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viernes, 23 de marzo de 2012

►Por una comunicación eficaz a favor de la vida







Paul Swope, Director de Proyecto del Nordeste de la Caring Foundation y Presidente de LifeNet Services, Inc. 
El movimiento pro vida defiende el principio quizá más crucial de cualquier civilización desarrollada: la inviolabilidad y el valor de la vida humana. A pesar de ello y aunque haya mantenido vivo el debate sobre el aborto, no ha logrado hacer cambiar sustancialmente la opinión pública. Este fracaso sugiere la necesidad de mejorar la comunicación para responder a las preocupaciones reales de las mujeres que están en crisis por un embarazo no deseado. A partir de algunas campañas televisivas que han sido eficaces en Estados Unidos, Paul Swope reflexiona sobre la estrategia pro vida en un artículo publicado en la revista First Things (abril 1998). 

Los últimos estudios psicológicos sobre el proceso mental de las mujeres que abortan permiten entender por qué los movimientos pro vida no han sido lo eficaces que era de esperar para convencerlas de que apuesten por la vida. Dichos estudios indican que la americana moderna en edad de tener hijos no ve el aborto en el mismo marco moral que la activista pro vida. Nuestro mensaje no es bien recibido porque hemos cometido el error de pensar que las mujeres, especialmente aquellas que se enfrentan al trauma de un embarazo no deseado, responderán a los principios que consideramos evidentes según nuestra perspectiva moral, y hemos argumentado en consecuencia. Este es un error de cálculo que ha perjudicado gravemente a la causa pro vida. Aunque no compartamos la forma en que muchas enfocan el tema, la importancia de nuestra misión y el imperativo de ser eficaces hacen necesario que escuchemos, entendamos y respondamos a las preocupaciones reales de las mujeres que se inclinan por el aborto. 

La importancia de una nueva óptica se hizo evidente tras los resultados de una compleja investigación de la Caring Foundation [grupo que presenta el mensaje pro vida al público, vía televisión]. (...) Se cree que el hemisferio derecho del cerebro controla los aspectos emocionales, intuitivos y creativos de la persona, mientras las cuestiones analíticas y racionales se responden sobre todo con el hemisferio izquierdo. El estudio del hemisferio derecho del cerebro trata de descubrir las razones emocionales profundas por las que tomamos ciertas decisiones o por las que tenemos ciertas convicciones. Este enfoque tiene aplicaciones obvias en un tema como el aborto, ya que una mujer en plena crisis por un embarazo no deseado no puede resolver su problema de un modo lógico y frío con el hemisferio izquierdo del cerebro. 

El estudio fue realizado por una empresa líder en este tipo de investigación (...). El procedimiento consistió en una serie de entrevistas individuales profundas y exhaustivas, para lograr respuestas íntimas emocionales. Los resultados (1995-1997) tienen un nivel de confianza de un 95%. 


Los tres males 

Uno de los objetivos era dar respuesta a un interrogante que ha desconcertado a los pro vida durante mucho tiempo. ¿Cómo es posible que las mujeres, y el ciudadano en general, se sientan tranquilos estando personalmente en contra del aborto, pero a favor de mantener su legalidad? Los pro vida, al considerar que es moralmente evidente que no se puede sostener simultáneamente que el "aborto mata" y que el "aborto debe ser legal", han intentado mostrar más claramente que el feto es un ser vivo. Suponen que, al asumir la humanidad de los no nacidos, el imperativo moral lógico "no se debe matar a un bebé" será lo que naturalmente prevalezca y, en consecuencia, las mujeres escogerán la vida para sus hijos no nacidos. 

La nueva investigación muestra por qué este planteamiento ha resultado poco eficaz y qué se puede hacer para mejorarlo. El resumen del informe indica que las mujeres creen que de un embarazo no planificado nada bueno puede resultar, por lo que dudan entre lo que consideran tres "males": maternidad, adopción o aborto. 

La maternidad no planificada, de acuerdo con estos estudios, representa una amenaza grave para las mujeres modernas (...). Esto se debe a que muchas mujeres jóvenes de hoy día han desarrollado una identidad que simplemente no contempla el ser madre. Puede incluir ir a la Universidad, sacar un título, obtener un buen trabajo, incluso casarse algún día, pero perciben la repentina intrusión de la maternidad como la pérdida total del control sobre su propia vida presente y futura. (...) 

Al considerar la decisión de abortar, no lo hacen, como pueden pensar los pro vida, entre las opciones "llevar a término un embarazo no deseado" o "destruir la vida de un niño inocente". Ellas sienten así la alternativa: "mi vida se acaba" o "la vida de este nuevo niño tiene que acabar". Desde esta perspectiva, la elección del aborto se convierte en un modo de defenderse, postura más asumible tanto para la protagonista como para quienes la apoyan. (...) 


Por qué descartan la adopción 

La adopción, desafortunadamente, es la "peor" de las tres opciones, pues se percibe como una doble "muerte". Primero la "muerte propia", ya que la mujer tendrá que llevar el embarazo hasta su término, convirtiéndose además en una mala madre, capaz de entregar su hijo a extraños. La segunda "muerte" es la del hijo "abandonado": la mujer vivirá atormentada por el futuro de su hijo (...). 

Aunque desearíamos que la mujer aceptara el slogan "adopción sí, aborto no", este estudio concluye que ante la alternativa adopción / aborto, la adopción será la perdedora. La actitud de estas mujeres hacia el aborto es bastante sorprendente. Primero, todas las involucradas en este estudio (ninguna era "pro vida", sino que se autodefinían partidarias de la "elección") reconocían que el aborto mata. Aunque esta convicción sin duda está "inscrita en el corazón humano", el mérito de haberlo demostrado se debe al trabajo educativo del movimiento pro vida. Segundo, las mujeres creen que el aborto es malo, un error, y que Dios castigará a las que lo practiquen. Tercero, creen también que Dios, en última instancia, las perdonará porque es clemente, no hubo intención de quedarse embarazada y porque ante semejante trance no existía otra opción, puesto que su vida estaba en juego. 

