Un Plan de Vida Familiar es la intención reflejada en un modelo o proyecto, elaborado anticipadamente y plasmado por escrito. Tiene que estar bien pensado y estudiado, para poder llevar a cabo una vida ordenada, dirigida y encauzada hacia un fin determinado. También debe ser realista, coherente, conciso, claro y centrado. Debe tener bien definidos los tiempos, objetivos, medios a emplear, forma de analizar los resultados parciales y totales, los rumbos que va tomando y la forma de hacer las correcciones necesarias. Es visualizar el futuro y poner los medios necesarios, para alcanzar los objetivos propuestos.
El Plan de Vida Familiar debe abarcar los aspectos familiares, sociales, profesionales, intelectuales, religiosos, físicos, económicos, etc., y los elementos fundamentales de las virtudes y valores humanos, que deben presidir la vida familiar, tales como: Ahorro, austeridad, ayuda, bien común, coherencia, colaboración, comunicación, cooperación, compromiso, confianza, control, dialogo, disciplina, educación, ejemplo, esfuerzo, fidelidad, generosidad, honradez, justicia, lealtad, orden, organización, puntualidad, responsabilidad, sinceridad, verdad, etc.