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martes, 24 de enero de 2012

►Juega con tus hijos para volver a ser niña





Jugar con un hijo, requiere de poner la inteligencia y la voluntad en esa tarea, en el momento que se debe. De lo contrario no resulta. Pero si estás decidida a hacerlo y sobre todo vivirlo, ni siquiera te fijarás en el espacio que tienes para hacerlo. Trata de que sea una rutina diaria, especialmente si eres mamá de un hijo único. Es el momento de poner tu creatividad a toda marcha. Si tu bebé tiene menos de tres años, si sólo tiene meses de nacido ¡Baila con él! Escoge música que puedas dedicarle y trasmitirle a través del calor de tu cuerpo. Cuando mi bebé tenía entre 6 meses y 2 años, siempre bailaba una canción que va así: “lindo capullo de arelí, porque tu sabes que sin ti la vida es nada para mí….”. Y a medida que cantaba la canción, más me abrazaba. Esto hizo, que los lazos de amor que me unen con mi hija se hicieran más firmes. Le daba seguridad, y ella a mí alegría y buen humor para disfrutar mi labor de mamá a tiempo completo. ¡Me hacía niña con ella!

Juega con tus hijos para conocerlos

Si quieres saber como son tus hijos desde muy pequeñitos, obsérvalos al hacer lo que a ellos más les gusta, ¡Jugar! Cada niño posee una individualidad particularísima y al jugar, expresan su propia forma de ser y lo que configurará las características de su personalidad. Puedes darte cuenta por ejemplo al jugar con tu hija de 4 años, si estará orientada a ser líder o seguidora. ¿Cómo? Observando la forma en que ella misma conduce sus juegos. Si te dice, “mami, tu serás la bebé y yo la mama”, ten la seguridad que estás ante una líder. Si por el contrario, necesita motivación para tomar acción, entonces notarás que deberás ir reforzando la confianza en sí misma. Esto lo puedes hacer simplemente indicándole que haga esto o aquello. Pensando en lo que es mejor para su desarrollo.

Conocerás el temperamento de tus hijos, al por ejemplo, jugar con bloques y observar el empeño que ponen al terminar cada figura que comienzan. Hay algunos que son testarudos y no paran si no terminan. Esto es bueno, ya que indica que tendrás un hijo perseverante. Si por el contrario, se da por vencido demasiado pronto, tendrás un motivo para trabajar sobre su voluntad, al hacerlo juntos. ¡Y no lo dejes ir, sino hasta que termine!

Todo esto, sólo puede hacerse y sobre todo descubrirse al jugar con ellos. Los hábitos como el orden, pueden enseñarse y sembrarse en sus primeros tres años a través de los mismos juegos. Cada vez que se termina de jugar, es necesario recoger y dejar todo en su lugar. ¡Qué regalo más maravilloso damos, cuando enseñamos el orden a nuestros hijos a través del juego! ¡Cómo crecemos como seres humanos a través de esa entrega que no es para todos, fácil!

Juega con ellos y hazlos descubrir su potencialidad inmensa para aprender. A través de los juegos, estamos enseñando a nuestros hijos a ser sociables, a compartir, a dar amor, a controlar las emociones. El pequeño está sediento de información y estimulación:

- Fuerte

- Clara

- Distinta

- Alegre e intensa

Inconfundible. (Puedes consultar la obra El desarrollo total del niño de Juan Valls Juliá para más conceptos como estos).

Al jugar con tus hijos estimulas fuertemente para la generosidad, ya que estás brindando tu atención y tu tiempo. Le perteneces a tu hijo en ese momento. Al dar instrucciones claras en los juegos, desarrollas su inteligencia y esto le lleva a desarrollar un sano autoconcepto de sí mismo. Se siente capaz.

Al jugar con tus hijos, pasas a ser un modelo de padre o madre diferente. El que hace una diferencia distinta en la vida de los mismos al dejar pasar el egoísmo y abrirse al amor en acciones concretas.

Al jugar alegre e intensamente, les estás enseñando lo que es disfrutar el don de la vida; lo que tiene de espectacular sentirse persona y sobre todo, le estás enseñando a sentirse feliz. Lo normal es que un niño a los tres años te exprese: “mami, papi, ¡Soy feliz!

Juega con tus hijos, no te canses de hacerte niña de nuevo con ellos. Enséñales la alegría que se encuentra al volcarse en los otros. Dales seguridad a través de tus tratos y tus atenciones firmes e impregnadas de sentido del humor. Tal vez, ahora mismo no verás los resultados…..pero dentro de diez años, la cosecha será abundante y buena. ¡Te lo aseguro!


