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jueves, 23 de agosto de 2012

►LIBRO RECOMENDADO



Guía práctica de educación y sexualidad

(Por Mercedes Arzú de Wilson, Palabra)

Guía rigurosa, accesible y práctica sobre sexualidad humana. La autora aporta respuestas concretas e información científicamente contrastada, ayudando así a los padres a asumir y afrontar con éxito la educación sexual de sus hijos.

Cómo funciona la sexualidad humana; su evolución a lo largo de la vida; en qué consisten los anticonceptivos y cuáles son sus efectos; cómo aplicar el método Billings de planificación natural; cómo transmitir a los hijos el valor de la sexualidad humana...Todas estas cuestiones, entre otras muchas, reciben en esta Guía una explicación clara y profunda.

miércoles, 6 de junio de 2012

►Diez consejos para defender la vida humana




El Consejo de Gobierno de la Universidad Católica de Valencia 'San Vicente Mártir' ha aprobado un documento "para la reflexión y el diálogo constructivo en defensa de la vida humana más débil e indefensa",según fuentes de la Universidad.

A continuación ofrecemos los diez puntos del documento:

1. Aprende a amar la vida humana por pequeña, débil, o indefensa que parezca: la verdadera culminación del desarrollo humano son las personas que practican el amor y la misericordia hacia sus semejantes. Ama de manera especial a quienes padecen algún tipo de discapacidad o de déficit social. Déjate enriquecer por los que aparentan no aportar mucho.

2. En situaciones de conflicto protege siempre al más débil y huye de tomar decisiones irreversibles: un corazón verdaderamente humano se va muriendo cada vez que cede a la soberbia y a la prepotencia. Si las buscas, siempre encontrarás personas dispuestas a ayudarte para defender la vida de la que eres responsable.

3. Valora el tesoro que supone ser madre. Ninguna expresión de amor es tan fuerte como la generosidad de la madre hacia el hijo que nace en las entrañas. Sé muy agradecido con tu madre y con todas las madres.

4. Valora la responsabilidad de ser padre, el don incomparable que ello supone. Supera cualquier forma de machismo que ofende la dignidad de la mujer y rebaja al varón muy por debajo de su más elemental dignidad. Nunca mires a las personas de otro sexo como un objeto.

5. Cultiva la esperanza en tu corazón: cada niño o niña que comienza a vivir en el seno de una mujer es un regalo que Dios nos hace a todos. Nadie puede anticipar perfectamente cuánto bien está llamado a hacer. Nadie puede con justicia mirar al otro como un estorbo. Los niños y las niñas son la alegría de civilización. ¿Qué sería de nuestro mundo si la madre de Lincoln, la de Einstein, la de Marie Curie, la de Ingrid Bergman, la de Martin Luther King o la de Gandhi no hubiesen aceptado a sus hijos cuando estaban en sus entrañas? ¿O si la vida de alguien próximo que has conocido o querido hubiera sido rechazada desde su inicio?

6. Contribuye como ciudadano o como político a que las leyes ayuden a las personas a tomar las mejores decisiones. Rechaza cuantas hacen presión para que las personas decidamos de modo contrario a nuestra vocación al amor, a nuestra pasión por la dignidad de las personas y sus derechos humanos fundamentales, especialmente de los más indefensos, como son los niños y niñas antes de nacer. Localiza la falsa compasión que lleva a la equivocación y recházala de plano.

7. Admira el valor de las madres que aceptan seguir llevando adelante su maternidad en soledad. Apoya con todas tus fuerzas que pueda llevar adelante su deseo. Pide a la comunidad social y política que les ayude de modo eficaz.

8. No pierdas el tiempo juzgando o condenando a quienes se hayan equivocado por no respetar los derechos de los más débiles; que en tu calor y comprensión encuentren una ayuda para no volverlo a cometer y para ayudar a otros para que no se confundan. Ayuda a cuantas mujeres hayan podido pasar por momentos de angustia ante el temor de ser madres. Ilumina con delicadeza a cuantos han podido aconsejarles mal.

9. No separes el valor de la sexualidad humana de su responsabilidad con respecto a la vida. Los cuerpos de los hombres y las mujeres no son juguetes, ya que pueden colaborar con lo más grande que pueden hacer las personas: dar la vida a otras. Aprende a descubrir la maravilla que supone poder comprometer tu vida en matrimonio para traer responsablemente al mundo hijos que sean amados.

10. Sé fuerte para aguantar con paz las críticas de quienes te acusen injustamente de obrar sin amor. La verdad es capaz de imponerse a las ligerezas de la lengua si tu corazón se mantiene sereno y si tu inteligencia propone con perseverancia el verdadero bien que acompaña la vida humana más débil e indefensa. Confía en la fuerza del amor, de la razón, de los argumentos. Cuenta con la ayuda de Dios, del Dios que cuida de la vida de los pobres e indefensos. Rechaza completamente combatir la violencia a través de nueva violencia.





viernes, 18 de mayo de 2012

►LA SEXUALIDAD (PARTE 3)


La sexualidad: dimensión fundamental de la personalidad humana (III)

La sexualidad en si misma encierra un valor incalculable por el hecho de pertenecer a la intimidad de lo humano y abre la expresión al verdadero amor.

F. Argumento que explica la relación entre sexualidad y cultura

Como ya se ha explicado en el Principio de identidad, el ser humano es el único que puede elegir sus propios fines, es decir es un ser libre e inteligente. Su conducta no está condicionada de forma instintiva, ni obligatoria como sucede en el mundo animal. Lo natural es que el comportamiento de un hombre o de una mujer, se ajuste a la sexualidad masculina o femenina, que viene dada por los factores genéticos, hormonales, gonádicos, morfológicos, psíquicos, etc. de los que ya se ha hablado. Puede elegir entre en el ejercicio de actos sexuales, pero no puede elegir acerca de su identidad sexual. 

El ser humano en un ser cultural. La creación de cultura corresponde a su forma de ser. Es normal que haya influencias culturales que afecten en el proceso de identificación con la propia sexualidad que viven el niño y el adolescente. Pero el constatar que haya una cierta influencia no supone que el sujeto quede determinado por ella. Además esta influencia se da en un ser que ya está definido como hombre o mujer.(8) 

La sexualidad humana sí es “plástica” o moldeable por las elecciones libres que el individuo puede tomar y por los procesos culturales que forman la afectividad, aunque esta plasticidad tiene dos rasgos que se destacan siempre: la sexualidad biológica y la tendencia hacia la complementariedad sexual.(9) 

En resumen, se puede decir que, en la identificación sexual y la vivencia de la propia sexualidad, intervienen como en un puzzle, cinco piezas importantes: 

1. Unas tendencias instintivas de origen biológico que hay que respetar.
2. Una afectividad.
3. Unos factores socioculturales.
4. La realidad de la fundamentación ética natural del ser humano.
5. La libertad de cada sujeto. 

Aunque los cuatro elementos son importantes para tener la visión completa de esta realidad, la fundamentación ética natural, la afectividad y el elemento biológico habrán de ser definitivos para que la elección humana sea de realización.

G. Argumento desde la comparación de varias antropologías

El concepto de ser humano varía según el concepto de sexualidad que se tiene. Cambia por entero la definición antropológica y la concepción ética, lo que demuestra que no es un dato accidental, sino que se enclava en el corazón de la identidad del ser humano.

Como uno entiende la sexualidad humana, así entiende al ser humano. Algunos ejemplos de esta afirmación:

1. Freud consideró que la sexualidad humana era la explicación de todo comportamiento humano, siendo su única motivación. Describió unas clasificaciones fijas donde encajaría toda experiencia humana: la libido, el ego, el superego y el complejo de Edipo.

