1- El trabajo médico
Hoy hay mucha superficialidad en nuestro trabajo (médico). Nos ocupamos de cuerpos, y muchas veces incompetentemente… Debemos hacer bien nuestra parte. Estudiar nuestra ciencia. Debemos ser médicos honestos, llenos de fe. Debemos cuidar de nuestros pacientes con bondad y dulzura, recordando que éstos son nuestros hermanos y hermanas; tener delicadeza y respeto. No olvidar que también hay que servir al alma de la persona enferma.1
Molla, Gianna Beretta, Love Letters to my Husband, Cap. Breve biografía de Gianna Beretta Molla, Ed. por Elio Guerriero, Pauline Books and Media, Boston, 2002, p. 5. Versión original: Tuo Grande Amore Mi Aiuterá a Essere Forte.
2-Carta de Pietro Molla, desde Stockhard
Alemania, Febrero 19, 1959
…»Siempre me he alegrado de encontrar en ti a la esposa ideal que había soñado, y una madre incomparable para nuestros hijos; y con todo, siempre descubro en ti nuevas virtudes de sacrificio, paciencia, comprensión, bondad, y tanto afecto de amor. Y aquí, lejos de ti, tus virtudes son aún más vivas y más queridas, para mí, y me siento muy cerca de ti…»
Pietro.1
Molla, Gianna Beretta, Love Letters to my Husband, p. 85., Ed. por Elio Guerriero, Pauline Books and Media, Boston, 2002, p. 5. Versión original: Tuo Grande Amore Mi Aiuterá a Essere Forte.
3-Carta a Pietro
8 de Mayo 1959
Mi queridísimo Pietro:
Recibí la larga carta que enviaste desde Nueva York en Mayo 4. Un millón de gracias – a pesar de que estás cansado de trabajar y por el calor, todavía te las arreglas para encontrar tiempo para mantenerme al día con todo lo que estás haciendo. Pensamos en ti todo el tiempo, Pedrín de oro; podrás imaginarte cuán felices somos leyendo tus cartas. ¡Menudo hotel en el que te estás hospedando! Cuando Gigetto vio la tarjeta, dijo que estabas «arriba en lo alto, muy alto, casi en el cielo». Siento que haya tanto calor – también ayer fue aquí de bochorno. Sin embargo, hay una brisa hoy, y se siente mejor. Nuestros tesoros están bien; ellos disfrutan la luz del sol en la viña casi todo el día.
Angela los cuida realmente bien, es muy atenta, y sabe cómo ayudarlos a jugar. ¡Si sólo Savina fuera así! ¡Eso tomará algún tiempo y paciencia!
Llevé a los pequeños al cementerio en Mésero para visitar a su abuelo y a su tía Teresina ayer por la mañana. Oraron por ti, con sus manitas juntas, para que todo vaya bien. El Señor no puede hacerse sordo a nuestros pequeños ángeles, Pedrín de oro. Cecco se los llevó a Lugano en la tarde. ¡Cuántos dulces recuerdos! Vi el largo lago donde me tomaste la primera fotografía en el Hotel Felix. Ojalá hubieras podido estar conmigo, allí otra vez, para poderte abrazar y besar y agradecerte por tu gran amor por mí y por todas las alegrías que me trajiste estos últimos tres años.
Los pequeños tomaron una merienda y después la pasaron en grande en el parque en Lugano, jugando a la rueda y en los columpios y, como siempre, se entretuvieron tirando piedras en el lago.
Adelaida acaba de llamar para decirme que la cinta que grabaste ya llegó; la estaban esperando en Milán.
Tuve que llamar al Sr. Roveda esta mañana, porque el switch de la Bendix (lavadora) se quemó. El conseguirá otro cuando vaya a Milán. Vi la casa donde están tus oficinas. Está terminada y luce realmente bien – no parece el mismo lugar de antes. El comedor de empleados fue derrumbado. Cuando Gogetto vio esto, dijo: «Mama, Saffa se cayó, debes escribirle a Papa – ¡eso fue lo que dijo!».
La Sra. Valle nos escribió para que le avisáramos cuando llegaremos a «Pinto», para que ella lo arregle antes de que lleguemos. Le enviaré una respuesta hoy.
Ciao cariño, cuídate; tus pequeños te envían sus besos más afectuosos. Te abrazo y beso con todo mi corazón, tu
Gianna1
Molla, Gianna Beretta, Love Letters to my Husband, p. 102., Ed. por Elio Guerriero, Pauline Books and Media, Boston, 2002, p. 5. Versión original: Tuo Grande Amore Mi Aiuterá a Essere Forte.
12 de Mayo 1959
4-Mi queridísimo Pietro:
Te envío tres fotos de nuestra magnífica Mariolina, esperando que no se estropeen demasiado de aquí a que te lleguen.
