Dr. Luis E. Raez*
Durante varios años, en el mundo de la oncología (cáncer) se nos ha preguntado si hay un aumento en el riesgo de cáncer a la mama en mujeres que se inducen un aborto. Esta relación se basaba en muchos estudios hechos en USA y en otros países desde 1957 hasta el año 2000 en los cuales se encontró que el riesgo de cáncer de seno aumentaba en mujeres que se habían inducido un aborto.
Más de 20 de estos estudios fueron revisados por el Dr. Joel Brind, que en 1996 publicó una revisión de estos hechos en la revista "Journal of Epidemiology and Community Health", donde existían alrededor de 18 estudios que postulaban una asociación (incluyendo 9 de los 10 estudios americanos). Sin embargo, en el mismo artículo mencionaba que existían alrededor de cinco estudios que no mostraban ninguna relación. Cómo el número de estudios no es lo más importante, sino la calidad de los mismos y el número de pacientes que intervinieron, la comunidad médica nunca tomó una posición definida al respecto, especialmente porque el aborto es un tema bastante controversial. Sin embargo en Junio del año 2002, casi treinta congresistas pidieron al Instituto Nacional del Cáncer (NCI) que informara en su página electrónica que por lo menos existía una posible relación entre estos dos problemas, lo que obviamente atrajo la ira de los partidarios del aborto.
En Febrero del 2003 el NCI convocó a un grupo de expertos en el tema y les pidió que dieran una opinión al respecto. Para sorpresa de muchos de nosotros la respuesta fue concluyente. En Marzo, ellos afirmaron que "no existía asociación entre el cáncer de mama y el aborto", por lo que el NCI cambió en su página electrónica la frase que decía que podría existir una relación entre ambos por la afirmación que niega toda relación dando una falsa sensación de seguridad a las mujeres que quieren abortar.
Ser católico no se contradice con ser hombre de ciencia. Nosotros siempre nos hemos opuesto al aborto, no necesariamente porque vaya a causar cáncer de mama o porque sea peligroso para la madre. Sino, porque la razón fundamental, independientemente que le le ocasione un daño a la madre o no, el punto está en que el aborto destruye la vida de un ser humano inocente sin respetar su dignidad de ser humano.
Sin embargo, especialmente en los Estados Unidos, donde la individualidad se sobrevalora tanto, creemos que es importante que la gente que se vaya a practicar un aborto, porque no comparte nuestras creencias, esté alerta de las posibles consecuencias que el aborto trae. Hemos visto con bastante sorpresa la decisión de los expertos del NCI respecto al tema, porque todo el material científico que dicen haber analizado ha estado disponible en los últimos años (uno de los principales estudios que usan para no mostrar relación alguna está publicado desde 1997). Que nosotros sepamos no ha existido ningún descubrimiento científico "reciente" o "contundente" que obligue a que se disipe la duda entre la asociación de aborto y cáncer de mama. Al respecto el mismo doctor Joel Brind comenta en la revista "Ethics and Medics" de Mayo de este año, que solamente en el año 2002, se han publicado 38 estudios epidemiológicos sobre el tema. Y 29 de los estudios sugirieron que existe una relación entre el cáncer de mama y el aborto. Los llamados "expertos" citaron "nuevos estudios" que "no han sido publicados todavía" (por lo que no podemos revisarlos) que contienen la información que respalda su posición.
Lamentablemente existe mucha presión política de las fuerzas en favor del aborto que ya desde el año pasado estuvieron exigiendo modificaciones en la página electrónica del NCI. Y como dijimos antes (gracias a la intervención de los congresistas) mencionaba que existía un "riesgo" que tuvo que cambiarse porque la evidencia es "no conclusive (no es definitiva)" y ahora por que "no existe riesgo".
Pienso como experto en el tema y católico practicante (como muchos otros oncólogos católicos) que si no existe evidencia científica absoluta que pruebe el nexo entre estas dos situaciones no deberíamos nosotros radicalizar nuestra opinión y decirle a todo el mundo que tendrán cáncer de mama si abortan, porque a fin de cuentas nuestras razones morales en contra del aborto son superiores.
Pero vemos con extrema preocupación que una organización oficial asegure a mujeres que van a abortar que no existe mayor riesgo entre el aborto y el cáncer a la mama, cuando la mayor parte de la evidencia está en favor que sí existe una conexión. Es como si la ciencia hubiera perdido toda su fuerza y se hubiera convertido simplemente ahora en motivo de opinión política.
*El Dr. Luis E. Raez es Profesor Asistente de Medicina Clínica, Epidemiología y Salud Pública, en la División de Hematología Clínica y Oncología Médica, Departamento de Medicina del Sylvester Comprehensive Cancer Center en la Escuela de Medicina de la Universidad de Miami. La fuente de este artículo es : http://www.corazones.org .