Para Freud, el ser humano se reduce a sus actos sexuales. Cualquier ser humano es igual a cualquier otro. Descontó la experiencia de felicidad fuera de sus categorías (por ejemplo, en su breve diagnosis de San Francisco de Asís, Freud dice que éste había “subvertido” su instinto sexual a un amor debilitado hacia sus hermanos). 

Su antropología explica al ser humano polarizado por el elemento sexual, como única explicación de sus actos. Su “ética” no podría explicar actos desinteresados como la piedad, la ayuda al desvalido, el cuidado de un enfermo, etc.

2. Reich, partiendo de la teoría freudiana y del marxismo, predicó que al liberalizar la sexualidad de las normas de la sociedad, se alcanzaría también la liberación de la persona. La liberación implicaría que el ser humano pudiese actuar según sus instintos sexuales incontrolables. 

Para Reich, el ser humano es una máquina que responde a ciertas estimulaciones. Marcuse siguió esta línea, y dijo que la libertad humana se alcanzaba cuando la plasticidad de la sexualidad se hacía total. Sus experimentos con niños en edad de kinder dejaron tristemente a muchas personas con serios problemas de adaptación social y esquizofrenias incurables.

3. M. Foucault en su Historia de la Sexualidad I habla de la sexualidad como una fuerza de poder. Interpreta la historia moderna como un intento del Estado de gobernar la sexualidad, pero este intento ha ido enfatizando y “creando” la sociedad. Según él, el ser humano no tiene identidad. Como la sexualidad es algo “plástico”(cambiante), también el ser humano lo es.

H. Argumentos desde la perspectiva psicológica.

1. El rechazo de la sexualidad es también rechazo del cuerpo. La no-identificación con su sexualidad es también búsqueda de no-identificarse con la sociedad. Por ejemplo, las personas que sufren tendencias homosexuales suelen dañarse a sí mismos con mucha más frecuencia que las personas que no sufren las mismas tendencias.(10) La homosexualidad suele iniciar en un rechazo de otra persona-modelo o rechazo de un grupo social, que afecta a la persona que sufre la tendencia a la homosexualidad y le lleva al rechazo de su propio ser.

2. Uno de los abusos más serios que puede sufrir un ser humano es la violencia sexual o el uso de su cuerpo como si fuera un objeto. Por ejemplo, está demostrado que la mayoría de las prostitutas [98%] sufren un trastorno psicológico originado por su “profesión”. 

3. La sexualidad, vivida desde el amor, ayuda a la integración de la persona. Maslow, fundador de la escuela de Psicología personalista, considera la sexualidad como un aspecto intrínseco de la maduración. Maslow descubre que el amor en las personas que él llama “autorrealizadas” (maduras) es un acto de donación al otro, un abandono al compañero sin reservas y sin intereses personales. El fenómeno comporta la esfera genital, aunque sin agotarse en ella, puesto que entre dos individuos puede existir una intimidad aunque sólo sea psicológica. Quienes se realizan, manifiestan la inclinación a amar y ser amados y lo hacen en su manera de vivir su sexualidad. Pueden vivir como célibes, cuya sexualidad se canaliza hacia un amor sin la unión sexual o pueden poner su sexualidad al servicio de amor de otro de sexo complementario. En tal caso, experimentan mayor gozo en el sexo, que postula una profunda estima del otro, el deseo de que alcance su plenitud y una aceptación de su personalidad. Según él, “el placer sexual de las personas que se autorrealizan puede ser muy intenso o pueden prescindir de él.”(11) 

4. Un estudio hecho en la Universidad John Hopkins demuestra que no es la cultura, ni la forma externa que uno tiene lo que determina la sexualidad, e incluso que es dañino “cambiar el sexo” (o cambiar las características biológicas de un sexo para hacer la persona aparecer como otro) pues provoca falta de identificación en el sujeto.(12) 

I. Otros argumentos varios desde el sentido común:

1. Un río se define como un torrente de agua que fluye dentro de un cauce. Se necesitan dos orillas, para que el río exista. Esto es como la sexualidad: una fuerza tremenda, pero que corre dentro de unos cauces: el amor libre e inteligente y la apertura a la vida.

2. No se entiende lo que es un hombre sin conocer qué es una mujer. Para poder decir “yo” uno tiene la necesidad de tomar en cuenta al otro de sexo complementario. La diferencia es para la unidad, no para la separación. 

3. Un acto de violencia sexual es mucho más grave que un acto de violencia de otro tipo, y las secuelas psicológicas que deja son más serias, porque se ha dañado algo esencial de la persona humana, no sólo una parte de su cuerpo. 

4. El cuerpo revela el ser humano y le revela siempre como hombre o como mujer.


Conclusiones 

1. Definición de sexualidad: La sexualidad humana es el conjunto de características que abarcan y expresan a todo el ser humano, en la unidad de su cuerpo y de su espíritu, y que le configuran como hombre o como mujer. No existe el ser humano “neutro”, sólo se es ser humano, como hombre o como mujer, es decir como un ser sexuado El ser humano se define como la unidad personal sexuada de espíritu y cuerpo. La sexualidad humana es una dimensión fundamental del ser humano porque es necesaria para identificar al ser humano como tal. La sexualidad es una dimensión fundamental de toda la personalidad humana y por ello está íntimamente relacionada con la afectividad, la capacidad de amar y la aptitud para relacionarse con los demás.

2. El ser humano es, pues, un ser sexuado y tal sexualidad no es unívoca en su expresión, sino tiene dos nombres: masculina o femenina. La sexualidad “diferencia” a seres humanos con igual dignidad (valor), que experimenten la vida humana de modos diferentes. Tal diferencia no es sólo material, sino que toda la experiencia y la autoconciencia del sujeto pasan a través de la realidad de ser hombre o de ser mujer. La sexualidad es pues la capacidad de vivir según el propio sexo.

3. Los actos así llamados “sexuales” son algunas expresiones, particularmente significativas, de la sexualidad pero la sexualidad humana no se puede reducir a la mera “actividad sexual”: es una dimensión que abarca a todo el ser humano, íntimamente ligada a su libertad y a su capacidad de amar.

4. La voluntad humana no puede “recrear” la sexualidad humana, porque tendría que recrear al ser humano. Por ejemplo: las operaciones de cambios de sexo no cambian la sexualidad de esa persona, solamente se opera un cambio en el nivel gonádico, pero cada una de las células de su cuerpo sigue teniendo otra información genética diferente. La libertad humana no es absoluta, porque no “puede” decidir sobre aquello que nos viene dado, es decir que nos hace precisamente ser lo que somos: seres humanos sexuados.

5. La sexualidad es una realidad de por si valiosa por el hecho de pertenecer a la intimidad de lo humano. Evidentemente no tiene solamente valor por cumplir la finalidad biológica reproductiva, sino que vale por sí misma, como es expresión del amor humano, es por sí misma buena. Esa integración de las diferentes dimensiones es característica de todo lo propiamente humano. Ocurre también así, por ejemplo, con la sonrisa. Definir la sonrisa como podrían hacerlo la fisiología o la psicología (una determinada contracción de los músculos de la cara, o un tipo de respuesta a determinados estímulos positivos) es claramente verdadero, pero insuficiente. Sonreír también es afirmación, alegría, acogida, amistad hacia alguien; en definitiva, es un gesto que expresa y realiza sentimientos y algunos actos propios del amor.