SheilaMorataya-Fleishman 

►Fiat: El amor en femenino


La decisión de atreverse a quedarse en casa, escogiendo la carrera más escondida de la sociedad requiere de mucha fortaleza…


Vocación:

La decisión de atreverse a quedarse en casa, escogiendo la carrera más escondida de la sociedad (la de ser ama de casa) requiere de mucha fortaleza en nuestros días ya que la carrera que brilla más en nuestra sociedad aparentemente, es la de ser una mujer profesional. Decir “sí” a nuestra máxima vocación como mujeres es estos tiempos, no es fácil. Por esto es importante contemplar el “fiat” de María cuando se le anunció que iba a ser madre. ¿Cómo fue su respuesta ante el Anunció del Ángel? “Hágase en mí según tu palabra” (Lc 1,38). El fiat de María es el sí más absoluto que podía salir de ella. Manifestaba la grandeza en sí como mujer y la calidad de su corazón así como su compromiso con la sociedad. Dice que se haga, no un “lo pensaré”. Necesitamos volver a Nazareth y contemplar al modelo de mujer que nos ha sido heradado a nosotras las mujeres cristianas. Contemplar a La Santa Virgen para muchas mujeres es como contemplar a una mujer más allá de las propias posibilidades. Cuando en realidad, María representa todo lo que nosotras las mujeres modernas de hoy podemos llegar a ser como compañeras, madres y transformadoras de la sociedad.


- Compañeras: que se traduce en sostenimiento y apoyo. Y para poder serlo hay que estar una misma bien asentada; pero esto sólo es posible si interiormente todo está en orden debido y descansa en equilibrio. No podemos aspirar a ser sostenimiento y apoyo de un esposo si no hay paz interior y armonía en nuestro mundo íntimo. Por esto, es tan importante que volvamos y examinemos si somos mujeres de oración. La oración, como lo decía la Madre Teresa de Calcuta, es como la gasolina para los automóviles. Sin está, el carro no funciona, incluso aunque todo su exterior e interior esté perfecto. Sucede lo mismo en nosotras, la oración es lo que hace que nuestro cuerpo funcione óptimamente. Con una capacidad que sólo puede venir a través de esos minutos a solas conmigo y mi Padre Dios. Prepara todo nuestro sistema nervioso y espiritual para la entrega.


- Ser madre: es proteger, custodiar y llevar a su desarrollo la humanidad verdadera. En palabras de la Santa más reciente de la Iglesia Católica, Teresa Benedicta de la Cruz ó Edith Stein antes de su conversión. Sí esto es ser madre, podemos resumir en una palabra tomada de Carmen Balmaseda en su libro, La Mujer Frente a sí misma que en definitiva si soy mamá, “estoy atenta”. ¿Estoy educada para ello? ¿Cuál es mi actitud hacia la persona? ¿Qué es el hombre, el hijo, la sociedad para mí?¿Cómo es la calidad del amor que brindo?


Realización:


Según la Carta apostólica de S.S Juan Pablo II, La Dignidad de la Mujer, la virginidad y la maternidad, son dos dimensiones particulares de la realización de la personalidad femenina. La mujer encuentra y experimenta una plena realización de su ser al convertirse en potencialmente portadora de la vida. Por esto es que se hace tan necesario volver a la pregunta ¿qué es el hombre, el hijo, la sociedad para mí? ¿Soy consciente que el hombre es el único ser de la creación que Dios a amado por sí mismo? Esto nos hace ver que también yo decido por mí misma y encuentro mi propia plenitud y felicidad en la entrega a los demás. Ser madre es entregarse, es abrirse, es elevarse a otra dimensión. La del fiat, la de la generosidad. Ser esclava, “porque a mí me da la gana” y al hacerlo no sentirme de la época pasada. Es la pura manifestación del amor, y el amor es el área en donde los valores son especialmente realizables.

San Agustín decía: Mi amor es mi peso; por el voy dondequiera que voy; amor es gravitación hacia lo amado.¿Hacia dónde estoy gravitando yo como mujer?¿Cómo es mi apostolado hacia aquellas mujeres que se cierran hacia el Don de la vida? ¿Pienso que no es mi problema? Y si ya soy madre, ¿cómo está siendo mi entrega?

