ACERCA DE LA FAMILIA:
* La formación religiosa y moral de los hijos, e incluso su misma salud física, depende en gran parte de la rectitud y de la integridad de los padres.
* Con los hijos, pocas palabras, pero bondad y firmeza a la vez.
* El padre, cabeza de la familia, debe ser entre los suyos como el representante de Dios y preceder a los demás no sólo con su autoridad, sino también con el ejemplo de una vida íntegra.
* La mujer ocupa un puesto insustituible en la familia. Hay una voz en casa que todos escuchan cuando sabe hacerse oír: la voz vigilante y prudente de la mujer, esposa y madre.
ACERCA DE LA CONVIVENCIA HUMANA:
* El cumplimiento del propio deber consiste ante todo en estar en paz consigo mismo, con la propia conciencia y, sobre todo, con el Señor.
* La disciplina es el fundamento del orden individual y social. Bien entendida y sabiamente vivida, es expresión de armonía, belleza y generosidad.
* La sangre que baña nuestras carreteras clama al cielo implorando piedad para tantas vidas humanas preciosas, truncadas inútilmente, irresponsablemente.
* Destruir o desperdiciar bienes que son inispensables para la supervivencia de los seres humanos, es herir la justicia y a la humanidad.
* No te preocupes de lo que digan sin motivo. Sigue adelante en tu camino. Si tuvieran razón y tú estuvieses errado, vuelve atrás inmediatamente.
* Es menester tener paciencia, que tiene raíces amargas, pero da frutos deliciosos.
* Saber perdonar y perdonar de corazón: ¡Qué secreto de dulzura y de paz!
* La misericordia ejercitada entre hermanos es imagen y reflejo de la misericordia divina hacia la humanidad.
ACERCA DE LA BONDAD:
* Tener compasión de los más pobres, imponernos incluso algún sacrificio para ayudarlos: ¡Oh, esto sí que es vivir como cristianos!
* Mirar a los demás con el corazón es el mejor modo de comprenderlos y de evitar la tentación de adularlos para poderlos engañar.
* En el saber tomar las cosas por su lado bueno radica el secreto de nuestra paz.
ACERCA DE LA PAZ:
* Entre todos los bienes de la vida y de la historia, de las almas, de las familias y de los pueblos, la paz es el más importante y el más precioso.
* Paz con Dios, cumpliendo su voluntad. Paz con los hombres, respetando los derechos de cada uno, porque cada uno lleva las señales de la gloria del Altísimo.
* Dios ha creado a los hombres hermanos. Si desaparece del alma humana esta doctrina, pierde su luz el olivo de la paz y se enciende la llama de la discordia.
* No habrá auténtica paz en la tierra mientras Dios quede fuera de los proyectos de los hombres. No habrá auténtica paz en la tierra mientras dure el espíritu de violencia y mentira.
* A las dificultades y a las tempestades hay que responder con la calma del Evangelio.
* La guerra es enemiga del hombre, contraria a los principios evangélicos siempre, y en todas partes fuente de luto y de ruinas irreparables.
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