6. Como unidad personal sexuada de espíritu y cuerpo, la vivencia humana de la sexualidad también ha de conducirse por las facultades superiores que dignifican al ser humano; es decir aunque contamos con un sustrato biológico natural, no son sólo los instintos quienes nos guían, sino una libertad inteligente que es capaz de elegir el bien, y actuar por amor. La sexualidad, aislada de la inteligencia, se independiza de ella, por ser uno de los impulsos más fuertes del hombre. En ese caso se deshumaniza, y deshumaniza al hombre mismo, atándolo a unos deseos que no tienen nada de libre en cuanto que le arrastran determinísticamente. En cambio, armonizada con las restantes dimensiones del espíritu, contribuye a la armonía del ser humano y encuentra su sentido humano: la donación recíproca del hombre y la mujer. 

7. La diferenciación sexual (sexualidad) es un modo de ser como ser humano, de estar y de comportarse. Pretender igualar en este aspecto a hombres y mujeres es fruto de un idealismo carente de sentido común que niega la realidad. El isomorfismo no es real. Es además un acto de injusticia, porque es la diferencia sexual la que configura a la humanidad.

.........
(8) POLAINO-LLORENTE, Aquilino, Sexo y Cultura, 3ª Ed., RIALP, Madrid, 1999, pp 173-174: “En síntesis, naturaleza y cultura no sólo coexisten y se hacen corresponsables de la conducta sexual humana, sino que, una y otra, son entre sí interdependientes, hasta el punto de que los efectos causados por una reobran en la otra y viceversa. Y a la inversa, algo muy parecido a lo anterior puede acontecer cuando por efecto de los cambios operados en la naturaleza se modifica su significación cultural.” 

(9)La complementariedad sexual es un rasgo innato a la sexualidad porque nuestra sexualidad tiene como fin natural la unión con el otro sexo complementario, aunque por la libertad personal y por otros factores socio-culturales que tocan a la afectividad, es posible moldear cómo uno ve quién es complementario. Por ejemplo, personas con tendencias homosexuales frecuentemente las han desarrollado por el rechazo de otros de su mismo sexo, identificándose con el otro sexo (más en el caso de los hombres) o por el rechazo del sexo complementario, por experiencias con estos que han sido penosas (más en el caso de las mujeres). Cfr, teoría “EBE”, BEM, D., Exotic Becomes Erotic: A Developmental Theory of Sexual Orientation, Psychological Review 1996. Vol. 103, No. 2, 320-335. Por el rechazo de lo natural, consciente o inconscientemente, vuelven a su mismo sexo para encontrar al amor verdadero, donde todavía buscan una “complementariedad" sexual, simulada por el vestir, los gestos más masculinos o femeninos y los papeles que toman en una relación más estable. Cfr. J. Michael Bailey, Peggy Y. Kim, Alex Hills, Joan A. W. Linsenmeier, Butch, Femme, or Straight Acting? Partner Preferences of Gay Men and Lesbians, Journal of Personality and Social Psychology, November 1997 Vol. 73, No. 5, 960-973.

(10) Entre otros, nos referimos a: Dunedin Multidisciplinary Health and Development Study, Keren Skegg, Shyamala Nada-Raja, parte de un estudio de 946 jóvenes que nacieron entre 1972 y 1973 en Dunedin, Nueva Zelanda. Aunque la sociedad neo-zelandesa acepta el comportamiento homosexual, según este estudio, hombres que sienten tendencias homosexuales tienen cinco veces mayor probabilidad de dañarse a sí mismos que hombres sin las mismas tendencias. Y mujeres con tendencias homosexuales tienen más del doble de probabilidad de hacerse daño. 

(11) MASLOW, Motivation and Personality, Harper and Row, New York, 1970, pp. 187–188. Nota: en este libro, Maslow hace una distinción artificial entre el amor y la sexualidad, para distinguir con claridad entre los actos sexuales (que él llama la sexualidad) y lo que realiza al ser humano (el amor). 

(12) Reporte de John Hopkins University Children´s Center Studies de internet.



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Fuente: Mujer Nueva

►LA SEXUALIDAD (PARTE 2)


La sexualidad: dimensión fundamental de la personalidad humana (II)

La sexualidad es una dimensión fundamental de la persona humana, el hombre o la mujer no son sexo, son personas sexuadas. Presentamos argumentos que avalan esta verdad.

II. Argumentos para explicar por qué es así

A. Argumento de la presencia del componente sexual en todos los niveles del ser humano 

Esta afirmación se comprueba al observar cómo la sexualidad se halla presente en todos los niveles que configuran la totalidad del ser humano:

1. Sexo genético.

Todo ser humano pertenece al sexo masculino o femenino desde el primer momento de su vida, cuando está todavía constituido por una célula derivada de la fusión del espermatozoide con la célula huevo u ovocito secundario. Si un individuo (vamos a decir "ser humano") tiene 44 cromosomas más dos cromosomas sexuales X, es de sexo femenino; si posee 44 cromosomas más un cromosoma X y otro Y, es de sexo masculino. Los 46 cromosomas están emparejados de dos en dos formando 23 parejas.

2. Sexo gonádico.

En torno a la sexta semana de vida intrauterina (hacia el fin del segundo mes de embarazo), el embrión posee una gónada todavía indiferenciada que es capaz de transformarse en testículo u ovario. Si en su patrimonio genético se halla el cromosoma Y, es decir, el individuo es genéticamente varón, la zona central de la gónada se desarrollará diferenciándose en testículo, que empezará muy pronto a producir hormonas masculinas, llamadas “andrógenos”. Cuando falta el cromosoma Y / o el gen “TDF” que se encuentra al final de este cromosoma, el individuo es genéticamente mujer y desarrollará la parte externa de la gónada, que se diferenciará en ovario y se poblará de un número enorme de folículos llamados «primordiales» (6 ó 7 millones), cada uno de los cuales contiene una célula huevo. La mayor parte de estos folículos sufrirá una involución, con lo que su número se reducirá a 1 ó 2 millones en el nacimiento y a 300.000 ó 400.000 en la pubertad.

3. Sexo morfológico.

Los órganos genitales internos masculinos son los conductos seminales, las vesículas seminales, la próstata y la uretra, mientras que se consideran órganos genitales externos el pene y el escroto. En la mujer son órganos genitales internos las trompas, el útero y la vagina, y órganos genitales externos los labios mayores y menores.

En torno a la octava semana de vida intrauterina los órganos genitales internos y externos del embrión están todavía indiferenciados: si está presente el testículo (sexo gonádico masculino), gracias a los andrógenos producidos por él, los genitales se desarrollarán en sentido masculino; si no está presente el testículo, el desarrollo de los genitales se operará, en cambio, en sentido femenino. Es, pues, la presencia o ausencia de los andrógenos testiculares la que determina la morfología de los genitales externos e internos del que va a nacer. El sexo del embrión ya es reconocible desde la decimocuarta semana de vida intrauterina.

4. Sexo de educación o social

El niño, al nacer, es denominado varón o hembra según el aspecto de los genitales externos: desde ese preciso momento será educado por los padres según el sexo que se le ha atribuido (baste pensar en los colores escogidos para su primer vestido en función de su sexo). El concordar armonioso del sexo genético, gonádico, morfológico y de educación o social hará que el niño desarrolle precozmente, dentro del primer año de vida, la identidad sexual, esto es, se identifique a sí mismo como varón o hembra.

5. Sexo fenotípico

Constituye el conjunto de características que hacen que un individuo pueda ser definido por el aspecto exterior, como varón o hembra. Aparte de la estructura de los genitales externos, que ya en el nacimiento nos permiten distinguir a un niño de una niña, el resto de los caracteres sexuales (llamados también «secundarios» para distinguirlos de los caracteres «primarios»), determinados por la diferenciación de las gónadas (sexo gonádico) y de los genitales internos y externos (sexo morfológico), se observan claramente en el momento de la pubertad.

