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viernes, 18 de mayo de 2012

►LA SEXUALIDAD (PARTE 2)


La sexualidad: dimensión fundamental de la personalidad humana (II)

La sexualidad es una dimensión fundamental de la persona humana, el hombre o la mujer no son sexo, son personas sexuadas. Presentamos argumentos que avalan esta verdad.

II. Argumentos para explicar por qué es así

A. Argumento de la presencia del componente sexual en todos los niveles del ser humano 

Esta afirmación se comprueba al observar cómo la sexualidad se halla presente en todos los niveles que configuran la totalidad del ser humano:

1. Sexo genético.

Todo ser humano pertenece al sexo masculino o femenino desde el primer momento de su vida, cuando está todavía constituido por una célula derivada de la fusión del espermatozoide con la célula huevo u ovocito secundario. Si un individuo (vamos a decir "ser humano") tiene 44 cromosomas más dos cromosomas sexuales X, es de sexo femenino; si posee 44 cromosomas más un cromosoma X y otro Y, es de sexo masculino. Los 46 cromosomas están emparejados de dos en dos formando 23 parejas.

2. Sexo gonádico.

En torno a la sexta semana de vida intrauterina (hacia el fin del segundo mes de embarazo), el embrión posee una gónada todavía indiferenciada que es capaz de transformarse en testículo u ovario. Si en su patrimonio genético se halla el cromosoma Y, es decir, el individuo es genéticamente varón, la zona central de la gónada se desarrollará diferenciándose en testículo, que empezará muy pronto a producir hormonas masculinas, llamadas “andrógenos”. Cuando falta el cromosoma Y / o el gen “TDF” que se encuentra al final de este cromosoma, el individuo es genéticamente mujer y desarrollará la parte externa de la gónada, que se diferenciará en ovario y se poblará de un número enorme de folículos llamados «primordiales» (6 ó 7 millones), cada uno de los cuales contiene una célula huevo. La mayor parte de estos folículos sufrirá una involución, con lo que su número se reducirá a 1 ó 2 millones en el nacimiento y a 300.000 ó 400.000 en la pubertad.

3. Sexo morfológico.

Los órganos genitales internos masculinos son los conductos seminales, las vesículas seminales, la próstata y la uretra, mientras que se consideran órganos genitales externos el pene y el escroto. En la mujer son órganos genitales internos las trompas, el útero y la vagina, y órganos genitales externos los labios mayores y menores.

En torno a la octava semana de vida intrauterina los órganos genitales internos y externos del embrión están todavía indiferenciados: si está presente el testículo (sexo gonádico masculino), gracias a los andrógenos producidos por él, los genitales se desarrollarán en sentido masculino; si no está presente el testículo, el desarrollo de los genitales se operará, en cambio, en sentido femenino. Es, pues, la presencia o ausencia de los andrógenos testiculares la que determina la morfología de los genitales externos e internos del que va a nacer. El sexo del embrión ya es reconocible desde la decimocuarta semana de vida intrauterina.

4. Sexo de educación o social

El niño, al nacer, es denominado varón o hembra según el aspecto de los genitales externos: desde ese preciso momento será educado por los padres según el sexo que se le ha atribuido (baste pensar en los colores escogidos para su primer vestido en función de su sexo). El concordar armonioso del sexo genético, gonádico, morfológico y de educación o social hará que el niño desarrolle precozmente, dentro del primer año de vida, la identidad sexual, esto es, se identifique a sí mismo como varón o hembra.

5. Sexo fenotípico

Constituye el conjunto de características que hacen que un individuo pueda ser definido por el aspecto exterior, como varón o hembra. Aparte de la estructura de los genitales externos, que ya en el nacimiento nos permiten distinguir a un niño de una niña, el resto de los caracteres sexuales (llamados también «secundarios» para distinguirlos de los caracteres «primarios»), determinados por la diferenciación de las gónadas (sexo gonádico) y de los genitales internos y externos (sexo morfológico), se observan claramente en el momento de la pubertad.

6. Sexo psíquico

Además de ser varón o hembra desde un punto de vista cromosómico, gonádico, morfológico y fenotípico, el hombre y la mujer lo son también desde un punto de vista psíquico. La mujer se reconoce y se siente como mujer y tiene preferencias sexuales por los varones y viceversa: el hombre tiene identidad sexual masculina y preferencia sexual por las mujeres.

Mientras que la identidad sexual se establece precozmente, desde la primera infancia, las preferencias sexuales se manifiestan más tarde, de manera clara en la pubertad. El sexo psíquico masculino o femenino está determinado por factores biológicos (el sexo genético, el sexo gonádico, etc.), pero también por factores que vienen de su ambiente familiar y social. Por este motivo, los trastornos de identidad sexual tienen una génesis múltiple: además de supuestas alteraciones biológicas, revisten gran importancia otros factores que tienen que ver con el mundo afectivo. 

Por lo que concierne a la influencia de los factores biológicos sobre la diferenciación psíquica, se cree que las hormonas sexuales (los andrógenos en el varón y los estrógenos en la mujer) influyen directamente en el desarrollo del cerebro. Esta influencia comenzaría ya en el estadio embrional: se ha constatado que las chicas expuestas en el útero a la acción de hormonas masculinas manifestaban actitudes "varoniles”, preferían juegos y atuendo masculinos, pero sin alteraciones en la expresión de su sexualidad en relación con el sexo complementario, es decir en sus preferencias sexuales(3). El desarrollo del sexo psíquico o desarrollo psico­sexual comienza ya durante la infancia, pero asume características propias de la edad adulta sólo en el período de la adolescencia.