(...) En resumen, el aborto será el menor de los tres "males" para la mujer porque ofrece la mayor garantía de esperanza de preservar su yo, su propia vida. 

Hay que destacar que la principal preocupación en cualquiera de las tres opciones gira alrededor de la mujer y no del no nacido, lo que explica el atractivo de la retórica "pro elección". Elección que concede a la embarazada en crisis cierta sensación de control sobre su futuro, y permite a quienes rechazan el aborto personalmente sentir compasión hacia las que recurren a él. 


Lo que suscita rechazo 

El informe que estudiamos ilumina otra fuente fundamental de frustración y fracaso del movimiento pro vida: un cuarto de siglo de encuestas ha demostrado reiteradas veces que la mayor parte de los americanos rechazan el aborto y que las mujeres son ligeramente más pro vida que los hombres. Pero a ambos les gusta más la etiqueta "pro elección" que la de pro vida. Asimismo, a los activistas pro vida se les considera peligrosos y extremistas. (...) 

La investigación indica que la dificultad de obtener el apoyo público no se debe del todo al trato injusto de los medios de comunicación, aunque efectivamente este factor ha tenido sin duda un papel importante. Los slogans de los movimientos pro vida y las campañas educativas han tendido a exacerbar el problema, por haberse centrado casi exclusivamente en el hijo aún no nacido, y no en la madre. Esto produce resentimiento en vez de simpatía, particularmente entre las mujeres en edad de tener hijos. 

No es de extrañar que las primeras personas que se dieron cuenta de la necesidad de un enfoque distinto fueran las que trabajaban directamente con las mujeres en crisis. (...) 

Consideremos un típico slogan pro vida: "El aborto detiene el latido de un corazón". Aunque esta frase pueda resultar eficaz entre los pro vida, su efecto entre mujeres jóvenes en crisis probablemente sería: 1) provocar rabia contra el mensajero; 2) confirmarlas en la opinión de que los pro vida no entienden su situación; 3) las hundiría aún más en la actitud negativa y desesperanzada. Si la meta de los pro vida es disminuir el número de abortos y no sólo constatar un hecho, debemos preguntarnos si este mensaje no será francamente contraproducente. 

(...) La pregunta, quizás subconsciente pero clave, que se hace la mujer es: "¿Cómo podré conservar el control de mi vida?". El movimiento pro vida debe tener en cuenta el punto de vista de la mujer y hacerlo de una manera compasiva que reafirme las innatas e íntimas convicciones de su conciencia. Sin condenar ni estigmatizar, debe ayudar a la mujer a reconsiderar cómo percibe los tres "males" que se le presentan. 


Soluciones para mujeres en crisis 

Como ejemplo práctico, la Caring Foundation ha preparado dos anuncios publicitarios para la televisión. Uno presenta como modelo a una mujer que se puede identificar con las inquietudes de la audiencia a la que se dirige el anuncio, pero que ha optado por la vida y presenta su opción bajo un prisma positivo. El otro anuncio, pensado también desde la propia perspectiva de la mujer, presenta el aborto como solución negativa a su problema. 

El anuncio pro maternidad es como sigue: Una mujer está frente a una bonita casa, rastrillando las hojas, y tras despedirse de su hija, se vuelve al telespectador: "Yo tenía 16 años cuando supe que estaba embarazada de Carrie. No estaba casada y me sentía realmente asustada. Ahora, algunas personas dicen que debería haber abortado, pero nunca pensé recurrir a tal posibilidad sólo porque me creaba un problema. Oye, no me considero una mártir, pero realmente no creo que tuviera opción después de estar ya embarazada. Piénsalo". 

Este anuncio, que no consiguió popularidad entre los pro vida, es, según las encuestas, extremadamente eficaz entre las mujeres jóvenes. Porque presenta un modelo accesible y creíble, y el mensaje subliminal -la bonita casa, la buena relación con la hija, la sensación de control de la madre que aparece sosteniendo el rastrillo y cuidando su propio jardín- refuerza el mensaje de que esta mujer es, de hecho, heroica, pues ha tenido que enfrentarse a una decisión difícil y ha conseguido sacar adelante su vida. Este anuncio ofrece sutilmente la auténtica solución que una mujer que se enfrenta a un embarazo no deseado busca desesperadamente y que contrasta con la decepción que a menudo le proporciona el aborto. 

Otro anuncio que busca más directamente el rechazo del aborto es como sigue: Una mujer se levanta de la cama; el reloj marca las 3 de la mañana. Se acerca a la ventana, y mira la negra noche lluviosa. Está de pie, en silencio, mientras se oye una voz femenina: "Dijeron que no oirías esos lloros que te despiertan por la noche... No habría ni rastro de biberones, ni trastos en el suelo, ni juguetes desperdigados. Se oye el tic tac del reloj. Todo está en silencio. Y te das cuenta de que aún hay una voz. Si has sufrido el dolor de un aborto, llama al teléfono...". 

En ambos casos, el enfoque está en la mujer, en alguien que ha pasado por la experiencia de un embarazo no deseado. Los anuncios no hacen un juicio explícito; sólo muestran experiencias vividas con muy distintas soluciones y diferentes consecuencias. 

