Hola. Les cuento que hoy, como cada día, arranco temprano aprontando a mis niños para ir a la escuela. Son cinco soles que agradezco a Dios cada mañana, tenerlos conmigo, llenan mis días brindando infinito calor y ternura.
Quiero transmitirles que no existe el agobio, el cansancio, la rutina desgastadora, el aburrimiento. ¿Porqué este tema? Pues he leído en varios sitios como faceboock, en revistas y en charlas informales con otras mamás, que el estar todo el día en casa, con los hijos estresa. No es mi caso, como también estoy segura que habrá otras mamás sintiendo igual que yo...
Disfruto el hogar, disfruto preparando el desayuno, el almuerzo, la cena, preparando sus ropas, esperando a cada uno, ayudando en las tareas, manteniendo limpia y ordenada mi casa y recibiendo amigos de todos para disfrutar.
Escucho, cada día, historias sobre el que las mujeres afuera, se quejan de las cosas de la casa y la familia. No está bien, no podemos quedar envueltas en esa telenovela quejosa, dramática, histérica y engañosa de la cultura de muerte. ¿Qué tiene que ver? ¿No son acaso la destrucción de los roles, del género, de la familia, los ladrillos que construyen esa patética mentalidad?
Creo que, quien vive conforme a sus ideas, no tiene porque estar anímicamente mal o sentirse apesadumbrado, siempre nos afectan de alguna manera las situaciones que no podemos controlar, como las opiniones de los demás, pero en la casa, si el timón va derecho, nos enfocamos aquí, tratamos que el barco no se hunda y vamos siempre en guardia, trabajando en equipo, ayudándonos, dándonos ánimos, fortaleciéndonos, apoyándonos y respetándonos. Esa debe ser siempre nuestra meta, tratar de hacer, cada día, un hogar felíz de la mano de Dios. Se aprende.
Cada uno en la casa tiene un rol, está el de los hijos, el del esposo y la esposa. Primero que nada para que esta embarcación funcione, tratamos de no permitir que factores externos alteren la armonía, o el equilibrio, como mas les guste.
No creo que el hecho, de que la mujer trabaje fuera de la casa, le haga mas o mejor mujer. Sin embargo, es mi caso, el notar los desprecios hacia el ama de casa, y al parecer se ha generado cierta competencia...
Tengo profesión y decidí, junto a mi esposo, quedarme en el hogar para criar a los niños y estar mejor organizados. No me hubiera sentido bien conmigo misma, delegando mi rol a otra persona para que alimente a mi familia, les ayude a los niños en la escuela, ordene mi casa, guarde nuestra ropa, etc etc etc... no es por orgullo, es el hecho de encontrar la comodidad del grupo familiar... y que maravilloso es complacer a los que mas amas!!! Por ahora no me faltan las fuerzas para poder con todos los quehaceres, me hace sentir bien, viva y sin tiempo para quejas o dolencias y doy gracias a Dios, aunque algunos problemas de salud a veces llegan pero se tratan, como a todos nos pasa.
El papel de mi esposo en la familia es muy importante, el trabaja afuera mañana, tarde y noche para que nada nos falte, mientras yo en el hogar, sin pretensiones exageradas, atiendo contenta a todos, esperando el anhelado fin de semana para estar todos juntos, pasear, compartir, distrutar.
No me siento menos realizada que vos mujer, no critico tu decisión de trabajar afuera porque sos libre, porque sos consiente de tus necesidades para el bienestar de tu familia, como lo he sido yo a la hora de elegir estar con los mios a tiempo completo en la casa.
Un dia me preguntaron si me gustaba ser mantenida... vaya irrespeto o habrá sido ignorancia? yo, con la ayuda de Dios, mantengo el orden familiar, su estabilidad emocional, y todo lo que concierne a la organización del hogar. Mi esposo trabaja afuera para satisfacer las necesidades básicas respecto a alimentos, vestimenta, etc. Mi trabajo se paga, si otro lo hiciera... pero lo hago yo, y es a cambio de amor, y con total amor, cuestión que con plata no consigues.
El cansancio al final del dia nos ocurre a todos, y es lindo sentirlo porque nos hace sentir útiles.
Ah! aprendí, con los años, a administrar mejor los tiempos... asi puedo leer un libro, trabajar en un blog, salir de compras o simplemente estar en mi patio con los niños y mascotas y hasta saludarme y compartir con mis amigos desde el celular. Hago lo que me gusta, soy felíz a pesar de las tantas contrariedades que cada vez se nos vienen mas encima por parte del mundo. En ocasiones hasta nos han acusado de desequilibrar la economía los que tenemos tantos hijos...!! gran burrada, pero hay que escuchar y aguantar. En casa, con una buena dosis de amor, acompañamiento, ejemplo y diálogo, los chicos van aprendiendo responsabilidades y trazan metas. Tengo mucha fe en entregar al mundo hijos educados en la moral que sirvan a la causa de Cristo desde la profesión que ellos escojan.
Doy gracias a Dios por el Papa Francisco, y es Argentino!!!!! nos honra y llena de orgullo. Con él tengo, todos los días empuje para seguir, muy a pesar de los que critican la familia y nos tiran constantemente pálidas con sus habladurías. NO es el hecho tener familia sino hacer cada dia la familia.
A todo esto, les transmito que un poco se me ha ocurrido escribir sobre el tema porque, aunque la mayoría critica por espaldas, otro tanto directamente lo dice y aunque no daña... uno se pregunta ¿si estás bien con tu vida que te importa la mia?
Que estés muy bien. Yo felíz con Dios, a quien un día deberé rendir cuentas, igual que vos.
Gracias por tu visita, Dios te bendiga!
A continuación les comparto:
Debido a la falta de información y de difusión de los documentos eclesiales, algunas personas se quejan de que la Iglesia se ha quedado fuera de las realidades diarias de los cristianos.
Siendo la familia una realidad muy importante y la base de la educación religiosa y humana de los hombres, la Iglesia le ha dedicado varias obras y documentos para motivar, encauzar y aclarar cualquier duda acerca de la vida matrimonial y familiar.
Carta encíclica Casti connubii, sobre el matrimonio cristiano, 31/12/1930.
Carta encíclica Ingruentium malorum, sobre el rosario en la familia, 15/09/1951.
Carta encíclica Humanae vitae, sobre la regulación de la natalidad, 25/07/1968.
Carta encíclica Evangelium vitae,sobre la defensa de la vida, 25/03/1995.
Via: Catholic.net