6. Sexo psíquico

Además de ser varón o hembra desde un punto de vista cromosómico, gonádico, morfológico y fenotípico, el hombre y la mujer lo son también desde un punto de vista psíquico. La mujer se reconoce y se siente como mujer y tiene preferencias sexuales por los varones y viceversa: el hombre tiene identidad sexual masculina y preferencia sexual por las mujeres.

Mientras que la identidad sexual se establece precozmente, desde la primera infancia, las preferencias sexuales se manifiestan más tarde, de manera clara en la pubertad. El sexo psíquico masculino o femenino está determinado por factores biológicos (el sexo genético, el sexo gonádico, etc.), pero también por factores que vienen de su ambiente familiar y social. Por este motivo, los trastornos de identidad sexual tienen una génesis múltiple: además de supuestas alteraciones biológicas, revisten gran importancia otros factores que tienen que ver con el mundo afectivo. 

Por lo que concierne a la influencia de los factores biológicos sobre la diferenciación psíquica, se cree que las hormonas sexuales (los andrógenos en el varón y los estrógenos en la mujer) influyen directamente en el desarrollo del cerebro. Esta influencia comenzaría ya en el estadio embrional: se ha constatado que las chicas expuestas en el útero a la acción de hormonas masculinas manifestaban actitudes "varoniles”, preferían juegos y atuendo masculinos, pero sin alteraciones en la expresión de su sexualidad en relación con el sexo complementario, es decir en sus preferencias sexuales(3). El desarrollo del sexo psíquico o desarrollo psico­sexual comienza ya durante la infancia, pero asume características propias de la edad adulta sólo en el período de la adolescencia.

Para que se dé la identidad de cada ser humano, como hombre y como mujer, se necesita una integración armoniosa entre todos sus niveles. 

La constatación de esta realidad nos permite afirmar que la sexualidad humana no es una característica accidental (es decir accesoria, que se puede dar o no), sino que es fundamental para la definición de lo que es un ser humano, como lo es por ejemplo, su racionalidad. Ser hombre o ser mujer no es sólo un dato biológico, un añadido secundario que colorea la propia existencia, sino un hecho originario y original:

1. Originario, ya que la existencia personal no puede dejar de pasar desde su origen, esto es, desde la concepción a través de la experiencia de la masculinidad o de la feminidad.

2. Original, en cuanto que el ser hombre o mujer es una experiencia muy diferente a ser macho o hembra para un animal.

El hombre y la mujer no tienen un sexo, son su sexualidad, porque la sexualidad es estructural en lo corpóreo, psíquico y espiritual. No es únicamente una función del cuerpo. 

B. Argumento de la ética: todos los actos sexuales tienen una connotación ética buena o mala.

La sexualidad humana es una dimensión fundamental del ser humano, íntimamente ligada a la experiencia ética, que es la forma propia de ser del ser humano que le diferencia de cualquier otro ser del universo, su característica definitoria. Todos los actos sexuales son actos humanos en los que interviene la libertad de decisión y por ello se experimentan espontáneamente como buenos o malos, es decir con una connotación ética. 

El comportamiento sexual ha sido siempre calificado desde una normativa ética, cualquiera que sea la cultura que lo estudie. A pesar de los muy variados intentos de liberación sexual la sujeción de la sexualidad humana a una norma ética (en contra de lo afirmado por la permivisidad social) ha sido un hecho incontrovertible en todas las culturas de todos los tiempos donde se ha estudiado el comportamiento humano. 

Esta valoración ética de la sexualidad manifiesta su profundo arraigo en la persona misma. Actos indiferentes a quienes somos, como la respiración o el dormir, no tienen en sí una valoración ética. Los actos sexuales la tienen siempre, lo que demuestra que provienen de una dimensión que toca a nuestra identidad no sólo corporal, sino también espiritual y, por eso, su vivencia afecta a lo que somos.

C. Argumento por la experiencia universal de la intimidad humana que custodia la interioridad

La libertad inteligente es la facultad que diferencia al ser humano del mundo animal. El ser humano advierte la existencia de esta capacidad en su interioridad(4) de la cual sólo él es dueño, y a la que nadie puede acceder si él no se lo permite. Su interioridad es como un tesoro, que le posibilita amar y ser amado, es decir darse y recibir la donación de la persona del otro. La interioridad se experimenta como algo íntimo, que se protege. 

Al estar íntimamente relacionada la dimensión sexual con el “yo personal” y la capacidad de donarse en cuerpo y espíritu, el ser humano protege, de forma particular, las zonas corpóreas que expresan externamente la misma sexualidad. A este sentimiento de respeto y cuidado, que es algo natural, se le llama pudor. La intimidad corporal sólo se muestra a quien uno abre también su interioridad.

Este sentimiento natural de pudor demuestra que instintivamente el cuerpo humano revela una intimidad. La tendencia espontánea a proteger la intimidad de miradas extrañas también afecta al cuerpo. La sexualidad se experimenta como algo ligado a la interioridad, como algo, por lo tanto, muy valioso. El ser humano se viste para proteger su indigencia corporal del medio exterior pero también lo hace porque su cuerpo forma parte de su intimidad, y no está disponible para cualquiera. El vestido sirve, además, para mantener el cuerpo dentro de la intimidad. 

En todas las culturas existen diferentes formas de cuidar el pudor, aun en las tribus más lejanas a la civilización occidental, en las que se muestran hombre y mujer, casi desnudos. El pudor se manifiesta por el cuidado de miradas, posturas y lugares particulares designados para expresiones de la intimidad de la persona.

Por ejemplo, los indios yanomami del Amazonas, apenas se cubren con un poco de tela los órganos genitales, pero muestran su pudor a través de otras costumbres, como la de que el hombre nunca puede dirigirse a una mujer mirándola a los ojos, excepto a su esposa. 

El nudismo completo no es algo natural, porque supone la renuncia a la intimidad que es custodia de su interioridad. Ningún animal se cubre, sólo el ser humano porque posee intimidad, porque es un ser espiritual. El negar la intimidad humana, conduce a convertir el cuerpo en un algo y no reconoce al alguien. 

Naturalmente se conoce la relación íntima entre la expresión externa de la sexualidad y la interioridad donde se custodia la libertad personal. No reconocer esta relación íntima nos presenta un sexo divorciado de quienes somos, vivido de forma reductivista, a nivel corpóreo.

D. Argumento basado en la identificación personal(5) 

La identidad sexual no se adquiere en el vacío, no es algo que se lleve bajo el brazo, ni tampoco algo caído del cielo con lo que la persona se encuentra. No existe identidad personal sin identidad sexual. Y la interacción entre ambas es continua a lo largo de toda la vida. La sexualidad humana es dato imprescindible para que un ser humano sepa quién es él mismo, se identifique como hombre o como mujer. La identificación personal es básica para tener un mínimo de seguridad personal. La incertidumbre acerca de quién soy, es de las que más daña a la persona y le resta fuerza vital para proyectarse y establecer otras relaciones. Este conocimiento personal se apoya en el dato primario de la propia sexualidad, por lo tanto, la sexualidad humana es una dimensión fundamental para la definición humana.