Este es otro anuncio muy eficaz: Una mujer joven está sentada al lado de la chimenea mirando hacia la cámara: "¿Sabes?, yo era partidaria del derecho al aborto, pero después tuve mi propio hijo. Cuando estaba embarazada, me di cuenta de que todo lo que este niño estaba intentando hacer era salir adelante, igual que todos nosotros. Todavía no me aclaro, no lo entiendo, pero cuando yo quería a mi niño, era un niño, y cuando no lo quería, ¿era otra cosa? Piénsalo". 

Tampoco esta mujer pretende tener todas las respuestas, ni encaja en el modelo pro vida. Simplemente quiere compartir su propia experiencia y hace una pregunta que, efectivamente, mina la argumentación de los pro elección. 


Una mujer que sirva de modelo 

Se está desarrollando una nueva campaña de anuncios basada en otra investigación sobre el "hemisferio derecho del cerebro" llevada a cabo en 1997. Mientras que el primer estudio se concentró en mujeres jóvenes que tenían dudas sobre esta materia, el segundo incluía mujeres que ya habían tomado la decisión de abortar o de tener su hijo. (...) 

Se está probando un nuevo anuncio basado en esta última investigación. Una mujer joven hace ejercicio corriendo por la calle. Llueve, y mientras corre, sus pensamientos se hacen audibles: "Todo el mundo me dice cómo debo sentirme. Yo no pensaba quedarme embarazada. Ahora no. [Se refiere al novio enfadado, que se ve en una secuencia retrospectiva.] Me dice cómo debo sentirme, qué debo hacer, y después desaparece cuando realmente lo necesito. Ahora todo depende de mí. Pero ¿abortar? Yo no. Tengo que vivir con la decisión que tome. [Pausa. Corre hacia la lejanía, el cielo se aclara.] Lo conseguiremos". 

Los tres objetivos del anuncio son: crear admiración por llevar a término el embarazo, presentar una mujer que sirva de modelo y, sin buscar confrontación, mostrar el aborto de forma negativa. 

Es significativo comparar estos objetivos con los comentarios que hicieron las mujeres de un grupo de trabajo con referencia a la actitud de la protagonista: (...) "Se nota el estrés que está sufriendo. No es un tema agradable, pero lo está soportando. Está haciendo lo mejor. Esta mujer tiene fortaleza, ya que corre en vez de sentarse a compadecerse de sí misma". 

Estas respuestas indican que una campaña de publicidad cuidadosamente estudiada promueve la ética de la cultura de la vida. Utilizando un lenguaje e imágenes atractivas en vez de alienantes, el movimiento pro vida puede mostrar que el aborto no juega a favor de la mujer y que apostar por la vida ofrece esperanza y un sentido positivo a la propia personalidad. 

Es de destacar que la descripción del desarrollo del feto e incluso imágenes gráficas de un aborto pueden utilizarse con eficacia ante determinado público, especialmente si es proclive al mensaje pro vida y como método de motivación. Es más, los planteamientos aquí mostrados para desarrollar estrategias dirigidas a la mujer no son necesariamente transferibles a las que buscan un cambio político o legislativo. Ahora bien, al utilizar los medios de comunicación para llegar al gran público, es de vital importancia que el movimiento pro vida reestructure su mensaje, a fin de que sea mejor recibido por las mujeres. 

El tremendo error de cálculo de la mujer joven es creer que el aborto puede "desembarazarla", que la devolverá a la situación anterior a la crisis. Pero una mujer jamás es la misma después de un embarazo, se quede con el hijo, lo elimine o lo entregue en adopción. El aborto puede parecer una solución, pero no es la que la mujer anhela en su interior, ni siquiera la que conseguirá preservar su identidad. 

Si los pro vida podemos ayudar a que la mujer recapacite y se convenza por sí misma, habremos hecho mucho para apartar a nuestra cultura de la mentalidad abortista. 


La eficacia de algunas campañas 

¿Cuál ha sido la eficacia de esta publicidad? El trabajo de la Caring Foundation comenzó en el Estado de Missouri, donde estos anuncios se han emitido en televisión durante algunos años. Pues bien, es el Estado donde más rápidamente ha bajado el índice de abortos en Estados Unidos. Desde 1988 hasta 1992, el índice bajó sólo un 5% en el conjunto del país, frente a un 29% en Missouri. Además, según encuestas Gallup, la media nacional de adolescentes pro vida es del 29%, y del 60% en la zona central de Missouri. 

En otros dos Estados se han emitido anuncios durante algunos años y en ambos se ha observado un descenso de los abortos de casi el 40%. Michigan pasó de 49.098 abortos en 1987 a 31.091 en 1995. Wisconsin, de 20.819 en 1981 a 12.782 en 1995. (...) 

Debido a que la Caring Foundation contrata empresas profesionales independientes para realizar las encuestas previas y posteriores a las campañas, se puede afirmar sin duda alguna que los anuncios producen cambios en la opinión pública y que efectivamente influyen en la decisión de las mujeres que dudan entre abortar o tener el niño. Muchos centros de "atención a la embarazada" dicen que les llegan mujeres que estaban decididas a abortar hasta que vieron los anuncios. 

En 1997 se llevó a cabo en Boston una campaña televisiva de trece semanas que llegaba a una audiencia de 4,4 millones de adultos. La empresa Baselice & Associates, de Houston, dirigió la encuesta. Se realizaron entrevistas, antes y después de haber visto el anuncio, con un margen de error del 4,9% y con un nivel de confianza del 95%. La encuesta posterior mostró que el 7% de la población de la zona (308.000 adultos) se había pasado a la postura pro vida. (...) De hecho, la postura pro vida entre aquellos que recordaban los anuncios pasó del 20% en la encuesta previa al 36% en la posterior, mientras que la postura pro elección bajó significativamente: del 33% al 25%. 

