"La señal de Dios es la sencillez.
La señal de Dios es el niño.
La señal de Dios es que Él
se hace pequeño por nosotros.
Éste es su modo de reinar.
Él no viene con poderío
y grandiosidad externas.
Viene como niño inerme
y necesitado de nuestra ayuda.
No quiere abrumarnos con la fuerza.
Pide nuestro amor: por eso se hace niño.
Que su nacimiento no nos encuentre ocupados
en festejar la Navidad,
olvidando que el protagonista de la fiesta
es precisamente él"