Cada minuto que pasa, cada Segundo es una oportunidad en el tiempo que se nos da para brindar lo mejor de nosotros mismo. El Beato José María Escrivá de Balaguer y fundador del Opus Dei escribía en su libro Camino algo de esto: cumple el pequeño deber de cada momento. Haz lo que debes y está en lo que haces. Por esto no debemos olvidar que cuando estamos al cuidado de nuestros hijos, estamos escribiendo una novela, una historia personal que quedará grabada en los más profundo de sus corazones. Si soy madre debo sentirme plenamente realizada y esto se verá en mi apertura para con mis hijos porque realmente “estaré” con ellos y para ellos.


Entrega:


La entrega es tener la valentía de renunciar a ser egoísta y decir sí al amor y los cuidados que vienen de la mano con el hijo. La entrega es estar dispuesta a quedarse en casa y desarrollar los seminarios de relaciones humanas que sabemos serán los más importantes de su vida. Las justificaciones de hoy, de las madres de nuestro tiempo, dañan en gran medida la misión de la maternidad. Algunas de ellas y sino las más comunes van así:


“es que no nací para estar en la casa”, “es que si no hago lo que me apasiona, hoy que es el momento en donde se construye y se forja el éxito, me voy arrepentir toda mi vida”; “estoy tiempos no permiten que haya una sola entrada”; “yo ya seré la fábrica…..”. Todas estas expresiones y actos dañan profundamente la grandeza de nuestra vocación femenina y razón de ser en el mundo. Es un pensamiento muy egoísta, que inclina a procurar la sobre-estima de la propia persona. La verdadera entrega te lleva a renunciar a las ganas de brillar; a quedarse con esa criatura o criaturas las 24 horas del día y abrazada a ese trabajo escondido y enseñar lo que es el amor. Un término sublime tan maltratado en nuestros días. No se enseña con palabras, mucho menos inscribiendo a nuestros hijos en los mejores colegios. Se enseña con el “sí, el fiat” de quedarse en casa, aunque está acción muchas veces no sea lo que yo quiero o lo que en mi vocación profesional como mujer sueño.


La felicidad es una meta natural en el hombre, pero está es una consecuencia. La felicidad se encuentra en la atención a otro ser humano. Al tener nuestra atención desde nuestro mismo fondo y desde nuestro corazón, podremos experimentar ese gozo espiritual que se llama alegría. Es la serenidad silenciosa que descansa en el fondo de cada una al ejecutar con amor total la tarea de cuidar, formar, iluminar el conocimiento y las ventanas del entendimiento hacia la experiencia de ser un ser humano. Conocedoras de esto, el aburrimiento que viene con la rutina será más fácil de sobrellevar porque sabremos que en todo momento estamos siendo útiles; sembradoras de nuestras propias tierras. Dios nos hace “ver”claramente que las citas de negocios, se convierten en visitas al doctor y se disfrutan lo mismo. Los compromisos de eventos y fiestas, se convierten en compromisos de paseos y entretenimientos para la educación intelectual y motriz de los niños y nos llevan a nosotras mismas a un aprendizaje diferente. El traje sastre y los zapatos de tacón vienen a ser sustituidos por camisetas blancas y un par de blue jeans. ¡Qué profesionales somos al quedarnos en casa!, !Desarrollando el prestigio más importante y sublime de todos en donde “la justicia y la paz se abrazan” al pronunciar aquel sí, gracias al cual “la tierra da su fruto”.

SheilaMorataya-Fleishman 


►Investigadora en desarrollo infantil y humano



Ser madre es toda una profesión, aunque a veces realmente no nos demos cuenta de ello.


Hace unos meses atrás, cuando recogía a los niños del colegio una amiga se me acercó tan histérica como indignada.

"¿Sabes lo que tú y yo somos?" me preguntó.

Mi amiga recién venía de renovar su licencia de conducir en la oficina de transito. Cuando la oficial que tomaba los datos le preguntó cual era su ocupación, mi amiga no supo que responder. Al percatarse de esto la oficial que tomaba los datos le dijo, "A lo que me refiero -explicó la oficial- es a si trabaja usted o es simplemente una… "

"Claro que tengo un trabajo, -le contesto mi amiga-, soy una mamá". A lo que la oficial respondió, "No ponemos mamá como opción, vamos a ponerle ama de casa."