El desarrollo de la sexualidad no sólo alcanza todos los niveles del ser humano, sino que crece con el desarrollo de la misma identidad del sujeto.(6) En todas las sociedades, tradicionalmente se reconoce la diferencia sexual como un elemento importante para el desarrollo de la misma sociedad, tanto en términos numéricos (cuántos sujetos adultos forman esa sociedad) como en términos de productividad. Los ritos tradicionales que marcan el paso de un niño o niña a la etapa adulta, como hombre o mujer, presuponen el haber alcanzado la madurez que le permite formar (procreación) y mantener una familia. Estos ritos van acompañados de ciertos signos, celebraciones o pruebas de madurez. Cambia la forma de vestir, el lugar de vivir, las ocupaciones y el trato que se le da a partir de ese momento. Esas tradiciones reconocen externamente lo importante que es el desarrollo sexual de un ser humano, para la misma sociedad y para ayudarles a crecer en su identificación y en las responsabilidades que asumirán de acuerdo con su sexualidad.(7) 

E. Argumento de la relacionalidad

El ser humano necesita relacionarse con otros seres humanos. En todas sus relaciones tiene que tener en cuenta el dato fundamental de su propia sexualidad y de la sexualidad del otro. Sólo así pueden establecerse relaciones entre hombres y mujeres en muy diferentes grados y matices: esposos, amigos, padre-hija, madre-hija, jefe-empleada, etc. No se podrían establecer relaciones con “seres neutros”. Si la diferencia sexual no fuese esencial en la definición del ser humano, la relación con el otro se instauraría independientemente de ella.

.........
(3)Los efectos de estar expuesta a altos niveles de testosterona en el desarrollo intrauterino se demuestran en diferentes grados según el estudio: In a group of 58 children born in 1996 and 1997, COHEN, Simon Baron, Cambridge University and colleagues.

(4) Ningún cautiverio, prisión o castigo es capaz de suprimir este nivel. El ser humano no tiene libertad, sino que es libre. Esta libertad interior, es la que nos permite hablar de la dignidad del ser humano y, desde ella, cada uno es la fuente de su actuar. Es la base de los derechos naturales del ser humano. De ella brotan los derechos a la libertad de expresión, al derecho a la libre discusión en la búsqueda de la verdad; el derecho a la libertad religiosa, el derecho a vivir según las propias convicciones éticas, o al proyecto vital que uno elija.

(5) Hombres y mujeres son diferentes: lo primero que destaca cuando veamos a otro es esa diferencia. Si estando en un café, a mi lado se sienta alguien de quien no puedo adivinar que sexo es por la ambigüedad en su forma de vestir, hablar... lo natural es que me ponga nervioso. Saber el sexo de la otra persona es saber algo importante de ella y además me permite saber cómo relacionarme. 

(6) POLAINO-LLORENTE, Aquilino, Sexo y Cultura, 3ª Ed., RIALP, Madrid, 1999, p. 98–99: “(...) entre la identidad sexual y la identidad personal, hay siempre, cuando menos, un poderoso e invisible haz de hilos conductores que las aúna, hasta el punto de no poder distinguirse del todo una de otra. En realidad, no puede establecerse una prioridad entre ellas, pues aunque la primera se prolonga en la segunda, ésta última contribuye de forma poderosa a configurar aquélla.” 

(7) Ejemplos: en las islas Fiji los niños tienen el pelo largo siempre y sólo se les corta en el rito de iniciación a los catorce años; en la cultura judía, el Bar-Mitzvah es el rito de paso a la participación de adoración total, ya como un adulto.



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No es una novedad el sexo; hemos aprendido a verlo y a vivirlo,desde que nacemos somos niños o niñas,antes de conocerlo.


I. ¿Qué es?

Cada ser humano es una unidad personal sexuada de espíritu y cuerpo; y cada ser humano, en su existencia concreta, es hombre o mujer. La sexualidad del ser humano se expresa en todas las dimensiones de su personalidad: cuerpo, psique y espíritu. Es principio fundamental de identidad. La fusión de un óvulo femenino y un espermatozoide masculino da origen a un ser humano sexuado. Este ser crece naturalmente, ya desde el inicio, como un hombre o como una mujer. Para entender mejor quién es el ser humano y cómo alcanza su realización, es necesario entender en qué consiste su sexualidad y cuál es el fin de la misma. 

La sexualidad animal muestra que los elementos masculinos y femeninos permiten la reproducción y la supervivencia de la especie. El sexo biológico diferencia a unos individuos de otros dentro de la misma especie, en su cuerpo y en su actuar, para la continuidad de la especie. Es la sexualidad la que define ciertos comportamientos propios del macho o de la hembra y que tienen que ver, por ejemplo, con la alimentación, protección de las crías, etc.

La sexualidad humana comparte con la sexualidad de los mamíferos algunos rasgos importantes: el desarrollo del sexo cromosómico, gonádico, morfológico y fenotípico que tiene como fin natural la reproducción y propone a la especie tareas diferenciadas para facilitar la supervivencia humana que provienen de sus cualidades naturales. Por ejemplo, la mujer puede alimentar a la cría de modo natural aunque esto no quiere decir que esté obligada a ello. Es una realidad que la biología le ofrece esta posibilidad sólo a ella, a partir de la diferenciación sexual.

Para descubrir que la sexualidad es una dimensión fundamental del ser humano, hay que considerar los siguientes niveles de la sexualidad humana: cromosómica, gonádica, morfológica, socio-cultural o educacional, fenotípica y psíquica. 

El sexo cromosómico configura genéticamente al ser humano como varón o como hembra. Todo ser humano pertenece al sexo masculino o femenino desde el primer momento de su vida en que está constituido por una célula derivada de la fusión del espermatozoide con el óvulo. Si un ser humano tiene 44 cromosomas más dos cromosomas sexuales X, es de sexo femenino; si posee 44 cromosomas más un cromosoma X y otro Y, es de sexo masculino. Los 46 cromosomas están ajustados de dos en dos formando 23 parejas. 

En este ser que crece en el útero, el primer rasgo anatómico de su sexualidad que se desarrolla es el sexo gonádico. La gónada es la glándula genital que elabora las células reproductoras (óvulos o espermatozoides). En torno a la sexta semana de vida intrauterina, el embrión posee una gónada todavía indiferenciada que es capaz de transformarse en testículo u ovario. Si en su patrimonio genético se halla el cromosoma Y, es decir, si es genéticamente varón, la zona central de la gónada se desarrollará diferenciándose en testículo, que empezará muy pronto a producir hormonas masculinas, llamadas andrógenos. Si el ser humano es genéticamente mujer, se desarrollará en cambio la parte externa de la gónada, que se diferenciará en ovario y se poblará de un número enorme de folículos llamados «primordiales» (6 ó 7 millones), cada uno de los cuales contiene una célula huevo. 

El sexo morfológico (los órganos genitales internos y externos), en torno a la octava semana de vida intrauterina del embrión está todavía indiferenciado. Si está presente el testículo (sexo gonádico masculino), gracias a los andrógenos producidos por él, los genitales se desarrollarán en sentido masculino; si no está presente el testículo, el desarrollo de los genitales se operará, en cambio, en sentido femenino. El sexo del embrión ya es reconocible desde la decimocuarta semana de vida intrauterina. Los órganos genitales internos masculinos son los conductos seminales, las vesículas seminales, la próstata y la uretra, mientras que se consideran órganos genitales externos el pene y el escroto. En la mujer son órganos genitales internos las trompas, el útero y la vagina, y órganos genitales externos los labios mayores y menores. 

El niño, al nacer, es denominado varón o hembra según el aspecto de los genitales externos: desde ese preciso momento será educado por los padres según el sexo que se le ha atribuido (en algunas culturas, por ejemplo los colores escogidos para su primer vestido se harán en función de su sexo). Este aspecto de la sexualidad se llama sexo socio-cultural o sexo de educación porque ayuda a concordar armoniosamente el sexo genético, gonádico, morfológico y de educación o social lo que hará que el niño desarrolle precozmente, dentro del primer año de vida, su identificación consigo mismo como varón o hembra. 

