Jesús, San Josemaría te quería
mucho y también nos quería mucho
a nosotros, los niños. Yo quiero quererte
igual que él y darte alegrías.
Quiero ayudar a construir un mundo
más bonito y a que los hombres sean
felices.
Quiero acordarme de ti muchas
veces al día: al levantarme y al acostarme,
al hacer los deberes y al
jugar.
Quiero obedecer a mis padres, ser
cariñoso con mis hermanos y portarme
bien en el colegio.
Quiero ser generoso y compartir mis
regalos.
Pero solo no puedo.
Jesús, San Josemaría ya está en el
Cielo, contigo: él me ayudará, y será
mi intercesor porque te quiero pedir
un favor: (mi intención).
Ángel de mi guarda, ayúdame tú
también.
Amén.