La encuesta más reciente tuvo lugar en diciembre de 1997 en Indianápolis, y los datos resultaron ser un reflejo de la experiencia de Boston. La opinión pro vida de la población total aumentó del 36% al 45%, y entre la audiencia de mujeres de menos de 45 años, del 33% al 44%. 

Además de las ya citadas, se han realizado investigaciones similares en Pensilvania, Wisconsin, Ohio, Iowa, Colorado, Missouri y Michigan. Se percibe un cambio de opinión hacia la postura pro vida en todas las encuestas y en casi todas las preguntas (8 cuestiones diferentes relativas al tema del aborto). La audiencia total cubierta por las distintas campañas en los últimos años ha alcanzado a más de 46 millones de adultos. 

Vista la efectividad de estas campañas en el colectivo femenino, los anuncios se emiten ahora incluyendo un número de teléfono, para que se pueda solicitar la ayuda de un centro de atención a embarazadas. Se han recibido más de 5.000 llamadas a través de este servicio y se ha proporcionado consejo y la ayuda necesaria a muchas mujeres que han sufrido el trauma del aborto. 


Tomado de Aceprensa 37/99.

►"El problema es el envejecimiento, no la explosión demográfica"





LOS ÁNGELES, 2 marzo 2002 (ZENIT.org). 


Un mundo que encanece 

Los datos publicados por la División de Población del Departamento de Economía y Asuntos Sociales de las Naciones Unidas revelan un dramático incremento del envejecimiento en muchos países. Una de cada 10 personas tiene ahora 60 años o más. En el 2050, este porcentaje subirá hasta uno de cada cinco y, en el 2150, uno de cada tres. 

El fenómeno del envejecimiento es particularmente marcado en algunos países desarrollados. Hoy día uno de cada cinco europeos es mayor de 60 años. Para el año 2050, esta proporción será de uno de cada cuatro y, en algunos países, de uno de cada dos. 

Pero la verdadera “bomba de envejecimiento” está en los países en vías de desarrollo. La División de Población hace notar que el ritmo de envejecimiento en estos países es más rápido que en el mundo desarrollado, lo que significa que los primeros tienen menos tiempo para adaptarse al problema. Lo que las Naciones Unidas no dicen es que este rápido envejecimiento en el Tercer Mundo se debe, en parte, a los programas de control de población impuestos por las Naciones Unidas mismas y por los países ricos. 

La Oficina de Estadística de Estados Unidos ha examinando recientemente la cuestión del envejecimiento en su publicación de noviembre de 2001: “An Aging World: 2001”. Entre sus puntos destacables: 

Las personas con 65 años o más comprenden entre el 12% y el 16% de la población de los países desarrollados. Italia, con un 18%, es el país “más anciano”, seguido de Grecia, Suecia, Japón, España y Bélgica con un 17%. 

En el 2000, el 59% de la población con más de 65 años vivía en los países en vías de desarrollo. En el 2030, este porcentaje aumentará hasta el 71%. 

A algunos países les ha llevado muchos años multiplicar por dos su porcentaje de ciudadanos mayores de 65 años, del 7% al 14% --por ejemplo, Francia, 115 años; Suecia, 85 años; Estados Unidos, 69 años; Reino Unido, 45 años--. Esta incremento se espera que tenga lugar mucho más rápidamente en países en vías de desarrollo: China, 27 años; Chile, 25 años; Brasil, 21 años; Colombia, 20 años. 

Mientras que casi toda la población de los países desarrollados está incluida en planes de pensiones, la población de los países en vías de desarrollo no tiene esa suerte. En 1995, el 96% de los italianos gozaba de la cobertura de planes de pensiones, en comparación con sólo el 50% de Brasil. 


Repercusiones fiscales 

Una población envejecida resulta costosa para las naciones. Un documento de trabajo publicado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) del pasado septiembre subrayaba precisamente la factura que pasa el envejecimiento a los gobiernos. 

El estudio, “Fiscal Implications of Aging: Projections of Age-Related Spending”, hacía notar que en los países desarrollados casi se doblará, en porcentaje, el número de los más ancianos (más de 65 años) sobre la población en edad laboral (entre los 20 y 64 años) entre el 2000 y el 2050. 

La OECD ha calculado el impacto económico del envejecimiento. El gasto en pensiones se incrementará en un 3% o un 4% del producto interior bruto (la suma de todos los bienes y servicios producidos dentro de las fronteras de un país), en el periodo que irá hasta el año 2050. El actual gasto en los países miembros ronda el 7,5% del PIB. 

El documento observaba que las proyecciones sobre el gasto en salud son considerablemente más impredecibles que las pensiones. En porcentaje, el actual gasto público en salud está más o menos en el 6% del PIB. El porcentaje aumentará en el periodo 2000-2050, en los 14 países en los que está disponible esta información, entre un 3% y un 3,5% del PIB. Pero para cinco países (Australia, Canadá, Holanda, Nueva Zelanda y Estados Unidos) este aumento alcanzará el 4% o más. 

Sobre todo, el OECD estima que el envejecimiento conducirá a un descenso en los ingresos fiscales del gobierno, o a un incremento de su déficit, equivalente al 6% o al 7% del PIB, en el periodo 2000-2050. 

Estos cálculos se han basado en la suposición de que el grado de fertilidad, en los países desarrollados, subirá, desde el actual porcentaje de cerca de 1,5 niños por mujer, hasta el 1,8 en el año 2050. Algunos países, como Francia y Estados Unidos, han visto cómo aumentaba su fertilidad en los últimos años. Pero muchos otros países desarrollados todavía no muestran signos de recuperación. 