La niñez de un ser humano termina con la pubertad cuando se desarrolla su sexo fenotípico. Éste es el conjunto de características que hacen que un individuo quede definido por el aspecto exterior (fisiológico) como varón o hembra. Aparte de la estructura de los genitales externos, que ya en el nacimiento permiten distinguir a un niño de una niña, el resto de los caracteres sexuales (como el desarrollo de la figura femenina o masculina, cambio de tono de voz, etc.) se terminan de desarrollar con la edad. Se llaman caracteres «secundarios» para distinguirlos de los caracteres «primarios» (sexo gonádico y morfológico).

Además de ser varón o hembra desde un punto de vista cromosómico, gonádico, morfológico y fenotípico, el hombre y la mujer lo son también desde un punto de vista psíquico. La mujer se reconoce y se siente como mujer y tiene tendencias sexuales hacia los varones y viceversa. Mientras que la identidad sexual se establece rápidamente desde la primera infancia, las tendencias sexuales se manifiestan de manera clara en la pubertad. El sexo psíquico masculino o femenino está determinado por factores biológicos (el sexo genético, el sexo gonádico, etc.), pero también por otros factores que influyen en él en su desarrollo afectivo ligados al desarrollo del niño. 

En la sexualidad humana se observan significativas diferencias en relación a la sexualidad puramente biológica. Es una dimensión fundamental de la identidad enraizada en el espíritu humano. Su cuerpo no es vehículo de su espíritu, sino que es la revelación de su unidad personal de espíritu y cuerpo. Su feminidad o su masculinidad impregna su percepción del mundo y las relaciones que establece con él, a través de su libertad inteligente y sus decisiones. 

El sexo socio-cultural(1) y el sexo psíquico(2) son dimensiones que expresan la realidad humana que va más allá del elemento biológico. La identidad sexual se produce cuando uno descubre la relación adecuada que ha de existir entre la realidad objetiva de su cuerpo sexuado y la vivencia subjetiva de su sexualidad. Si uno es hombre, percibe su identidad como hombre. Si esta identificación no se da, hay una anomalía o desajuste en la personalidad.

El conjunto de factores educativos, familiares, sociales, y circunstancias personales que influyen en el desarrollo de un ser humano sexuado, influye en la configuración de su personalidad y de su individualidad, pero siempre como hombre o como mujer. 

Siendo el ser humano un ser social, no sólo se identifica consigo mismo y con su sexo, sino que otros (con los que convive) le identifican por su sexualidad. Cuando uno se encuentra con otro ser humano, la primera constatación que hace, casi sin pensar, es acerca de la sexualidad del otro e intuitivamente adapta su manera de comportarse según sea hombre o mujer.

Como mujer o como hombre, aprende a relacionarse y a amar a los demás. No se puede hacer de la sexualidad humana una actividad externa a la persona. Se expresa en todos sus actos y, por ello, no puede ser objeto de uso. Usar la sexualidad implicaría también usar al ser humano que se identifica con ella. Cualquier práctica que intenta usar al ser humano (como la prostitución, la pornografía, y la violencia sexual) niega el fin del ser humano y tiene consecuencias serias en su psicología, en su cuerpo y, sobre todo, en su espíritu.


..............
(1) Sexo socio-cultural: por el que uno identifica a otros como hombres o como mujeres por su manera de vestir, comportarse, hablar etc. de acuerdo a las costumbres culturales aprendidas, como un medio para poder expresar la identidad y los comportamientos de hombres y mujeres. 

(2) Sexo psíquico: por el que uno se identifica con su propia sexualidad tanto en su fisiología como en las tendencias naturales que se derivan de ella.



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martes, 24 de enero de 2012

►Diálogo entre madre e hija: La sexualidad


En una época dónde hablar de sexualidad parece lo más natural, ¿por que no hablar con tu hija de lo que significa el respeto al propio cuerpo?

“Si la educación de la sexualidad toca lo más íntimo de la persona humana, entonces, debe ofrecerse de manera delicada, oportuna y gradual, a niños, adolescentes y jóvenes, preferentemente en el ámbito familiar, tendiendo siempre a la formación integral de la persona.”

- José Antonio López Ortega


Hoy, muchas ideas alrededor de la sexualidad parecen tan “modernas” y naturales, que pueden hacer dudar sobre los propios principios y convicciones. Y si a ti como adulta se te hace difícil, imagínate las enormes cataratas a las que deben enfrentarse tus hijas adolescentes. Hablarles de virginidad, “hoy” que todo es tan moderno y ligero, no es nada sencillo. Es un verdadero trabajo y debes hacer uso de tu ingenio como madre, para lograr hundir en ellas la decisión de permanecer limpias y puras hasta que el momento del matrimonio llegue.

Entonces, ¿Cómo hablarle a tu hija de la virginidad en esta época tan cargada de sensualidad y modas ajustadas? ¿Cómo responderle y estar preparada con argumentos inteligentes que la harán pensar y decidirse a tener el coraje de conservarse virgen? Y ¿qué es ser virgen?, ¿cómo afecta a la psiquis y espiritualidad de una mujer el que se conserve toda pura hasta el momento de ser esposa? Sin lugar a dudas amiga, si eres madre de una niña o varias llegará el momento en que este tema tendrá que ser tratado con armas, seguridad y confianza con tus hijas.

El descubrimiento de la propia sexualidad

“Mamá, acabo de conocer al hombre que será el amor de mi vida!

Lo primero que como mamá te pasara por la cabeza será: ¡Dios mío no puedo dejar sola a esta niña! Tú ya sabes de lo que hablo, pues fuiste joven una vez y te enamoraste perdidamente. Y cuando se tiene apenas 15 o 16 años se quiere saber y experimentar todo, y la imaginación anda muy despierta. Por eso es muy importante que hables con tu hija y le digas que debe enfrentar con ese primer amor. Debes ser muy delicada y comprensiva para abordar el tema y hacerle reflexionar en los siguientes consejos:

- Ese chico podrá estar enamorado de ti, pero recuerda que cada vez que se despida, observará la forma en que te das tu lugar y hasta donde le permites llegar. Los besos, abrazos y caricias pueden hablar bien o mal de tu persona.

- Recuerda hija, que eres muy joven y estas descubriendo tu propia intimidad, y las emociones hasta hoy desconocidas para ti a través de los encuentros que vas teniendo con él. Todo lo que sientes, es natural y forma parte de descubrirse así misma. Todo esto que es tan hermoso y lleno de ilusiones esta en tu naturaleza, ahora, en tus manos quedará decidir hasta donde quieres llegar, y sobre todo, hacer valer tu dignidad de mujer y el respeto que te debes a ti misma.

- El ser novia también significa ser amiga. Vive con ilusión este ideal y recuerda que tu noviazgo será valioso cuando, además de la atracción física que sientan, nazca esa amistad sólida y fecunda que marca los amores verdaderos.


Imaginando un diálogo amoroso con tu hija: El propio respeto

“¿Te has enamorado?…Entonces llegó la hora de decidirte por conservar siempre la seguridad y el respeto hacia ti misma”

Estar enamorada, incluye también, alcanzar la madurez de una mujer joven para no dejarse llevar por las pasiones y los instintos. ¿Qué es el respeto a ti misma? Sobre todo, es tener la capacidad de apreciarte como una joya valiosa; como una obra humana de extraordinario valor. Un valor tan grande tienes y un lugar tan especial mereces en la vida de tu gran amor, que serás lo suficientemente inteligente para cuidarte, para proteger tu inocencia, para no querer probar los momentos reservados para el matrimonio antes de tiempo. No sé como explicártelo, pero es tan hermoso y vale tanto la pena saber esperar.