Para que se dé la identidad de cada ser humano, como hombre y como mujer, se necesita una integración armoniosa entre todos sus niveles. 

La constatación de esta realidad nos permite afirmar que la sexualidad humana no es una característica accidental (es decir accesoria, que se puede dar o no), sino que es fundamental para la definición de lo que es un ser humano, como lo es por ejemplo, su racionalidad. Ser hombre o ser mujer no es sólo un dato biológico, un añadido secundario que colorea la propia existencia, sino un hecho originario y original:

1. Originario, ya que la existencia personal no puede dejar de pasar desde su origen, esto es, desde la concepción a través de la experiencia de la masculinidad o de la feminidad.

2. Original, en cuanto que el ser hombre o mujer es una experiencia muy diferente a ser macho o hembra para un animal.

El hombre y la mujer no tienen un sexo, son su sexualidad, porque la sexualidad es estructural en lo corpóreo, psíquico y espiritual. No es únicamente una función del cuerpo. 

B. Argumento de la ética: todos los actos sexuales tienen una connotación ética buena o mala.

La sexualidad humana es una dimensión fundamental del ser humano, íntimamente ligada a la experiencia ética, que es la forma propia de ser del ser humano que le diferencia de cualquier otro ser del universo, su característica definitoria. Todos los actos sexuales son actos humanos en los que interviene la libertad de decisión y por ello se experimentan espontáneamente como buenos o malos, es decir con una connotación ética. 

El comportamiento sexual ha sido siempre calificado desde una normativa ética, cualquiera que sea la cultura que lo estudie. A pesar de los muy variados intentos de liberación sexual la sujeción de la sexualidad humana a una norma ética (en contra de lo afirmado por la permivisidad social) ha sido un hecho incontrovertible en todas las culturas de todos los tiempos donde se ha estudiado el comportamiento humano. 

Esta valoración ética de la sexualidad manifiesta su profundo arraigo en la persona misma. Actos indiferentes a quienes somos, como la respiración o el dormir, no tienen en sí una valoración ética. Los actos sexuales la tienen siempre, lo que demuestra que provienen de una dimensión que toca a nuestra identidad no sólo corporal, sino también espiritual y, por eso, su vivencia afecta a lo que somos.

C. Argumento por la experiencia universal de la intimidad humana que custodia la interioridad

La libertad inteligente es la facultad que diferencia al ser humano del mundo animal. El ser humano advierte la existencia de esta capacidad en su interioridad(4) de la cual sólo él es dueño, y a la que nadie puede acceder si él no se lo permite. Su interioridad es como un tesoro, que le posibilita amar y ser amado, es decir darse y recibir la donación de la persona del otro. La interioridad se experimenta como algo íntimo, que se protege. 

Al estar íntimamente relacionada la dimensión sexual con el “yo personal” y la capacidad de donarse en cuerpo y espíritu, el ser humano protege, de forma particular, las zonas corpóreas que expresan externamente la misma sexualidad. A este sentimiento de respeto y cuidado, que es algo natural, se le llama pudor. La intimidad corporal sólo se muestra a quien uno abre también su interioridad.

Este sentimiento natural de pudor demuestra que instintivamente el cuerpo humano revela una intimidad. La tendencia espontánea a proteger la intimidad de miradas extrañas también afecta al cuerpo. La sexualidad se experimenta como algo ligado a la interioridad, como algo, por lo tanto, muy valioso. El ser humano se viste para proteger su indigencia corporal del medio exterior pero también lo hace porque su cuerpo forma parte de su intimidad, y no está disponible para cualquiera. El vestido sirve, además, para mantener el cuerpo dentro de la intimidad. 

En todas las culturas existen diferentes formas de cuidar el pudor, aun en las tribus más lejanas a la civilización occidental, en las que se muestran hombre y mujer, casi desnudos. El pudor se manifiesta por el cuidado de miradas, posturas y lugares particulares designados para expresiones de la intimidad de la persona.

Por ejemplo, los indios yanomami del Amazonas, apenas se cubren con un poco de tela los órganos genitales, pero muestran su pudor a través de otras costumbres, como la de que el hombre nunca puede dirigirse a una mujer mirándola a los ojos, excepto a su esposa. 

El nudismo completo no es algo natural, porque supone la renuncia a la intimidad que es custodia de su interioridad. Ningún animal se cubre, sólo el ser humano porque posee intimidad, porque es un ser espiritual. El negar la intimidad humana, conduce a convertir el cuerpo en un algo y no reconoce al alguien. 

Naturalmente se conoce la relación íntima entre la expresión externa de la sexualidad y la interioridad donde se custodia la libertad personal. No reconocer esta relación íntima nos presenta un sexo divorciado de quienes somos, vivido de forma reductivista, a nivel corpóreo.

D. Argumento basado en la identificación personal(5) 

La identidad sexual no se adquiere en el vacío, no es algo que se lleve bajo el brazo, ni tampoco algo caído del cielo con lo que la persona se encuentra. No existe identidad personal sin identidad sexual. Y la interacción entre ambas es continua a lo largo de toda la vida. La sexualidad humana es dato imprescindible para que un ser humano sepa quién es él mismo, se identifique como hombre o como mujer. La identificación personal es básica para tener un mínimo de seguridad personal. La incertidumbre acerca de quién soy, es de las que más daña a la persona y le resta fuerza vital para proyectarse y establecer otras relaciones. Este conocimiento personal se apoya en el dato primario de la propia sexualidad, por lo tanto, la sexualidad humana es una dimensión fundamental para la definición humana.

