, del sacrificio y del servicio. Te pedimos que hoy, al consagrarnos a Ti, nos recibas en tu Corazón, nos refugies en tu manto virginal, nos protejas con tus brazos maternales y nos lleves por camino seguro hacia el Corazón de tu Hijo, Jesús. Tu que eres la Madre de Cristo, te pedimos nos formes y moldees, para que ambos seamos imágenes vivientes de Jesús en nuestra familia, en la Iglesia y en el mundo. Tu que eres Virgen y Madre, derrama sobre nosotros el espíritu de pureza de corazón, de mente y de cuerpo. Tu que eres nuestra Madre espiritual, ayúdanos a crecer en la vida de la gracia y de la santidad, y no permitas que caigamos en pecado mortal o que desperdiciemos las gracias ganadas por tu Hijo en la Cruz. Tu que eres Maestra de las almas, enséñanos a ser dóciles como Tu, para acoger con obediencia y agradecimiento toda la Verdad revelada por Cristo en su Palabra y en la Iglesia. Tu que eres Mediadora de las gracias, se el canal seguro por el cual nosotros recibamos las gracias de conversión, de amor, de paz, de comunicación, de unidad y comprensión. Tu que eres Intercesora ante tu Hijo, mantén tu mirada misericordiosa sobre nosotros, y acércate siempre a tu Hijo, implorando como en Caná, por el milagro del vino que nos hace falta. Tu que eres Corredentora, enséñanos a ser fieles, el uno al otro, en los momentos de sufrimiento y de cruz. Que no busquemos cada uno nuestro propio bienestar, sino el bien del otro. Que nos mantengamos fieles al compromiso adquirido ante Dios, y que los sacrificios y luchas sepamos vivirlos en unión a tu Hijo Crucificado. En virtud de la unión del Inmaculado Corazón de María con el Sagrado Corazón de Jesús, pedimos que nuestro matrimonio sea fortalecido en la unidad, en el amor, en la responsabilidad a nuestros deberes, en la entrega generosa del uno al otro y a los hijos que el Señor nos envíe. Que nuestro hogar sea un santuario doméstico donde oremos juntos y nos comuniquemos con alegría y entusiasmo. Que siempre nuestra relación sea, ante todos, un signo visible del amor y la fidelidad. Te pedimos, Oh Madre, que en virtud de esta consagración, nuestro matrimonio sea protegido de todo mal espiritual, físico o material. Que tu Corazón Inmaculado reine en nuestro hogar para que así Jesucristo sea amado y obedecido en nuestra familia. Qué sostenidos por Su amor y Su gracia nos dispongamos a construir, día a día, la civilización del amor: el Reinado de los Dos Corazones. Amén. -Madre Adela Galindo, Fundadora SCTJM

CONSAGRACIÓN DEL MATRIMONIO A LOS DOS CORAZONES EN SU RENOVACIÓN DE VOTOS

CONSAGRACIÓN DEL MATRIMONIO A LOS DOS CORAZONES EN SU RENOVACIÓN DE VOTOS
Oh Corazones de Jesús y María, cuya perfecta unidad y comunión ha sido definida como una alianza, término que es también característico del sacramento del matrimonio, por que conlleva una constante reciprocidad en el amor y en la dedicación total del uno al otro. Es la alianza de Sus Corazones la que nos revela la identidad y misión fundamental del matrimonio y la familia: ser una comunidad de amor y vida. Hoy queremos dar gracias a los Corazones de Jesús y María, ante todo, por que en ellos hemos encontrado la realización plena de nuestra vocación matrimonial y por que dentro de Sus Corazones, hemos aprendido las virtudes de la caridad ardiente, de la fidelidad y permanencia, de la abnegación y búsqueda del bien del otro. También damos gracias por que en los Corazones de Jesús y María hemos encontrado nuestro refugio seguro ante los peligros de estos tiempos en que las dos grandes culturas la del egoísmo y de la muerte, quieren ahogar como fuerte diluvio la vida matrimonial y familiar. Hoy deseamos renovar nuestros votos matrimoniales dentro de los Corazones de Jesús y María, para que dentro de sus Corazones permanezcamos siempre unidos en el amor que es mas fuerte que la muerte y en la fidelidad que es capaz de mantenerse firme en los momentos de prueba. Deseamos consagrar los años pasados, para que el Señor reciba como ofrenda de amor todo lo que en ellos ha sido manifestación de amor, de entrega, servicio y sacrificio incondicional. Queremos también ofrecer reparación por lo que no hayamos vivido como expresión sublime de nuestro sacramento. Consagramos el presente, para que sea una oportunidad de gracia y santificación de nuestras vidas personales, de nuestro matrimonio y de la vida de toda nuestra familia. Que sepamos hoy escuchar los designios de los Corazones de Jesús y María, y respondamos con generosidad y prontitud a todo lo que Ellos nos indiquen y deseen hacer con nosotros. Que hoy nos dispongamos, por el fruto de esta consagración a construir la civilización del amor y la vida. Consagramos los años venideros, para que atentos a Sus designios de amor y misericordia, nos dispongamos a vivir cada momento dentro de los Corazones de Jesús y María, manifestando entre nosotros y a los demás, sus virtudes, disposiciones internas y externas. Consagramos todas las alegrías y las tristezas, las pruebas y los gozos, todo ofrecido en reparación y consolación a Sus Corazones. Consagramos toda nuestra familia para que sea un santuario doméstico de los Dos Corazones, en donde se viva en oración, comunión, comunicación, generosidad y fidelidad en el sufrimiento. Que los Corazones de Jesús y María nos protejan de todo mal espiritual, físico o material. Que los Dos Corazones reinen en nuestro matrimonio y en nuestra familia, para que Ellos sean los que dirijan nuestros corazones y vivamos así, cada día, construyendo el reinado de sus Corazones: la civilización del amor y la vida. Amén! Nombre de esposos______________________________ Fecha________________________ -Madre Adela Galindo, Fundadora SCTJM

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