Había yo olvidado por completo la historia, hasta que un día a mi me pasó exactamente lo mismo, sólo que esta vez, en la oficina del ayuntamiento. La funcionaria era obviamente una mujer de carrera, eficiente, de mucha postura, y tenía el muy despampanante título de “Interrogadora Oficial”.

"¿Cual es su ocupación?" me preguntó.

"Soy Investigadora Asociada en el campo del Desarrollo Infantil y Relaciones Humanas."

La funcionaria se detuvo, el bolígrafo quedó congelado en el aire y me miró como si no hubiese escuchado bien. Repetí el título lentamente, haciendo énfasis en las palabras mas importantes. Luego observé asombrada como mi pomposo anuncio era escrito en tinta negra en el cuestionario.

"¿Qué es exactamente lo que hace usted en este campo de investigación?" Me preguntó la mujer con una mezcla de admiración y curiosidad.

"Tengo un programa continuo de investigación con trabajo de laboratorio y de campo. Estoy trabajando para mi doctorado y ya tengo cuatro créditos. Por supuesto que el trabajo es uno de los que mayor demanda tiene en el campo de las humanidades y usualmente trabajo más de 16 horas diarias. Pero el trabajo tiene muchos mas retos que cualquier trabajo sencillo, y las remuneraciones son mucho más que económicas, también están ligadas al área de la satisfacción personal."

La funcionaria ahora me veía con mucho respeto, mientras completaba el formulario.

Una vez terminado el proceso, se levantó de la silla y personalmente me acompañó a la puerta.

Al llegar a casa, emocionada por mi nueva carrera profesional, salieron a recibirme tres de mis asociadas del laboratorio, de 13, 7, y 3 años de edad. Arriba podía yo escuchar a nuestro nuevo modelo experimental en el programa de desarrollo infantil (de 6 meses de edad), probando un nuevo modelo de vocalización.

¡Me sentí triunfante! ¡Le había ganado a la burocracia! Había entrado en los registros oficiales como una persona distinguida e indispensable para la humanidad, porque ser madre es todo lo que describí a la oficial ¡Y mucho más! La maternidad no tiene un título en la puerta, ni en las tarjetas de presentación, pero creo que toda mamá debería sentirse increíblemente orgullosa de ejercer la profesión que sostiene a la sociedad. Dicen que nadie es indispensable ¡Vaya que las madres lo somos!

Así que la próxima vez que te pregunten "¿Profesión?", ya sabes qué contestar.

SheilaMorataya-Fleishman 


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♥Consagración a la Virgen María

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CONSAGRACIÓN DEL MATRIMONIO AL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA

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"Oh, Corazón Inmaculado de María, refugio seguro de nosotros pecadores y ancla firme de salvación, a Ti queremos hoy consagrar nuestro matrimonio. En estos tiempos de gran batalla espiritual entre los valores familiares auténticos y la mentalidad permisiva del mundo, te pedimos que Tu, Madre y Maestra, nos muestres el camino verdadero del amor, del compromiso, de la fidelidad, del sacrificio y del servicio. Te pedimos que hoy, al consagrarnos a Ti, nos recibas en tu Corazón, nos refugies en tu manto virginal, nos protejas con tus brazos maternales y nos lleves por camino seguro hacia el Corazón de tu Hijo, Jesús. Tu que eres la Madre de Cristo, te pedimos nos formes y moldees, para que ambos seamos imágenes vivientes de Jesús en nuestra familia, en la Iglesia y en el mundo. Tu que eres Virgen y Madre, derrama sobre nosotros el espíritu de pureza de corazón, de mente y de cuerpo. Tu que eres nuestra Madre espiritual, ayúdanos a crecer en la vida de la gracia y de la santidad, y no permitas que caigamos en pecado mortal o que desperdiciemos las gracias ganadas por tu Hijo en la Cruz. Tu que eres Maestra de las almas, enséñanos a ser dóciles como Tu, para acoger con obediencia y agradecimiento toda la Verdad revelada por Cristo en su Palabra y en la Iglesia. Tu que eres Mediadora de las gracias, se el canal seguro por el cual nosotros recibamos las gracias de conversión, de amor, de paz, de comunicación, de unidad y comprensión. Tu que eres Intercesora ante tu Hijo, mantén tu mirada misericordiosa sobre nosotros, y acércate siempre a tu Hijo, implorando como en Caná, por el milagro del vino que nos hace falta. Tu que eres Corredentora, enséñanos a ser fieles, el uno al otro, en los momentos de sufrimiento y de cruz. Que no busquemos cada uno nuestro propio bienestar, sino el bien del otro. Que nos mantengamos fieles al compromiso adquirido ante Dios, y que los sacrificios y luchas sepamos vivirlos en unión a tu Hijo Crucificado. En virtud de la unión del Inmaculado Corazón de María con el Sagrado Corazón de Jesús, pedimos que nuestro matrimonio sea fortalecido en la unidad, en el amor, en la responsabilidad a nuestros deberes, en la entrega generosa del uno al otro y a los hijos que el Señor nos envíe. Que nuestro hogar sea un santuario doméstico donde oremos juntos y nos comuniquemos con alegría y entusiasmo. Que siempre nuestra relación sea, ante todos, un signo visible del amor y la fidelidad. Te pedimos, Oh Madre, que en virtud de esta consagración, nuestro matrimonio sea protegido de todo mal espiritual, físico o material. Que tu Corazón Inmaculado reine en nuestro hogar para que así Jesucristo sea amado y obedecido en nuestra familia. Qué sostenidos por Su amor y Su gracia nos dispongamos a construir, día a día, la civilización del amor: el Reinado de los Dos Corazones. Amén. -Madre Adela Galindo, Fundadora SCTJM