El desarrollo de la sexualidad no sólo alcanza todos los niveles del ser humano, sino que crece con el desarrollo de la misma identidad del sujeto.(6) En todas las sociedades, tradicionalmente se reconoce la diferencia sexual como un elemento importante para el desarrollo de la misma sociedad, tanto en términos numéricos (cuántos sujetos adultos forman esa sociedad) como en términos de productividad. Los ritos tradicionales que marcan el paso de un niño o niña a la etapa adulta, como hombre o mujer, presuponen el haber alcanzado la madurez que le permite formar (procreación) y mantener una familia. Estos ritos van acompañados de ciertos signos, celebraciones o pruebas de madurez. Cambia la forma de vestir, el lugar de vivir, las ocupaciones y el trato que se le da a partir de ese momento. Esas tradiciones reconocen externamente lo importante que es el desarrollo sexual de un ser humano, para la misma sociedad y para ayudarles a crecer en su identificación y en las responsabilidades que asumirán de acuerdo con su sexualidad.(7) 

E. Argumento de la relacionalidad

El ser humano necesita relacionarse con otros seres humanos. En todas sus relaciones tiene que tener en cuenta el dato fundamental de su propia sexualidad y de la sexualidad del otro. Sólo así pueden establecerse relaciones entre hombres y mujeres en muy diferentes grados y matices: esposos, amigos, padre-hija, madre-hija, jefe-empleada, etc. No se podrían establecer relaciones con “seres neutros”. Si la diferencia sexual no fuese esencial en la definición del ser humano, la relación con el otro se instauraría independientemente de ella.

.........
(3)Los efectos de estar expuesta a altos niveles de testosterona en el desarrollo intrauterino se demuestran en diferentes grados según el estudio: In a group of 58 children born in 1996 and 1997, COHEN, Simon Baron, Cambridge University and colleagues.

(4) Ningún cautiverio, prisión o castigo es capaz de suprimir este nivel. El ser humano no tiene libertad, sino que es libre. Esta libertad interior, es la que nos permite hablar de la dignidad del ser humano y, desde ella, cada uno es la fuente de su actuar. Es la base de los derechos naturales del ser humano. De ella brotan los derechos a la libertad de expresión, al derecho a la libre discusión en la búsqueda de la verdad; el derecho a la libertad religiosa, el derecho a vivir según las propias convicciones éticas, o al proyecto vital que uno elija.

(5) Hombres y mujeres son diferentes: lo primero que destaca cuando veamos a otro es esa diferencia. Si estando en un café, a mi lado se sienta alguien de quien no puedo adivinar que sexo es por la ambigüedad en su forma de vestir, hablar... lo natural es que me ponga nervioso. Saber el sexo de la otra persona es saber algo importante de ella y además me permite saber cómo relacionarme. 

(6) POLAINO-LLORENTE, Aquilino, Sexo y Cultura, 3ª Ed., RIALP, Madrid, 1999, p. 98–99: “(...) entre la identidad sexual y la identidad personal, hay siempre, cuando menos, un poderoso e invisible haz de hilos conductores que las aúna, hasta el punto de no poder distinguirse del todo una de otra. En realidad, no puede establecerse una prioridad entre ellas, pues aunque la primera se prolonga en la segunda, ésta última contribuye de forma poderosa a configurar aquélla.” 

(7) Ejemplos: en las islas Fiji los niños tienen el pelo largo siempre y sólo se les corta en el rito de iniciación a los catorce años; en la cultura judía, el Bar-Mitzvah es el rito de paso a la participación de adoración total, ya como un adulto.



Artículos relacionados


La sexualidad: dimensión fundamental de la personalidad humana (III) 


►LA SEXUALIDAD (PARTE 1)






La sexualidad: dimensión fundamental de la personalidad humana (I)

No es una novedad el sexo; hemos aprendido a verlo y a vivirlo,desde que nacemos somos niños o niñas,antes de conocerlo.


I. ¿Qué es?

Cada ser humano es una unidad personal sexuada de espíritu y cuerpo; y cada ser humano, en su existencia concreta, es hombre o mujer. La sexualidad del ser humano se expresa en todas las dimensiones de su personalidad: cuerpo, psique y espíritu. Es principio fundamental de identidad. La fusión de un óvulo femenino y un espermatozoide masculino da origen a un ser humano sexuado. Este ser crece naturalmente, ya desde el inicio, como un hombre o como una mujer. Para entender mejor quién es el ser humano y cómo alcanza su realización, es necesario entender en qué consiste su sexualidad y cuál es el fin de la misma. 

La sexualidad animal muestra que los elementos masculinos y femeninos permiten la reproducción y la supervivencia de la especie. El sexo biológico diferencia a unos individuos de otros dentro de la misma especie, en su cuerpo y en su actuar, para la continuidad de la especie. Es la sexualidad la que define ciertos comportamientos propios del macho o de la hembra y que tienen que ver, por ejemplo, con la alimentación, protección de las crías, etc.

La sexualidad humana comparte con la sexualidad de los mamíferos algunos rasgos importantes: el desarrollo del sexo cromosómico, gonádico, morfológico y fenotípico que tiene como fin natural la reproducción y propone a la especie tareas diferenciadas para facilitar la supervivencia humana que provienen de sus cualidades naturales. Por ejemplo, la mujer puede alimentar a la cría de modo natural aunque esto no quiere decir que esté obligada a ello. Es una realidad que la biología le ofrece esta posibilidad sólo a ella, a partir de la diferenciación sexual.