Si te tienes verdadero respeto, comprenderás lo valioso que es tu cuerpo como mujer joven, reflexionarás profundamente en tu corazón cada uno de tus actos. Verás a través de esta emoción que te llena el alma, el nacimiento de un verdadero sueño de amor, pues comenzarás a proyectarte hacia el futuro. Y ¿que hay en ese futuro?: la fundación de tu propia familia, motor de la sociedad. Imagínate en la responsabilidad que más adelante tendrás como esposa y madre. ¿No vale la pena entonces pensar muy bien, antes de hacer algo que más adelante puede costarte muchas lágrimas?

Cuando estas enamorada se ponen a prueba tus convicciones, tu fuerza de mujer joven y tu fortaleza, pues primero tienes que aprender a amar con tu inteligencia. Es la escuela de la prudencia. Nada de carreras,. El primer amor te permite ir descubriendo a la mujer recién estrenada en ti, caracterizado por ese impulso o instinto natural que todos tenemos. Es una oportunidad para conocer el amor y como se aprende a dominar el propio instinto; una oportunidad para hacer una experiencia de vida y ser más fuerte e íntegra, siendo siempre pura.


El Diálogo sigue…: La relación con el sexo opuesto

¿Te imaginas? – El, ¡se ha fijado en mí!

Hay tanto que descubrir y aprender cuando por primera vez se produce un encuentro sentimental con un chico. Es muy importante, que vigiles como te comportas y hasta coqueteas, la ropa que te pones y los lugares a los que asistirás con ese amor tan especial. No provoques situaciones en las que te veras obligada a defender tu pudor o a poner un alto a las manifestaciones de cariño. No llegues al punto en que corres el peligro de olvidarte de ti y caer en una trampa de la que no podrás escapar.

Recuerda amiga, que cuando “ligas”, “amarras” o andas con alguien, ese chico no solo vera tu cara bonita o tu cuerpo (si es que te toma en serio, te respeta y te aprecia como persona). Ese chico observará tus valores y tus convicciones. Si tu piensas en él como tu futuro esposo, el podrá ver en ti a su futura esposa. Y ¿qué quiere un hombre? Sobre todo una mujer inteligente y pura. Una chica que no ha sido “maleada”. Una joven de la que se pueda sentir verdaderamente seguro y orgulloso tanto como para presentarla a sus padres y sus amistades. ¿No es lo mismo a lo que tu aspiras?

En la relación con el sexo opuesto aprenderás mucho sobre ti. Te ejercitarás en ser una mujer de carácter, pues tal vez alguna vez te pedirán una prueba de amor. ¿Qué es exactamente? Es por libre voluntad, renunciar a tu corona. Es decir si a un acto que lejos de darte la felicidad, te hará menospreciar tu dignidad de mujer . Es renunciar a un valor que has defendido desde muy niña. Tu propia virginidad. Piensa bien entonces si querrás dar un paso adelante y cinco para atrás.

Hablemos de la Virginidad

“La relación del ser humano con Dios da pleno significado a la idea de la virginidad”. Juan Pablo II.

“Empecemos explicando el concepto de lo que significa ser “virgen”, a partir de las enseñanzas de Juan Pablo II. Virgen quiere decir “intacto desde el punto de vista sexual”. Esto se aplica tanto al hombre como a la mujer. (Amor y responsabilidad). Pero este hecho toca sobre todo la estructura fisiológica de la mujer. ¿Por qué? Para los hombres la mujer es ese ser que quiere protegerse y cuidarse cuando hay virtud en ella. Cuando desde el interior se ha decidido a abrazar una forma de ser y moverse en el mundo. Frases como: “Quiero permanecer pura hasta el momento de casarme”, “Quiero pertenecer a un solo hombre” o “Me importa sobre todas las cosas llegar virgen al matrimonio”, puedes reflexionarlas y hacerlas tuyas, de esta manera, conducirás tu vida sabiendo la profundidad de su significado y la bondad que encierran para tu vida.

Pero, ¿cuál es la razón por excelencia que tendrás para cumplir estos deseos?, ¿cuál será la razón que te empuje y sostenga para llegar hasta el final? Es decir, para llegar al matrimonio siendo virgen. La respuesta esta, amiga, en que esa continencia o virginidad debe de ir unida a una única opción: “el reino de los cielos”. Tu amor y aspiración verdadera por llegar a ser la y luz del mundo. Algo que Su Santidad Juan Pablo II pidió en su último encuentro de jóvenes en Canadá.

¿Qué tendrás que enfrentar?

Que la virginidad (la pureza, la inocencia, la limpieza, el pudor) es algo que esta en la mente y no en una membrana, que es lo que gran cantidad de mujeres tristemente creen. ¿Qué significa esto? Ignorancia sobre la propia naturaleza femenina. Muchas piensan que es importante descubrir por sí mismas lo que deben hacer o no con su cuerpo. – Mamá-, se escucha en boca de muchas jovencitas, – déjame a mí misma que lo descubra. Descubrir ¿qué? ¿Lo que destruye tu propia dignidad? Hay un momento para todo debajo del cielo, nos habla Eclesiastés 3

La famosa prueba de amor, me parece necesario repetirlo, es otra verdad a la que todas las jóvenes se enfrentarán tarde o temprano en su vida. Por eso es muy importante que escuches a tu madre, y sigas las pautas para llevar una buena relación con el sexo opuesto. Una relación que te nutrirá como mujer y te hará descubrir tu capacidad para amar, pero también tu voluntad para defender tus propios valores y convicciones. Me parece que aquí lo importante será, cuan sólida sea tu relación con Dios y el lugar que ocupan en tu corazón Jesucristo y su Madre Santísima. Si estas totalmente consciente y convencida de que la única y sobrenatural razón que te sostiene para conservarte virgen hasta que llegue el momento de casarse, es tu amor por su Jesús, entonces sabrás ser fuerte.

Los adultos comprendemos que a veces siendo muy joven ese seguimiento es difícil, pero recuerda que hubo una Santa María Goretti, que prefirió perder su vida a perder su virginidad. Que Catalina de Siena tenía sólo 15 años cuando se entrego a Dios y que Santa Teresita de Jesús ya era Santa a los 20.

¿Quieres ejemplos de mujeres de hoy? Fíjate muy bien en las jóvenes Consagradas de los Legionarios de Cristo, las Numerarias del Opus Dei, o aquellas que entran a las ordenes de claustro como El Carmelo. Miles, millones de mujeres jóvenes como tu, ofrecen su virginidad a Dios para renovar y redescubrir a la sociedad los verdaderos valores que te hacen llegar a ser mujer de temple.

La virginidad no es una renuncia, sino la decisión de seguir un camino: el de Cristo y sus enseñanzas. La alegría y aceptación de no saltar las etapas, sino esperar el momento en que llegará el quien será tu esposo.

La Custodia de tu virginidad

“La virginidad de la más perfecta de las criaturas encierra un mensaje importante para las mujeres de todos los tiempos: la satisfacción del sexo no pertenece a la perfección de la persona”. Antonio Orozco (Mirar a María)

Si, la conoces desde muy niña. Incluso, tal vez antes de nacer fuiste consagrada a ella. ¿Sabes a quien me refiero? La llamamos la “Virgen María” . Fue voluntad de Dios que su madre fuera virgen, imagínate pues si para Dios la virginidad no será un altísimo valor.
La virginidad o continencia verdaderamente representativa de la entrega total a Dios (no necesariamente debes ser religiosa o seglar consagrada) es la que la mujer vive precisamente como respuesta generosa, como entrega total de cuerpo y alma a Dios, a una llamada divina específica: Crecer en deseos de ser santa mientras ese momento llegue.

