Devocionario,Eucaristía
Señor, Dios, nos reunimos hoy en torno tuyo para celebrar nuestra existencia y alegrarnos por el don de la vida y pedir que ilumines a nuestros médicos y legisladores.
Por: Padre Jaime Heyd | Fuente: Organización Sacerdotes por la Vida
Por: Padre Jaime Heyd | Fuente: Organización Sacerdotes por la Vida
ORACIÓN INICIAL
Señor, Dios Todopoderoso y Creador nuestro, nos reunimos hoy en torno tuyo para celebrar nuestra existencia y alegrarnos por el don de la vida. Enséñanos a comprender y hacer comprender a los médicos y legisladores, cada vez más profusamente, que toda vida humana es sagrada, tanto LA DEL PEQUEÑO EN EL VIENTRE DE SU MADRE, como la del enfermo desahuciado ; la del niño lisiado o anormal, como la del adulto incapacitado; la del vecino, como la del hombre distante y lejano. Recuérdanos, Padre Celestial, que independientemente de la edad, raza, color o credo, cada persona ha sido creada a tu imagen y semejanza, y ha sido redimida por Cristo. Esto los hace inapreciables ante tu mirada. Enséñanos a ver a los demás a través de tus ojos para poder venerar, preservar y sostener el don de la vida en ellos, y emplear con mayor fidelidad la nuestra en tu servicio. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.
Respuesta: Amén.
Señor, Dios Todopoderoso y Creador nuestro, nos reunimos hoy en torno tuyo para celebrar nuestra existencia y alegrarnos por el don de la vida. Enséñanos a comprender y hacer comprender a los médicos y legisladores, cada vez más profusamente, que toda vida humana es sagrada, tanto LA DEL PEQUEÑO EN EL VIENTRE DE SU MADRE, como la del enfermo desahuciado ; la del niño lisiado o anormal, como la del adulto incapacitado; la del vecino, como la del hombre distante y lejano. Recuérdanos, Padre Celestial, que independientemente de la edad, raza, color o credo, cada persona ha sido creada a tu imagen y semejanza, y ha sido redimida por Cristo. Esto los hace inapreciables ante tu mirada. Enséñanos a ver a los demás a través de tus ojos para poder venerar, preservar y sostener el don de la vida en ellos, y emplear con mayor fidelidad la nuestra en tu servicio. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.
Respuesta: Amén.