Para descubrir que la sexualidad es una dimensión fundamental del ser humano, hay que considerar los siguientes niveles de la sexualidad humana: cromosómica, gonádica, morfológica, socio-cultural o educacional, fenotípica y psíquica. 

El sexo cromosómico configura genéticamente al ser humano como varón o como hembra. Todo ser humano pertenece al sexo masculino o femenino desde el primer momento de su vida en que está constituido por una célula derivada de la fusión del espermatozoide con el óvulo. Si un ser humano tiene 44 cromosomas más dos cromosomas sexuales X, es de sexo femenino; si posee 44 cromosomas más un cromosoma X y otro Y, es de sexo masculino. Los 46 cromosomas están ajustados de dos en dos formando 23 parejas. 

En este ser que crece en el útero, el primer rasgo anatómico de su sexualidad que se desarrolla es el sexo gonádico. La gónada es la glándula genital que elabora las células reproductoras (óvulos o espermatozoides). En torno a la sexta semana de vida intrauterina, el embrión posee una gónada todavía indiferenciada que es capaz de transformarse en testículo u ovario. Si en su patrimonio genético se halla el cromosoma Y, es decir, si es genéticamente varón, la zona central de la gónada se desarrollará diferenciándose en testículo, que empezará muy pronto a producir hormonas masculinas, llamadas andrógenos. Si el ser humano es genéticamente mujer, se desarrollará en cambio la parte externa de la gónada, que se diferenciará en ovario y se poblará de un número enorme de folículos llamados «primordiales» (6 ó 7 millones), cada uno de los cuales contiene una célula huevo. 

El sexo morfológico (los órganos genitales internos y externos), en torno a la octava semana de vida intrauterina del embrión está todavía indiferenciado. Si está presente el testículo (sexo gonádico masculino), gracias a los andrógenos producidos por él, los genitales se desarrollarán en sentido masculino; si no está presente el testículo, el desarrollo de los genitales se operará, en cambio, en sentido femenino. El sexo del embrión ya es reconocible desde la decimocuarta semana de vida intrauterina. Los órganos genitales internos masculinos son los conductos seminales, las vesículas seminales, la próstata y la uretra, mientras que se consideran órganos genitales externos el pene y el escroto. En la mujer son órganos genitales internos las trompas, el útero y la vagina, y órganos genitales externos los labios mayores y menores. 

El niño, al nacer, es denominado varón o hembra según el aspecto de los genitales externos: desde ese preciso momento será educado por los padres según el sexo que se le ha atribuido (en algunas culturas, por ejemplo los colores escogidos para su primer vestido se harán en función de su sexo). Este aspecto de la sexualidad se llama sexo socio-cultural o sexo de educación porque ayuda a concordar armoniosamente el sexo genético, gonádico, morfológico y de educación o social lo que hará que el niño desarrolle precozmente, dentro del primer año de vida, su identificación consigo mismo como varón o hembra. 

La niñez de un ser humano termina con la pubertad cuando se desarrolla su sexo fenotípico. Éste es el conjunto de características que hacen que un individuo quede definido por el aspecto exterior (fisiológico) como varón o hembra. Aparte de la estructura de los genitales externos, que ya en el nacimiento permiten distinguir a un niño de una niña, el resto de los caracteres sexuales (como el desarrollo de la figura femenina o masculina, cambio de tono de voz, etc.) se terminan de desarrollar con la edad. Se llaman caracteres «secundarios» para distinguirlos de los caracteres «primarios» (sexo gonádico y morfológico).

Además de ser varón o hembra desde un punto de vista cromosómico, gonádico, morfológico y fenotípico, el hombre y la mujer lo son también desde un punto de vista psíquico. La mujer se reconoce y se siente como mujer y tiene tendencias sexuales hacia los varones y viceversa. Mientras que la identidad sexual se establece rápidamente desde la primera infancia, las tendencias sexuales se manifiestan de manera clara en la pubertad. El sexo psíquico masculino o femenino está determinado por factores biológicos (el sexo genético, el sexo gonádico, etc.), pero también por otros factores que influyen en él en su desarrollo afectivo ligados al desarrollo del niño. 

En la sexualidad humana se observan significativas diferencias en relación a la sexualidad puramente biológica. Es una dimensión fundamental de la identidad enraizada en el espíritu humano. Su cuerpo no es vehículo de su espíritu, sino que es la revelación de su unidad personal de espíritu y cuerpo. Su feminidad o su masculinidad impregna su percepción del mundo y las relaciones que establece con él, a través de su libertad inteligente y sus decisiones. 

El sexo socio-cultural(1) y el sexo psíquico(2) son dimensiones que expresan la realidad humana que va más allá del elemento biológico. La identidad sexual se produce cuando uno descubre la relación adecuada que ha de existir entre la realidad objetiva de su cuerpo sexuado y la vivencia subjetiva de su sexualidad. Si uno es hombre, percibe su identidad como hombre. Si esta identificación no se da, hay una anomalía o desajuste en la personalidad.

El conjunto de factores educativos, familiares, sociales, y circunstancias personales que influyen en el desarrollo de un ser humano sexuado, influye en la configuración de su personalidad y de su individualidad, pero siempre como hombre o como mujer. 

Siendo el ser humano un ser social, no sólo se identifica consigo mismo y con su sexo, sino que otros (con los que convive) le identifican por su sexualidad. Cuando uno se encuentra con otro ser humano, la primera constatación que hace, casi sin pensar, es acerca de la sexualidad del otro e intuitivamente adapta su manera de comportarse según sea hombre o mujer.