Por lo tanto, te conservas virgen, no porque mamá o papá te obliguen. Decides ser virgen como una respuesta de amor a tu Creador. Como una actitud nueva y característica de una generación que se debate entre el sentir y el ser; entre buscar el placer y vivir dignamente como hijas de Dios.

Quiero y decido ser una chica que ha descubierto el don de su sexualidad; buscando hacer “una diferencia enorme” en un mundo que se despedaza por falta de mujeres que aspiren a la vocación de un amor que construye y levanta una cultura diferente. ¡Si quiero ser sal y luz del mundo!

Imagínate si lo haces de la mano de tu amiga, consejera, consoladora, escudo, Trono de la Sabiduría, Arca de la Alianza, Estrella de la mañana, Nuestra Virgen Santa María. ¡Oh cuán lejos llegarás! ¡Que modelo de mujer, esposa y madre serás!

SheilaMorataya-Fleishman 


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♥Consagración a la Virgen María

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CONSAGRACIÓN DEL MATRIMONIO AL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA

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"Oh, Corazón Inmaculado de María, refugio seguro de nosotros pecadores y ancla firme de salvación, a Ti queremos hoy consagrar nuestro matrimonio. En estos tiempos de gran batalla espiritual entre los valores familiares auténticos y la mentalidad permisiva del mundo, te pedimos que Tu, Madre y Maestra, nos muestres el camino verdadero del amor, del compromiso, de la fidelidad, del sacrificio y del servicio. Te pedimos que hoy, al consagrarnos a Ti, nos recibas en tu Corazón, nos refugies en tu manto virginal, nos protejas con tus brazos maternales y nos lleves por camino seguro hacia el Corazón de tu Hijo, Jesús. Tu que eres la Madre de Cristo, te pedimos nos formes y moldees, para que ambos seamos imágenes vivientes de Jesús en nuestra familia, en la Iglesia y en el mundo. Tu que eres Virgen y Madre, derrama sobre nosotros el espíritu de pureza de corazón, de mente y de cuerpo. Tu que eres nuestra Madre espiritual, ayúdanos a crecer en la vida de la gracia y de la santidad, y no permitas que caigamos en pecado mortal o que desperdiciemos las gracias ganadas por tu Hijo en la Cruz. Tu que eres Maestra de las almas, enséñanos a ser dóciles como Tu, para acoger con obediencia y agradecimiento toda la Verdad revelada por Cristo en su Palabra y en la Iglesia. Tu que eres Mediadora de las gracias, se el canal seguro por el cual nosotros recibamos las gracias de conversión, de amor, de paz, de comunicación, de unidad y comprensión. Tu que eres Intercesora ante tu Hijo, mantén tu mirada misericordiosa sobre nosotros, y acércate siempre a tu Hijo, implorando como en Caná, por el milagro del vino que nos hace falta. Tu que eres Corredentora, enséñanos a ser fieles, el uno al otro, en los momentos de sufrimiento y de cruz. Que no busquemos cada uno nuestro propio bienestar, sino el bien del otro. Que nos mantengamos fieles al compromiso adquirido ante Dios, y que los sacrificios y luchas sepamos vivirlos en unión a tu Hijo Crucificado. En virtud de la unión del Inmaculado Corazón de María con el Sagrado Corazón de Jesús, pedimos que nuestro matrimonio sea fortalecido en la unidad, en el amor, en la responsabilidad a nuestros deberes, en la entrega generosa del uno al otro y a los hijos que el Señor nos envíe. Que nuestro hogar sea un santuario doméstico donde oremos juntos y nos comuniquemos con alegría y entusiasmo. Que siempre nuestra relación sea, ante todos, un signo visible del amor y la fidelidad. Te pedimos, Oh Madre, que en virtud de esta consagración, nuestro matrimonio sea protegido de todo mal espiritual, físico o material. Que tu Corazón Inmaculado reine en nuestro hogar para que así Jesucristo sea amado y obedecido en nuestra familia. Qué sostenidos por Su amor y Su gracia nos dispongamos a construir, día a día, la civilización del amor: el Reinado de los Dos Corazones. Amén. -Madre Adela Galindo, Fundadora SCTJM

CONSAGRACIÓN DEL MATRIMONIO A LOS DOS CORAZONES EN SU RENOVACIÓN DE VOTOS

CONSAGRACIÓN DEL MATRIMONIO A LOS DOS CORAZONES EN SU RENOVACIÓN DE VOTOS
Oh Corazones de Jesús y María, cuya perfecta unidad y comunión ha sido definida como una alianza, término que es también característico del sacramento del matrimonio, por que conlleva una constante reciprocidad en el amor y en la dedicación total del uno al otro. Es la alianza de Sus Corazones la que nos revela la identidad y misión fundamental del matrimonio y la familia: ser una comunidad de amor y vida. Hoy queremos dar gracias a los Corazones de Jesús y María, ante todo, por que en ellos hemos encontrado la realización plena de nuestra vocación matrimonial y por que dentro de Sus Corazones, hemos aprendido las virtudes de la caridad ardiente, de la fidelidad y permanencia, de la abnegación y búsqueda del bien del otro. También damos gracias por que en los Corazones de Jesús y María hemos encontrado nuestro refugio seguro ante los peligros de estos tiempos en que las dos grandes culturas la del egoísmo y de la muerte, quieren ahogar como fuerte diluvio la vida matrimonial y familiar. Hoy deseamos renovar nuestros votos matrimoniales dentro de los Corazones de Jesús y María, para que dentro de sus Corazones permanezcamos siempre unidos en el amor que es mas fuerte que la muerte y en la fidelidad que es capaz de mantenerse firme en los momentos de prueba. Deseamos consagrar los años pasados, para que el Señor reciba como ofrenda de amor todo lo que en ellos ha sido manifestación de amor, de entrega, servicio y sacrificio incondicional. Queremos también ofrecer reparación por lo que no hayamos vivido como expresión sublime de nuestro sacramento. Consagramos el presente, para que sea una oportunidad de gracia y santificación de nuestras vidas personales, de nuestro matrimonio y de la vida de toda nuestra familia. Que sepamos hoy escuchar los designios de los Corazones de Jesús y María, y respondamos con generosidad y prontitud a todo lo que Ellos nos indiquen y deseen hacer con nosotros. Que hoy nos dispongamos, por el fruto de esta consagración a construir la civilización del amor y la vida. Consagramos los años venideros, para que atentos a Sus designios de amor y misericordia, nos dispongamos a vivir cada momento dentro de los Corazones de Jesús y María, manifestando entre nosotros y a los demás, sus virtudes, disposiciones internas y externas. Consagramos todas las alegrías y las tristezas, las pruebas y los gozos, todo ofrecido en reparación y consolación a Sus Corazones. Consagramos toda nuestra familia para que sea un santuario doméstico de los Dos Corazones, en donde se viva en oración, comunión, comunicación, generosidad y fidelidad en el sufrimiento. Que los Corazones de Jesús y María nos protejan de todo mal espiritual, físico o material. Que los Dos Corazones reinen en nuestro matrimonio y en nuestra familia, para que Ellos sean los que dirijan nuestros corazones y vivamos así, cada día, construyendo el reinado de sus Corazones: la civilización del amor y la vida. Amén! Nombre de esposos______________________________ Fecha________________________ -Madre Adela Galindo, Fundadora SCTJM

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