Jesús, no nacido, comienza la obra de la salvación y santifica a una madre y a su niño no nacido.
El evento mas impresionante de las Sagradas Escrituras que revela la dignidad del niño no nacido es el hecho de que Jesucristo mismo se encarnó en el vientre de María Santísima y vivió como niño no nacido.
Desde el vientre hace el primer milagro de gracia. Ocurre en la visita de la Virgen Santísima a su prima Santa Isabel. Jesús, no nacido, comunica su gracia santificadora a Sta. Isabel y a su niño no nacido, San Juan Bautista.
Lucas 1:41 "Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo"
Sta. Isabel como respuesta bendice a la Virgen y a Jesús:
Lucas 1:42 "y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno"
Sta. Isabel además reconoce que el bebé no nacido que vive en María es su Señor.
Lucas 1:43-44 "y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno."
La Iglesia, fiel a Jesucristo, siempre ha proclamado que la vida humana es sagrada desde el momento de la concepción. Es por eso que condena el aborto como un gravísimo pecado contra el Quinto Mandamiento: "No Matarás".