Como mujer o como hombre, aprende a relacionarse y a amar a los demás. No se puede hacer de la sexualidad humana una actividad externa a la persona. Se expresa en todos sus actos y, por ello, no puede ser objeto de uso. Usar la sexualidad implicaría también usar al ser humano que se identifica con ella. Cualquier práctica que intenta usar al ser humano (como la prostitución, la pornografía, y la violencia sexual) niega el fin del ser humano y tiene consecuencias serias en su psicología, en su cuerpo y, sobre todo, en su espíritu.


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(1) Sexo socio-cultural: por el que uno identifica a otros como hombres o como mujeres por su manera de vestir, comportarse, hablar etc. de acuerdo a las costumbres culturales aprendidas, como un medio para poder expresar la identidad y los comportamientos de hombres y mujeres. 

(2) Sexo psíquico: por el que uno se identifica con su propia sexualidad tanto en su fisiología como en las tendencias naturales que se derivan de ella.



Artículos relacionados


►LECTURAS BÁSICAS PARA EDUCAR EN LA SEXUALIDAD








Lecturas básicas 

Elósegui, María (2002) Diez temas de género. Madrid: EIUNSA. Libro idóneo para entender y comprender las diferencias y la complementariedad entre hombres y mujeres. Resulta también de interés para la comprensión de temas de debate actual como la transexualidad y la homosexualidad y los intereses políticos que subyacen en estos debates.



Martínez, Juncal y Pérez, Pedro (2001), El Sida sin engaños. Valladolid (CIAS). Este libro nos ofrece datos, informes e ideas que nos acercan a la realidad actual del Sida desde una perspectiva desde un enfoque antropológico adecuado. Pedidos: Comité Independiente Anti-Sida. Apdo. 4128, Valladolid (España) o al teléfono 616773334. 



Medialdea Concepción (2001), Cómo funciona mi cuerpo. Madrid: EIUNSA. Trata los temas básicos del curso de un modo claro y asequible a todos. Este libro es ideal para complementar al de texto tanto en contenidos como en imágenes. El libro de texto (Programa SABE) para uso de los educadores en colegios y este adecuado para leerlo los padres con sus hijos en casa.



Medialdea, Concepción; Otte, Ana y Pérez Adán, José, (2001) Curso de Educación de la Sexualidad para Adolescentes (Programa SABE). Madrid: EIUNSA. 285 páginas. El Curso de Educación de la Sexualidad para Adolescentes (Programa SABE) es el manual de referencia básico y fundamental en la materia para los profesores de secundaria, y es también idóneo para padres, monitores de jóvenes, y centros de formación y ocio de adolescentes. 



Otte Ana (2000), Cómo hablar a los jóvenes de sexualidad, amor y procreación. 136 respuestas a sus preguntas, Madrid: EIUNSA. Se trata de un libro muy actual, claro y didáctico de obligada lectura para padres y jóvenes. El libro es el primero de la colección de Eiunsa sobre temas de sexualidad. Está siendo muy utilizado en colegios y entre universitarios.



Pérez Adán, J. (2005) Repensar la Familia, EIUNSA. Este libro reciente trata desde una perspectiva académica y con la óptica de defensa de la unidad familiar por la que aboga el comunitarismo de las políticas familiares y el reconocimiento de la soberanía familiar frente a las imposiciones del individualismo y el consumismo modernos.



Pérez Adán, José y Villar Amigo, Vicente (1997),Sexo: razón y pasión, Pamplona: Eunsa. Los autores realizan en este trabajo un brillante ejercicio de síntesis sobre el pensamiento de Juan Pablo II y sus implicaciones prácticas respecto a temas de tanta importancia como la dignidad del sexo, el comienzo de la vida humana, la regulación natural de la fertilidad, la ciencia ante estas cuestiones y la cultura sexual moderna. Desde la primera página la apuesta cristiana es presentada como progresista y revolucionaria frente a las tendencias que la consideran conservadora. 



Rojas, Enrique (1998) La Conquista de la voluntad. Madrid: Temas de hoy. Libro elegante y claro a la par que erudito sobre la importancia del dominio de sí por uno de los autores españoles de más prestigio en el tema.



Sánchez Marchori, Mar (2002), Cómo prepararse para la vida conyugal. Madrid: EIUNSA El libro da respuestas a las preguntas que se formulan en temas sobre el amor, auto-conocimiento, noviazgo, comunicación en la pareja, cómo superar las crisis, amar a la familia del otro, sexualidad en el matrimonio y consejos para organizar la economía familiar. La autora, pretende también orientar a los novios, ayudarles a solucionar los conflictos que puedan surgir en su futura vida en común.



Santamaría, Mikel (1998), Saber amar con el cuerpo. Madrid: Palabra. Libro sobre la importancia de respetar el propio cuerpo como paso previo a respetar a los demás. Escrito con estilo ágil y claro.



Tarasco Martha y Marco, Javier (2001) Diez temas sobre reproducción asistida, Madrid: EIUNSA Un sucinto y completo análisis desde la antropología adecuada de lo que es y cómo se practica y sus implicaciones éticas, científicas y sociales.



Varios Autores (1995), Sexo y Naturaleza, Pamplona: Eunsa. Se trata de un libro claro y conciso. Sus autores, José Pérez Adán, José ángel Mínguez, Manuel Barceló, Ana Otte, y Javier Martínez de Marigorta, tratan de dar respuestas serenas a preguntas de gente corriente y también a interrogantes de más calado: ¿en qué consiste la desviación sexual? ¿qué es y qué no es obsesivo en el sexo? Va dirigido a un amplio espectro de público: padres, educadores, novios y jóvenes matrimonios.