Los niños están bien; Gigetto juega todo el día, y cerca de las 8:00 de la noche, apenas se puede mover, y se va a dormir enseguida y duerme hasta las 8:00 de la mañana. Deberías de ver qué hombrecito tan valiente es cuando le doy un supositorio o un enema para la tos. Hace varios días que no le doy uno, así que se lo daré hoy, pero él es muy bueno y no dice palabra.
Hoy hay mucho calor aquí – ¡quién sabe el calor que debe haber dónde estás!
Siempre siento los dolores que me queman el estómago, pero sólo me da dolor de cabeza de vez en cuando. ¡Pero todo esto pasará y dentro de dos meses tendremos a nuestro pequeño más nuevo (en nuestros brazos)!.
También tengo una foto de nuestros primos aquí, y te la enviaré separadamente.
Cuídate por mí, Pedrín de oro, y ven pronto a casa.
Grandes, grandes besos, muchos de ellos, de tus pequeñitos también, tu
Gianna1
Molla, Gianna Beretta, Love Letters to my Husband, p. 107., Ed. por Elio Guerriero, Pauline Books and Media, Boston, 2002, p. 5. Versión original: Tuo Grande Amore Mi Aiuterá a Essere Forte
5-Carta de Pietro
Esta mañana participé en la Misa en el altar del Santísimo Sacramento en la Catedral… Esta tarde recité el Rosario a las 9:30pm en el altar de la Inmaculada Concepción en Nueva York… Me siento tan lejos de ti, y mi amor se va haciendo aún más fuerte; siento más que nunca el deber y la necesidad de agradecer al Buen Señor, la mañana y la noche.1
Molla, Gianna Beretta, Love Letters to my Husband, p. 117., Ed. por Elio Guerriero, Pauline Books and Media, Boston, 2002, p. 5. Versión original: Tuo Grande Amore Mi Aiuterá a Essere Forte
6 Carta a Pietro
20 de Mayo 1959
Mi queridísimo Pietro:
Gracias, gracias, de parte de tus hijos también, por la maravillosa sorpresa.
Te puedes imaginar la felicidad de Pierluigi al tener dos grabaciones «en las que está hablando Papa». No escucharía hoy nada más que tus grabaciones. Cuando Mariolina te oyó decir «un beso para Mariolina», ella dijo: Papa, Papa…» – reconoció tu voz y te envió muchos besos con sus lindos pequeños labios. ¡Los dos son una pareja de tesoros! Y ¡cómo podría tu querida y pequeña esposa no conmoverse escuchando estas declaraciones tan afectuosas en tu propia voz! Gracias, Pedrín de oro, ¡qué alegría y consolación es para mí es saber que piensas en mí y que me amas tanto!
Gianna1
7 Carta de Pietro, desde el vuelo a Los Ángeles
31 de Mayo 1959
De Pietro:
…Jesús, que me creó y que me sostiene con gracias ilimitadas y bendiciones….Tú, que me ha dado el inmenso regalo de una esposa de oro, como el más maravilloso amanecer, a la cual uno no puede justamente admirar sino desde arriba, y a dos tesoros tan espléndidos como los cielos en toda su gloria, que sólo pueden ser abrazados desde lo alto…Tú, que en corto tiempo, repetirás Tu divino tesoro con otro tesoro, escucha mi oración…
¡Bendice a Gianna y a nuestros tesoros! Transforma en gracia la ansiedad y el temor de estar tan lejos y volando tan a menudo…
Piertro1
08 Carta a Pietro
14 de Mayo 1959
Queridísimo Pietro:
Hoy recibí tus cartas de Mayo 10 y 11. Muchas gracias. Pierluigi era todo oídos cuando le leí tu carta, y cuando vio que me conmovía, dijo: «Mama, no llores, Papa vendrá pronto.» Y ayer, mientras lo preparaba para dormir en su cama, dijo: «Mi bella y gran mama» (quién le enseñó eso, no lo sé), «yo soy tu gran cariño». ¡Qué ideas tiene! Está creciendo tan rápido.
Siento que haya mucho calor allí y que te tienes que cansar viajando durante horas en el tren para hacerme feliz. Paciencia, Pedrín de oro, pero me siento mejor al saber que estás «en el cielo». Eres realmente un papá maravilloso. Quién sabe lo que Pierluigi piense un día cuando lea tus hermosas cartas. Papa reza mucho por su pequeña familia. Gracias por las palabras dulces a su madre. Haré todo lo posible para permanecer así, como tú quieres que yo sea, como tú me ves.
Mi Pietro, esperamos ansiosamente oír de ti, cuándo regresarás a casa para que te recojamos en el aeropuerto de Malpensa. Y entonces… ¡no te dejaremos ir más!
No te preocupes por nosotros, estamos bien. Cecco y Zita siempre están deseosos de ayudar y nos tienen aquí con ellos. Ellos dicen que gracias por los saludos y te devuelven sus sentidos saludos a ti. Ella va al cementerio y reza por ti a menudo, por mi querido Pietro. Teresina va mejorando: sólo tose de vez en cuando. Adelaide y su familia están bien, también. La vi ayer cuando me dio algunos chocolates en un doile de parte del Padre Felice. Ahora le escribiré a la Srta. María para agradecerle.