El estudio recientemente publicado por el Center for Strategic and International Studies, “The Fiscal Challenge of an Aging Industrial World”, contiene más información sobre los costes del envejecimiento. La población activa –aquellos capaces de pagar las pensiones y los cuidados sanitarios de los más ancianos- se reducirá dramáticamente en los años venideros. En Italia, en el 2050, la población activa caerá hasta no menos del 43%. También habrá agudas disminuciones en Japón (34%) y Alemania (23%). 

El estudio alerta de que la balanza futura entre trabajadores y retirados podría conducir a una crisis de las pensiones. El aumento de los gastos conducirá a un incremento notable de la deuda, que podría desestabilizar los mercados financieros, o conducir a grandes aumentos de impuestos, que podrían penalizar el crecimiento económico. 

Así, la “bomba de población” se convierte en la “bomba de las pensiones”, causada por el descenso de la natalidad. Prestar demasiada atención a un problema ficticio, puede poner a las naciones ante una calamidad real. 


Zenit, ZSI02030201 

► Eduardo Ortiz de Landázuri: un médico entre la vida y su propia muerte





Eduardo Ortiz de Landázuri nació en Segovia, en 1910, y murió -con fama de santidad- en Pamplona en 1984. En 1940 comenzó a trabajar como médico en la Clínica del profesor Jiménez Díaz; fue catedrático de Patología General de la Universidad de Granada desde 1946 hasta 1958. Fue sucesivamente Decano de la Facultad de Medicina y Vicerrector de aquella Universidad. En 1958 se trasladó a la Universidad de Navarra donde continuó desempeñando la cátedra de Patología y Clínica Médica. Fue Consejero del CSIC, Miembro, entre otras, de la Royal Society of Medicine del Reino Unido. Estaba en posesión de la Cruz de Sanidad, Placa de la Encomienda de Alfonso X el Sabio y Cruz del Mérito Civil de la República Federal de Alemania. Contaba con 200 publicaciones y unas 100 ponencias. Atendió a unos 500.000 enfermos en sus 50 años de profesional de la Medicina. 



Rosa María Echevarría, profesora de Ciencias de la Información, entrevistó a don Eduardo --así le llamaban sus colegas más jóvenes, alumnos, pacientes-- cuando ya la enfermedad mortal se había revelado; en aquel entonces presentaba así a su interlocutor: "Tiene los ojos don Eduardo llenos de futuro, futuros profundos y abiertos, recogidos en lo más hondo de su mirada. Cada día Don Eduardo se asoma a un mundo nuevo en esa apasionada aventura que es su vida, donde descubre inmensos horizontes y los va recorriendo despacio, mansamente, como el rigor de ese pensamiento tan lógico y tan humano del intelectual. Hay en su mirada un reto de alegre vida y es su vida un valiente reto al esfuerzo en una lucha tenaz y constante que parece ocultarse detrás de esa cordialísima sonrisa que tan bien conocen sus enfermos" (1). 



Después de una vida en contacto permanente con la enfermedad y con el dolor, Don Eduardo ha experimentado en su propia vida el inmenso valor del sufrimiento. 

--¿Qué se siente al dar ese largo paso que se recorre en tan breve tiempo, al pasar de médico a enfermo? 

--Una enfermedad es una cruz, eso es evidente. Por tanto, decir que no tiene importancia, me parece que sería ridículo y además no sería justo. La he llevado y la llevo con mucha paz. La enfermedad tiene dos aspectos diferentes. Uno, es la enfermedad en relación con los demás; y otro, el que se refiere a uno mismo. Como médico conozco muy bien... o conocía, la primera parte y, en este sentido, la experiencia que tengo es que el enfermo suele ser muy agradecido. Por una parte, uno se encuentra muy debilitado y por otra, ¡qué duda cabe!, sería injusto no decirlo, está esa proximidad de la muerte. Como es lógico, se siente más cerca la muerte cuando se está enfermo . En esta situación, toda la fuerza me la ha proporcionado el sentido sobrenatural de la vida. 

--¿Cómo es ese sentido sobrenatural que tiene el dolor para el Dr. Ortiz de Landázuri? 

--La enfermedad siempre nos enseña muchísimo. Creo que el que pasa la vida suavemente, sin ninguna enfermedad...; es indudable que Dios le dará otras posibilidades de acercarse a El, pero está claro que una de las vías para comprender mejor a Dios es la enfermedad. Es un camino que nos conduce a Dios. Entonces, los que mueren a causa de un accidente, ¿no han podido acercarse al Señor? Estoy seguro de que en tal caso Dios les dará otras oportunidades. Sin embargo, no me cabe duda de que la enfermedad es uno de los caminos más importantes para llegar al encuentro más profundo con Dios... Y, como es lógico, uno acaba agradeciéndolo. 

Don Eduardo -uno de los pioneros de la Clínica Universitaria de Navarra-, tenía muy grabado el espíritu del Fundador de aquella Universidad -Monseñor Escrivá, Fundador del Opus Dei-, y su amor apasionado a los enfermos: 

E.O. --Cuando le preguntaban al Fundador del Opus Dei cuáles eran las armas o las posibilidades que tenía para hacer la Obra que el Señor le había encomendado realizar en el mundo, solía contestar que contaba con el dolor de los enfermos y el buen humor. El Opus Dei nació en los barrios más pobres y en los ambientes más míseros de Madrid.


DE MEDICO A ENFERMO 

Inés Artajo, entrevistó para el Diario de Navarra a don Eduardo. Lo encontró y presentó "enfundado ya en su traje de calle, sin bata blanca, porque de médico se ha convertido en enfermo, y de los de diagnóstico irreversible: enfermo de cáncer, un mal con el que convivía desde hacía meses" (2) 

Don Eduardo -seguimos ahora con Inés Artajo- ha diagnosticado miles de enfermedades mortales, ha expresado miles de veredictos finales. Sabe que va a morir. Pero no como lo sabemos todos, ignorantes del cuándo y del cómo: conoce su plazo. Sin embargo dice que no sufre -"decir que no me asusta me parece una vanidad"-, que lo afronta con serenidad y paciencia. En su rostro no hay miedo. Recorre la senda de la esperanza. 