Villar, Vicente y O´Leary, Dale (2003) Cómo entender la homosexualidad Editorial La Caja La novel editorial LaCaja (Sekotia) se ha lanzado al mercado con un libro valiente, que cuenta lo que hay que saber sobre la homosexualidad, llamando a las cosas por su nombre. Es decir, con claridad expositiva, con inteligencia, y con el espíritu sereno, analiza los procesos, tanto biológicos como sociológicos, con abundantes informaciones estadísticas, cuantitativa y cualitativamente contrastadas, de las desviaciones de personalidad más comunes.



Lecturas complementarias: 



AGUILÓ, Alfonso: Educar los sentimientos. Serie: Educar en valores. Nº. 63. Palabra, 1999.

CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA. Directorio de la Pastoral Familiar de la Iglesia en España. Palabra, 2004

DEL CUETO, Candi y GARCÍA, Piedad: Tu hija de 13 a 14 años. Nº. 31. Palabra, 1994.

JAVALOYES, Juan José: El arte de enseñar a amar. Serie: Educación en valores. Nº. 82. Palabra, 2001.

JUAN PABLO II: Matrimonio, amor y fecundidad. Palabra, 1998.

JUAN PABLO II. Carta Apostólica Mulieris Dignitatem. La Dignidad de la Mujer. Edit San PABLO, 2004 

LÉONARD, Leonard: La moral sexual explicada a los jóvenes. Palabra, 1995.

LÓPEZ QUINTÁS, Alfonso: El amor humano. Su sentido y su alcance. Edibesa, 1994.

MARTÍN LOBO, Pilar: Tu hija de 15 a 16 años. Nº. 33. Palabra, 1995.

PÉREZ ADÁN, José y ROS CODOÑER, Javier: Sociología de la familia y de la sexualidad. EDICEP, 2004.

PONTIFICIO CONSEJO DE LA FAMILIA: Sexualidad humana: verdad y significado. Palabra, 2004

SÁNCHEZ, Vidal y ESPARZA, Miguel: Tu hijo de 13 a 14 años. Nº. 32. Palabra, 1994.



Páginas en red:



Además de los recursos y enlaces de la web del IVAF: www.ivaf.org, recomendamos los textos y recursos en español que se pueden encontrar en: 




El éxito de la educación consiste en proporcionar un conocimiento equilibrado de uno mismo y de la realidad, promoviendo una adecuada jerarquía de valores. La educación sexual fracasa cuando sólo es información técnica y cuando hay un claro desajuste o una falta de armonía en lo que se enseña. No hay verdadero progreso humano si éste no se realiza con un fondo moral.

Lecturas básicas 

Elósegui, María (2002) Diez temas de género. Madrid: EIUNSA. Libro idóneo para entender y comprender las diferencias y la complementariedad entre hombres y mujeres. Resulta también de interés para la comprensión de temas de debate actual como la transexualidad y la homosexualidad y los intereses políticos que subyacen en estos debates.



Martínez, Juncal y Pérez, Pedro (2001), El Sida sin engaños. Valladolid (CIAS). Este libro nos ofrece datos, informes e ideas que nos acercan a la realidad actual del Sida desde una perspectiva desde un enfoque antropológico adecuado. Pedidos: Comité Independiente Anti-Sida. Apdo. 4128, Valladolid (España) o al teléfono 616773334. 



Medialdea Concepción (2001), Cómo funciona mi cuerpo. Madrid: EIUNSA. Trata los temas básicos del curso de un modo claro y asequible a todos. Este libro es ideal para complementar al de texto tanto en contenidos como en imágenes. El libro de texto (Programa SABE) para uso de los educadores en colegios y este adecuado para leerlo los padres con sus hijos en casa.



Medialdea, Concepción; Otte, Ana y Pérez Adán, José, (2001) Curso de Educación de la Sexualidad para Adolescentes (Programa SABE). Madrid: EIUNSA. 285 páginas. El Curso de Educación de la Sexualidad para Adolescentes (Programa SABE) es el manual de referencia básico y fundamental en la materia para los profesores de secundaria, y es también idóneo para padres, monitores de jóvenes, y centros de formación y ocio de adolescentes. 



Otte Ana (2000), Cómo hablar a los jóvenes de sexualidad, amor y procreación. 136 respuestas a sus preguntas, Madrid: EIUNSA. Se trata de un libro muy actual, claro y didáctico de obligada lectura para padres y jóvenes. El libro es el primero de la colección de Eiunsa sobre temas de sexualidad. Está siendo muy utilizado en colegios y entre universitarios.



Pérez Adán, J. (2005) Repensar la Familia, EIUNSA. Este libro reciente trata desde una perspectiva académica y con la óptica de defensa de la unidad familiar por la que aboga el comunitarismo de las políticas familiares y el reconocimiento de la soberanía familiar frente a las imposiciones del individualismo y el consumismo modernos.



Pérez Adán, José y Villar Amigo, Vicente (1997),Sexo: razón y pasión, Pamplona: Eunsa. Los autores realizan en este trabajo un brillante ejercicio de síntesis sobre el pensamiento de Juan Pablo II y sus implicaciones prácticas respecto a temas de tanta importancia como la dignidad del sexo, el comienzo de la vida humana, la regulación natural de la fertilidad, la ciencia ante estas cuestiones y la cultura sexual moderna. Desde la primera página la apuesta cristiana es presentada como progresista y revolucionaria frente a las tendencias que la consideran conservadora. 