CONSAGRACIÓN DEL MATRIMONIO A LOS DOS CORAZONES EN SU RENOVACIÓN DE VOTOS

CONSAGRACIÓN DEL MATRIMONIO A LOS DOS CORAZONES EN SU RENOVACIÓN DE VOTOS
Oh Corazones de Jesús y María, cuya perfecta unidad y comunión ha sido definida como una alianza, término que es también característico del sacramento del matrimonio, por que conlleva una constante reciprocidad en el amor y en la dedicación total del uno al otro. Es la alianza de Sus Corazones la que nos revela la identidad y misión fundamental del matrimonio y la familia: ser una comunidad de amor y vida. Hoy queremos dar gracias a los Corazones de Jesús y María, ante todo, por que en ellos hemos encontrado la realización plena de nuestra vocación matrimonial y por que dentro de Sus Corazones, hemos aprendido las virtudes de la caridad ardiente, de la fidelidad y permanencia, de la abnegación y búsqueda del bien del otro. También damos gracias por que en los Corazones de Jesús y María hemos encontrado nuestro refugio seguro ante los peligros de estos tiempos en que las dos grandes culturas la del egoísmo y de la muerte, quieren ahogar como fuerte diluvio la vida matrimonial y familiar. Hoy deseamos renovar nuestros votos matrimoniales dentro de los Corazones de Jesús y María, para que dentro de sus Corazones permanezcamos siempre unidos en el amor que es mas fuerte que la muerte y en la fidelidad que es capaz de mantenerse firme en los momentos de prueba. Deseamos consagrar los años pasados, para que el Señor reciba como ofrenda de amor todo lo que en ellos ha sido manifestación de amor, de entrega, servicio y sacrificio incondicional. Queremos también ofrecer reparación por lo que no hayamos vivido como expresión sublime de nuestro sacramento. Consagramos el presente, para que sea una oportunidad de gracia y santificación de nuestras vidas personales, de nuestro matrimonio y de la vida de toda nuestra familia. Que sepamos hoy escuchar los designios de los Corazones de Jesús y María, y respondamos con generosidad y prontitud a todo lo que Ellos nos indiquen y deseen hacer con nosotros. Que hoy nos dispongamos, por el fruto de esta consagración a construir la civilización del amor y la vida. Consagramos los años venideros, para que atentos a Sus designios de amor y misericordia, nos dispongamos a vivir cada momento dentro de los Corazones de Jesús y María, manifestando entre nosotros y a los demás, sus virtudes, disposiciones internas y externas. Consagramos todas las alegrías y las tristezas, las pruebas y los gozos, todo ofrecido en reparación y consolación a Sus Corazones. Consagramos toda nuestra familia para que sea un santuario doméstico de los Dos Corazones, en donde se viva en oración, comunión, comunicación, generosidad y fidelidad en el sufrimiento. Que los Corazones de Jesús y María nos protejan de todo mal espiritual, físico o material. Que los Dos Corazones reinen en nuestro matrimonio y en nuestra familia, para que Ellos sean los que dirijan nuestros corazones y vivamos así, cada día, construyendo el reinado de sus Corazones: la civilización del amor y la vida. Amén! Nombre de esposos______________________________ Fecha________________________ -Madre Adela Galindo, Fundadora SCTJM

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