E.O.--Fe, la he tenido siempre y pido a Dios que ahora, cuando más la necesito, no me la quite. 


EXPRIMIR LA VIDA "COMO UN LIMON" 

Con su cáncer y su fe a cuestas, considera que la muerte, enemiga y compañera de tantos años de ejercicio de la profesión, no es tan terrible cuando le toca a uno mismo. Y dice que aunque le gustaría vivir cinco años más, acata y agradece la voluntad de Dios, en quien siempre ha creído y confiado. Sigue trabajando en la aventura universitaria como puede y puede mucho, porque su espíritu vive a tope. Confiesa que su deseo es "exprimir el limón", su vida, hasta la última gota, sirviendo a su familia, a los demás, a la Ciencia, en definitiva a Dios y a todas las gentes. 

Era en 1958 cuando -médico ya famoso, catedrático y vicerrector de la Universidad de Granada, casado y padre de 7 hijos-, cambió su forma de vida y su economía para asentarse en Pamplona. Dejaba atrás una merecida fama de eminencia médica y un futuro humanamente brillante y bien acomodado. 

E.O. --Entonces ganaba mucho dinero -dice sencillamente don Eduardo-, pude hacerme rico. Pero dejé aquello, porque cuando se tiene todo, no se tiene ya ilusión por nada. Ahora veo que de haber seguido en Granada hubiera acabado por hacer lo de otros acaudalados: comprar un cortijo y unos olivos. Aquí, en Pamplona, sólo había ilusión y pocos medios para levantar una Facultad de Medicina recién inaugurada, y para crear una clínica universitaria. 

Pero el Gran Canciller y Fundador de aquella Universidad - Monseñor Escrivá, Fundador del Opus Dei- confiaba en él como uno de los pioneros, firme e incombustibles ante las dificultades. Don Eduardo, rechazó la posibilidad de abrir una consulta en la calle Carlos III, foco seguro de fama y dinero; y pidió un pequeño consultorio en la Facultad de Medicina. El poco dinero que ha tenido lo ha empleado ahora en pisos para sus hijos. Guarda una pequeña cantidad para que su familia -"si los impuestos le dejan..."- haga frente a la vida cuando a él le llegue la muerte. 


NO ES TAN TERRIBLE LA MUERTE 

El internista eminente, el testigo de muchas agonías y marchas hacia la otra orilla del vivir, afirma que la muerte, en general y salvo las aparatosas e inesperadas, no son tan duras como la gente cree. Dice que si alguien muere en plena vida, el desenlace es súbito y apenas se entera la persona de su marcha. A una preagonía tormentosa sigue después una muerte dulce, porque él lo ha visto: a medida que el final se acerca, el cerebro pierde la sensibilidad fisiológica y la agonía, ya de por sí, trae el estado de hipoestesia: 

E.O. --La propia muerte se encarga de no ser tan dura como nos parece. Un enfermo que va a morir quizá no sufra tanto como los familiares que le rodean, porque cuando se llega a ese trance final, el enfermo no es que se desentienda de lo que le rodea, sino que entra en una zona de nadie en la que se encuentra a sí mismo. Y ese encontrarse, unido al instinto de conservación, le permite afrontar la situación con más paz. 

Esa paz que don Eduardo ha encontrado tantas veces en sus pacientes, le ha servido para inclinarse siempre por el camino de la verdad con el enfermo, para que afronte con dignidad su destino y lo que pueda conllevar: 

E.O. --No me ha gustado esforzarme por disimular las enfermedades mortales, sino que he preferido esforzarme por salvar vidas y, cuando no podía, en respetar la dignidad del enfermo que tiene derecho a saber qué pasa en su cuerpo, por qué se le opera, qué pasa con su vida. Decir la verdad a un enfermo siempre traerá más confianza hacia quien lo cuida y vela por él; sabe que además de su instinto de conservación, cuenta con otra persona que lucha por su vida. También es necesario este modo de proceder para que cada uno, con su libertad, opte por el camino que crea más conveniente en unas horas que puedan ser las últimas. Unos quieren tomar determinaciones humanas, otros quieren ponerse a bien con Dios, otros no hacen nada. Pero aún así, tienen derecho a saber que su vida se acaba. 

Don Eduardo no es amigo de las palabras descarnadas, duras, sino de la verdad dicha con caridad, con cariño y consideración. 

E.O. --El final se acepta con serenidad, porque la grandeza humana es mayor de lo que la gente cree. Por eso, si es por miedo a la reacción del enfermo, que nadie, por falsos respetos, tenga temor a que se le administren los últimos sacramentos. No me meto en que no se los den por falta de fe. Eso, allá ellos; pero que no sea por miedo a que la impresión acelere la muerte. Nunca he visto que aceleren la muerte, antes al contrario: los sacramentos dan al enfermo más tranquilidad y más paz. Por lo demás, en la persona nunca se agota el instinto de conservación. 

Eduardo Ortiz de Landázuri ha atendido -se calcula- unos 500.000 enfermos. ¡Cuántas curaciones, cuántas alegrías a lo largo de su vida! 


LA EUTANASIA, ESA BRUTALIDAD 

--¿Qué piensa Ortiz de Landázuri de la eutanasia? 

--Me desgarra el alma pensar que se va a implantar la eutanasia. ¿Quién es dueño de la vida para matar al enfermo o al no nacido?. Tampoco soy partidario de mantener vidas artificiales, como cuando el cuerpo sigue en este mundo sólo por su conexión a máquinas sofisticadas. Eso no se puede hacer: la muerte no es tan indigna como para no ser aceptada en su momento. 