Rojas, Enrique (1998) La Conquista de la voluntad. Madrid: Temas de hoy. Libro elegante y claro a la par que erudito sobre la importancia del dominio de sí por uno de los autores españoles de más prestigio en el tema.



Sánchez Marchori, Mar (2002), Cómo prepararse para la vida conyugal. Madrid: EIUNSA El libro da respuestas a las preguntas que se formulan en temas sobre el amor, auto-conocimiento, noviazgo, comunicación en la pareja, cómo superar las crisis, amar a la familia del otro, sexualidad en el matrimonio y consejos para organizar la economía familiar. La autora, pretende también orientar a los novios, ayudarles a solucionar los conflictos que puedan surgir en su futura vida en común.



Santamaría, Mikel (1998), Saber amar con el cuerpo. Madrid: Palabra. Libro sobre la importancia de respetar el propio cuerpo como paso previo a respetar a los demás. Escrito con estilo ágil y claro.



Tarasco Martha y Marco, Javier (2001) Diez temas sobre reproducción asistida, Madrid: EIUNSA Un sucinto y completo análisis desde la antropología adecuada de lo que es y cómo se practica y sus implicaciones éticas, científicas y sociales.



Varios Autores (1995), Sexo y Naturaleza, Pamplona: Eunsa. Se trata de un libro claro y conciso. Sus autores, José Pérez Adán, José ángel Mínguez, Manuel Barceló, Ana Otte, y Javier Martínez de Marigorta, tratan de dar respuestas serenas a preguntas de gente corriente y también a interrogantes de más calado: ¿en qué consiste la desviación sexual? ¿qué es y qué no es obsesivo en el sexo? Va dirigido a un amplio espectro de público: padres, educadores, novios y jóvenes matrimonios.



Villar, Vicente y O´Leary, Dale (2003) Cómo entender la homosexualidad Editorial La Caja La novel editorial LaCaja (Sekotia) se ha lanzado al mercado con un libro valiente, que cuenta lo que hay que saber sobre la homosexualidad, llamando a las cosas por su nombre. Es decir, con claridad expositiva, con inteligencia, y con el espíritu sereno, analiza los procesos, tanto biológicos como sociológicos, con abundantes informaciones estadísticas, cuantitativa y cualitativamente contrastadas, de las desviaciones de personalidad más comunes.



Lecturas complementarias: 



AGUILÓ, Alfonso: Educar los sentimientos. Serie: Educar en valores. Nº. 63. Palabra, 1999.

CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA. Directorio de la Pastoral Familiar de la Iglesia en España. Palabra, 2004

DEL CUETO, Candi y GARCÍA, Piedad: Tu hija de 13 a 14 años. Nº. 31. Palabra, 1994.

JAVALOYES, Juan José: El arte de enseñar a amar. Serie: Educación en valores. Nº. 82. Palabra, 2001.

JUAN PABLO II: Matrimonio, amor y fecundidad. Palabra, 1998.

JUAN PABLO II. Carta Apostólica Mulieris Dignitatem. La Dignidad de la Mujer. Edit San PABLO, 2004 

LÉONARD, Leonard: La moral sexual explicada a los jóvenes. Palabra, 1995.

LÓPEZ QUINTÁS, Alfonso: El amor humano. Su sentido y su alcance. Edibesa, 1994.

MARTÍN LOBO, Pilar: Tu hija de 15 a 16 años. Nº. 33. Palabra, 1995.

PÉREZ ADÁN, José y ROS CODOÑER, Javier: Sociología de la familia y de la sexualidad. EDICEP, 2004.

PONTIFICIO CONSEJO DE LA FAMILIA: Sexualidad humana: verdad y significado. Palabra, 2004

SÁNCHEZ, Vidal y ESPARZA, Miguel: Tu hijo de 13 a 14 años. Nº. 32. Palabra, 1994.



Páginas en red:



Además de los recursos y enlaces de la web del IVAF: www.ivaf.org, recomendamos los textos y recursos en español que se pueden encontrar en: 



www.soloparajovenes.org/

www.ivaf.org/hs

www.provida.es/valencia 

www.freetobeme.com/en_espanol/index_es.htm

http://cias.webcindario.com/

www.interrogantes.net/

www.promisekeepers.org/span10 



Es una recopilación de Catholicnet



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♥Consagración a la Virgen María

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CONSAGRACIÓN DEL MATRIMONIO AL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA

CONSAGRACIÓN DEL MATRIMONIO AL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA
"Oh, Corazón Inmaculado de María, refugio seguro de nosotros pecadores y ancla firme de salvación, a Ti queremos hoy consagrar nuestro matrimonio. En estos tiempos de gran batalla espiritual entre los valores familiares auténticos y la mentalidad permisiva del mundo, te pedimos que Tu, Madre y Maestra, nos muestres el camino verdadero del amor, del compromiso, de la fidelidad, del sacrificio y del servicio. Te pedimos que hoy, al consagrarnos a Ti, nos recibas en tu Corazón, nos refugies en tu manto virginal, nos protejas con tus brazos maternales y nos lleves por camino seguro hacia el Corazón de tu Hijo, Jesús. Tu que eres la Madre de Cristo, te pedimos nos formes y moldees, para que ambos seamos imágenes vivientes de Jesús en nuestra familia, en la Iglesia y en el mundo. Tu que eres Virgen y Madre, derrama sobre nosotros el espíritu de pureza de corazón, de mente y de cuerpo. Tu que eres nuestra Madre espiritual, ayúdanos a crecer en la vida de la gracia y de la santidad, y no permitas que caigamos en pecado mortal o que desperdiciemos las gracias ganadas por tu Hijo en la Cruz. Tu que eres Maestra de las almas, enséñanos a ser dóciles como Tu, para acoger con obediencia y agradecimiento toda la Verdad revelada por Cristo en su Palabra y en la Iglesia. Tu que eres Mediadora de las gracias, se el canal seguro por el cual nosotros recibamos las gracias de conversión, de amor, de paz, de comunicación, de unidad y comprensión. Tu que eres Intercesora ante tu Hijo, mantén tu mirada misericordiosa sobre nosotros, y acércate siempre a tu Hijo, implorando como en Caná, por el milagro del vino que nos hace falta. Tu que eres Corredentora, enséñanos a ser fieles, el uno al otro, en los momentos de sufrimiento y de cruz. Que no busquemos cada uno nuestro propio bienestar, sino el bien del otro. Que nos mantengamos fieles al compromiso adquirido ante Dios, y que los sacrificios y luchas sepamos vivirlos en unión a tu Hijo Crucificado. En virtud de la unión del Inmaculado Corazón de María con el Sagrado Corazón de Jesús, pedimos que nuestro matrimonio sea fortalecido en la unidad, en el amor, en la responsabilidad a nuestros deberes, en la entrega generosa del uno al otro y a los hijos que el Señor nos envíe. Que nuestro hogar sea un santuario doméstico donde oremos juntos y nos comuniquemos con alegría y entusiasmo. Que siempre nuestra relación sea, ante todos, un signo visible del amor y la fidelidad. Te pedimos, Oh Madre, que en virtud de esta consagración, nuestro matrimonio sea protegido de todo mal espiritual, físico o material. Que tu Corazón Inmaculado reine en nuestro hogar para que así Jesucristo sea amado y obedecido en nuestra familia. Qué sostenidos por Su amor y Su gracia nos dispongamos a construir, día a día, la civilización del amor: el Reinado de los Dos Corazones. Amén. -Madre Adela Galindo, Fundadora SCTJM

CONSAGRACIÓN DEL MATRIMONIO A LOS DOS CORAZONES EN SU RENOVACIÓN DE VOTOS

CONSAGRACIÓN DEL MATRIMONIO A LOS DOS CORAZONES EN SU RENOVACIÓN DE VOTOS
Oh Corazones de Jesús y María, cuya perfecta unidad y comunión ha sido definida como una alianza, término que es también característico del sacramento del matrimonio, por que conlleva una constante reciprocidad en el amor y en la dedicación total del uno al otro. Es la alianza de Sus Corazones la que nos revela la identidad y misión fundamental del matrimonio y la familia: ser una comunidad de amor y vida. Hoy queremos dar gracias a los Corazones de Jesús y María, ante todo, por que en ellos hemos encontrado la realización plena de nuestra vocación matrimonial y por que dentro de Sus Corazones, hemos aprendido las virtudes de la caridad ardiente, de la fidelidad y permanencia, de la abnegación y búsqueda del bien del otro. También damos gracias por que en los Corazones de Jesús y María hemos encontrado nuestro refugio seguro ante los peligros de estos tiempos en que las dos grandes culturas la del egoísmo y de la muerte, quieren ahogar como fuerte diluvio la vida matrimonial y familiar. Hoy deseamos renovar nuestros votos matrimoniales dentro de los Corazones de Jesús y María, para que dentro de sus Corazones permanezcamos siempre unidos en el amor que es mas fuerte que la muerte y en la fidelidad que es capaz de mantenerse firme en los momentos de prueba. Deseamos consagrar los años pasados, para que el Señor reciba como ofrenda de amor todo lo que en ellos ha sido manifestación de amor, de entrega, servicio y sacrificio incondicional. Queremos también ofrecer reparación por lo que no hayamos vivido como expresión sublime de nuestro sacramento. Consagramos el presente, para que sea una oportunidad de gracia y santificación de nuestras vidas personales, de nuestro matrimonio y de la vida de toda nuestra familia. Que sepamos hoy escuchar los designios de los Corazones de Jesús y María, y respondamos con generosidad y prontitud a todo lo que Ellos nos indiquen y deseen hacer con nosotros. Que hoy nos dispongamos, por el fruto de esta consagración a construir la civilización del amor y la vida. Consagramos los años venideros, para que atentos a Sus designios de amor y misericordia, nos dispongamos a vivir cada momento dentro de los Corazones de Jesús y María, manifestando entre nosotros y a los demás, sus virtudes, disposiciones internas y externas. Consagramos todas las alegrías y las tristezas, las pruebas y los gozos, todo ofrecido en reparación y consolación a Sus Corazones. Consagramos toda nuestra familia para que sea un santuario doméstico de los Dos Corazones, en donde se viva en oración, comunión, comunicación, generosidad y fidelidad en el sufrimiento. Que los Corazones de Jesús y María nos protejan de todo mal espiritual, físico o material. Que los Dos Corazones reinen en nuestro matrimonio y en nuestra familia, para que Ellos sean los que dirijan nuestros corazones y vivamos así, cada día, construyendo el reinado de sus Corazones: la civilización del amor y la vida. Amén! Nombre de esposos______________________________ Fecha________________________ -Madre Adela Galindo, Fundadora SCTJM

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