Las Hermanas están muy felices con su piano; es de más de una octava de largo y tiene un bello sonido. El nuevo comedor está siendo construido con mucha rapidez. Pieluigi se quedaría allí para siempre, observando las grúas moviéndose hacia arriba y hacia abajo. Dice que quiere ser un «ingeniero» como su papa, cuando crezca.
«La pequeña bella», Mariolina, es toda una damita. Nunca está quieta, se ríe, baila, hace muecas, y a veces despliega sus arranques temperamentales.
Ciao, mi amado Pietro, cuídate y esperamos verte pronto.
Si estás cansado, no escribas todos los días.
Muchos besos de tus pequeñines y de tu cariñosísima,
Gianna1
09 A sus hijos, desde el hospital en Monza
20 de Mayo 1959
Mis queridísimos tesoros:
Papa les traerá muchos grandes besos; deseo tanto poder ir a ustedes, pero debo permanecer en cama porque tengo un pequeño dolor de estómago. Sean niños buenos y hagan lo que Mariuccia y Savina les digan…Los abrazo a todos aquí en mi corazón y estoy pensando en ustedes cada minuto. Digan un Ave María por mí, para que Nuestra Señora me ayude a mejorarme pronto, y entonces pueda volver a Courmayeur y los abrace y me quede con ustedes siempre. Su mama que los besa y abraza a cada uno con mucho afecto.
Gianna1
10 Diálogo con Pietro
«Esta vez será un alumbramiento difícil, y tendrán que salvar a una o al otro – quiero que salven a mi bebé».
Gianna1
11 Diálogo con Pietro días después de dar a luz a su hija Giovanna Emanuela
Recuerdo cuando me dijiste, el miércoles por la mañana, con gran solemnidad, que casi parecía algo fuera de este mundo: «Pietro, ya estoy curada. Pietro, ya estaba del otro lado, y si tú supieras lo que yo vi. Algún día te diré. Pero como estábamos tan felices, tan cómodos con nuestros maravillosos niños, llenos de salud y gracia y de todas las bendiciones celestiales, me enviaron de vuelta a sufrir algo más, porque no está bien presentarnos al Señor sin haber sufrido mucho». Este fue y sigue siendo para mí tu testamento de alegría y sufrimiento.1
Gianna Beretta Molla (1922-1962) fué al hospital en Monza el 20 de Abril de 1962, Viernes Santo. A la mañana siguiente, Sábado Santo, se le realizó una cesárea para el nacimiento de su cuarta hija, Giovanna Emanuela. Después de la operación, al acabarse la anetesia, empezó a sufrir grandes dolores, que fueron aumentando con los días. Pidió volver a Ponte Nuovo para morir en la casa que custodió el sacramento de su amor. Murió en la mañana del Sábado 28 de Abril, probablemente después de escuchar las voces de sus hijos que despertaban en la habitación de al lado.
Las cartas de Gianna ofrecen un testimonio extraordinario de amor, en lo ordinario de la vida, y en los momentos más difíciles. Gianna, como médico de niños, y después en la vida del matrimonio y la familia, testimonió gran alegría y total don de sí, y una vida de fe y de servicio a los demás, según el Evangelio. Era cuidadosa en cumplir la voluntad de Dios, y estaba convencida de que «el amor debe ser total, pleno, completo y regulado por la ley de Dios, y debe durar para siempre en el Cielo«, y que casarse significaba «recibir el sacramento del amor, para convertirse en colaboradores con Dios, en la creación; de esta manera le podemos dar hijos que lo amarán y servirán«. A través de su maternidad, hizo un auténtico acto de amor y servicio a la humanidad.
Con profundo realismo cristiano aceptó los sufrimientos de la vida: «Es verdad, también habrás penas, pero si nos amamos siempre tanto como nos amamos ahora, con la ayuda de Dios, sabremos como enfrentarlas juntos«; «querido Pietro, nunca me hubiera imaginado cuánto uno debe sufrir para ser madre«.
La fiesta de santa Gianna Beretta Molla, beatificada y canonizada por Juan Pablo II, se celebra el 28 de abril.
Molla, Gianna Beretta, Love Letters to my Husband, prefacio, Nota 21, p. 15., Ed. por Elio Guerriero, Pauline Books and Media, Boston, 2002, p. 5. Versión original: Tuo Grande Amore Mi Aiuterá a Essere Forte.
Fuente: Somos Vicencianos
Nota: Las imágenes fueron colocadas para ilustrar la página, no corresponden a los momentos citados y han sido subidas desde la red.
Nota: Las imágenes fueron colocadas para ilustrar la página, no corresponden a los momentos citados y han sido subidas desde la red.
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