También, por dignidad, Ortiz de Landázuri entiende que, cuando no hay medios técnicos que los curen en los hospitales, los enfermos están mejor en sus casas, con su gente. Eso sí, siempre que esa vida no pueda agarrarse al mundo en un hospital. 

Don Eduardo aprendió a reconocer en sus últimos meses de vida el rostro de la que sería su muerte. No conoce la hora ni el lugar, pero vislumbra ya el modo, todas aquellas incógnitas que a la mayor parte de los hombres les impide ver con claridad el fin hacia el cual, cada minuto, cada hora y cada día, avanzan. Aunque advierte: 

E.O. --No sé tanto sobre ella, los tumores son tan distintos... Y la metástasis quizá me coja el cerebro, el hígado, o no sé dónde. Lo que preveo -y lo digo sin tristeza- es que pronto me tocará morir. 

Él fue quien vio primero las placas de su cuerpo y descubrió la existencia de un tumor. Fue el primero también en saber que necesitaba pasar por un quirófano cuando una biopsia le confirmó que el tumor que crecía era cancerigeno. Ahora agradece que los médicos hayan sido, como él les enseñó: veraces, claros también con él. 


ACEPTAR LA VOLUNTAD DE DIOS 

E.O. --La noticia de mi enfermedad irreversible la recibí tranquilo, aunque no me la sospechaba. Es tan misterioso el nacimiento y el desarrollo de un cáncer, tan distinta su evolución... En mi familia causó dolor, pero todos acogimos el descubrimiento con paz. Un diagnóstico irreversible te enseña muchas cosas. Te hace ver, como yo siempre he creído, que la ciencia y la fe están juntas y que unidas dan mucho más fruto. Y también comprendes que la muerte no tiene tanta importancia, sobre todo cuando le toca a uno. Claro es que no puede decirse que no tiene ninguna importancia, pero hay que aceptarla con serenidad. Dicen que Dios da conformidad y es cierto. Ahora me he hecho a la idea de que voy a faltar del mundo y no voy a negar que preferiría pasar ese trance sin dolor. Acepto, sin embargo, lo que Dios quiera darme. Tengo fe en él y ahora, lo que más le pido, es que esta fe que siempre me ha acompañado no me abandone en mi hora final, cuando más la necesito. Me gustaría que a mi familia no le faltara nada cuando yo me vaya... 

Ahora habla don Eduardo a los suyos acerca del lugar a donde irá. Primero, a la tierra: 

E.O. --Me da igual una sepultura, un nicho o la fosa común. Ni tengo dinero ni vanidad para ocupar un panteón. 

Y después, al lugar donde siempre ha querido ir: 

E.O. --Eso es lo único que de verdad me preocupa. Quiero ir al Cielo. Sí, creo en el cielo. El lugar donde gozaré de la contemplación de Dios. ¿Cómo? Mi mente es demasiado limitada para entenderlo y explicarlo. Pero allí quiero ir. 

Don Eduardo cree también que el Infierno "desgraciadamente existe"; y el Purgatorio. Espera, dice, que al final pesen más sus trabajos buenos, la santificación que ha procurado de su trabajo profesional y de sus deberes de cristiano, atendiendo y curando enfermos, que los errores humanos y profesionales que ha podido tener. 

E.O. --He intentado pasar por la vida haciendo el bien que he podido. Lo he intentado, pero no quiero que me digan que lo he conseguido, porque me asusta mi posible vanidad. Quiero ir al cielo y allí no hay sitio para los vanidosos. 

Eduardo Ortiz de Landázuri aprendió a convivir con aquel monstruo interior que un día del año 1984 devoraría su cuerpo. Uno de sus libros de cabecera era "Camino"; en sus palabras nos ha parecido escuchar el eco del punto 739: "No tengas miedo a la muerte. -Acéptala, desde ahora, generosamente..., cuando Dios quiera..., como Dios quiera..., donde Dios quiera. No lo dudes: vendrá en el tiempo, en el lugar y del modo que más convenga..., enviada por tu Padre-Dios. -¡Bienvenida sea nuestra hermana la muerte! (3) 


Adaptación de J. BALVEY 


(1) Cfr. ROSA MARIA ECHEVARRIA, Amar apasionadamente la Universidad, Nuestro Tiempo, junio-julio 1984, pp. 4 y ss. 
(2) Cfr. INES ARTAJO, en Diario de Navarra, 13-XI-1983. 
(3) J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 739. 
(4) J. ESCRIVA DE BALAGUER, Forja, n. 1001. 
(5) J. ESCRIVA DE BALAGUER, Forja, n. 1037. 
(6) J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 738. 
(7) JOSEMARIA ESCRIVA DE BALAGUER, Fundador del Opus Dei, HOJA INFORMATIVA, nº 1. Madrid, mayo 1976, pág.5. 




Tomado de http://www.arvo.net
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CONSAGRACIÓN DEL MATRIMONIO AL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA

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"Oh, Corazón Inmaculado de María, refugio seguro de nosotros pecadores y ancla firme de salvación, a Ti queremos hoy consagrar nuestro matrimonio. En estos tiempos de gran batalla espiritual entre los valores familiares auténticos y la mentalidad permisiva del mundo, te pedimos que Tu, Madre y Maestra, nos muestres el camino verdadero del amor, del compromiso, de la fidelidad, del sacrificio y del servicio. Te pedimos que hoy, al consagrarnos a Ti, nos recibas en tu Corazón, nos refugies en tu manto virginal, nos protejas con tus brazos maternales y nos lleves por camino seguro hacia el Corazón de tu Hijo, Jesús. Tu que eres la Madre de Cristo, te pedimos nos formes y moldees, para que ambos seamos imágenes vivientes de Jesús en nuestra familia, en la Iglesia y en el mundo. Tu que eres Virgen y Madre, derrama sobre nosotros el espíritu de pureza de corazón, de mente y de cuerpo. Tu que eres nuestra Madre espiritual, ayúdanos a crecer en la vida de la gracia y de la santidad, y no permitas que caigamos en pecado mortal o que desperdiciemos las gracias ganadas por tu Hijo en la Cruz. Tu que eres Maestra de las almas, enséñanos a ser dóciles como Tu, para acoger con obediencia y agradecimiento toda la Verdad revelada por Cristo en su Palabra y en la Iglesia. Tu que eres Mediadora de las gracias, se el canal seguro por el cual nosotros recibamos las gracias de conversión, de amor, de paz, de comunicación, de unidad y comprensión. Tu que eres Intercesora ante tu Hijo, mantén tu mirada misericordiosa sobre nosotros, y acércate siempre a tu Hijo, implorando como en Caná, por el milagro del vino que nos hace falta. Tu que eres Corredentora, enséñanos a ser fieles, el uno al otro, en los momentos de sufrimiento y de cruz. Que no busquemos cada uno nuestro propio bienestar, sino el bien del otro. Que nos mantengamos fieles al compromiso adquirido ante Dios, y que los sacrificios y luchas sepamos vivirlos en unión a tu Hijo Crucificado. En virtud de la unión del Inmaculado Corazón de María con el Sagrado Corazón de Jesús, pedimos que nuestro matrimonio sea fortalecido en la unidad, en el amor, en la responsabilidad a nuestros deberes, en la entrega generosa del uno al otro y a los hijos que el Señor nos envíe. Que nuestro hogar sea un santuario doméstico donde oremos juntos y nos comuniquemos con alegría y entusiasmo. Que siempre nuestra relación sea, ante todos, un signo visible del amor y la fidelidad. Te pedimos, Oh Madre, que en virtud de esta consagración, nuestro matrimonio sea protegido de todo mal espiritual, físico o material. Que tu Corazón Inmaculado reine en nuestro hogar para que así Jesucristo sea amado y obedecido en nuestra familia. Qué sostenidos por Su amor y Su gracia nos dispongamos a construir, día a día, la civilización del amor: el Reinado de los Dos Corazones. Amén. -Madre Adela Galindo, Fundadora SCTJM

CONSAGRACIÓN DEL MATRIMONIO A LOS DOS CORAZONES EN SU RENOVACIÓN DE VOTOS

CONSAGRACIÓN DEL MATRIMONIO A LOS DOS CORAZONES EN SU RENOVACIÓN DE VOTOS
Oh Corazones de Jesús y María, cuya perfecta unidad y comunión ha sido definida como una alianza, término que es también característico del sacramento del matrimonio, por que conlleva una constante reciprocidad en el amor y en la dedicación total del uno al otro. Es la alianza de Sus Corazones la que nos revela la identidad y misión fundamental del matrimonio y la familia: ser una comunidad de amor y vida. Hoy queremos dar gracias a los Corazones de Jesús y María, ante todo, por que en ellos hemos encontrado la realización plena de nuestra vocación matrimonial y por que dentro de Sus Corazones, hemos aprendido las virtudes de la caridad ardiente, de la fidelidad y permanencia, de la abnegación y búsqueda del bien del otro. También damos gracias por que en los Corazones de Jesús y María hemos encontrado nuestro refugio seguro ante los peligros de estos tiempos en que las dos grandes culturas la del egoísmo y de la muerte, quieren ahogar como fuerte diluvio la vida matrimonial y familiar. Hoy deseamos renovar nuestros votos matrimoniales dentro de los Corazones de Jesús y María, para que dentro de sus Corazones permanezcamos siempre unidos en el amor que es mas fuerte que la muerte y en la fidelidad que es capaz de mantenerse firme en los momentos de prueba. Deseamos consagrar los años pasados, para que el Señor reciba como ofrenda de amor todo lo que en ellos ha sido manifestación de amor, de entrega, servicio y sacrificio incondicional. Queremos también ofrecer reparación por lo que no hayamos vivido como expresión sublime de nuestro sacramento. Consagramos el presente, para que sea una oportunidad de gracia y santificación de nuestras vidas personales, de nuestro matrimonio y de la vida de toda nuestra familia. Que sepamos hoy escuchar los designios de los Corazones de Jesús y María, y respondamos con generosidad y prontitud a todo lo que Ellos nos indiquen y deseen hacer con nosotros. Que hoy nos dispongamos, por el fruto de esta consagración a construir la civilización del amor y la vida. Consagramos los años venideros, para que atentos a Sus designios de amor y misericordia, nos dispongamos a vivir cada momento dentro de los Corazones de Jesús y María, manifestando entre nosotros y a los demás, sus virtudes, disposiciones internas y externas. Consagramos todas las alegrías y las tristezas, las pruebas y los gozos, todo ofrecido en reparación y consolación a Sus Corazones. Consagramos toda nuestra familia para que sea un santuario doméstico de los Dos Corazones, en donde se viva en oración, comunión, comunicación, generosidad y fidelidad en el sufrimiento. Que los Corazones de Jesús y María nos protejan de todo mal espiritual, físico o material. Que los Dos Corazones reinen en nuestro matrimonio y en nuestra familia, para que Ellos sean los que dirijan nuestros corazones y vivamos así, cada día, construyendo el reinado de sus Corazones: la civilización del amor y la vida. Amén! Nombre de esposos______________________________ Fecha________________________ -Madre Adela Galindo, Fundadora SCTJM

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