Agustín hoy se puede expresar de este modo, con un simple mensaje y un conjunto de imágenes que hablan por si mismas. Cuando fue concebido, desde la primer ecografía hasta la última se evidenciaba un grave problema para el niño y la mamá. A través de los rutinarios estudios prenatales, se vislumbrava un hematoma en la placenta, con aparatología mas avanzada luego pudo acertadamente saberse que estábamos hablando de un fibroma y del cual el niño estaba "prendido". De este modo la irrigación sanguínea que alimentaría y oxigenaría al pequeño sería irregular, por tanto sus trastornos, sus secuelas podrían haber sido traumáticas, graves e irreversibles. La alternativa posible para los médicos era el aborto, una posibilidad que para sus padres nunca existió ni fue valorada. A luchar a contramarcha, sin esperanzas médicas, pero con mucha fe.
El niño se gestó sanito y hasta la ante-última ecografía el fibroma llegó a crecer algo más de 10 cm. la última cita con el ecógrafo fue desconcertante, el fibroma en cuestión de "días" había desaprecido. Se realizó una cesárea programada y el nacimiento fue óptimo para el bebé y la mamá. No había señales que hubiera existido fibroma alguna vez en el útero de mamá. Agustín no presentó durante ni después del parto síntoma alguno de malestar, ni deficiencias ni nada, y con casi 9 añitos el hace lo que todo niño a su edad... alegra a sus padres, es felíz, juega con sus hermanos, se las tira de científico, y es re buenazo... con un corazón que toca el cielo . ¿A cuántos Agustín habremos evitado venir al mundo a darnos felicidad, este mundo tan tirano que elige quien va a vivir y quien no... que aplaude exitosos empresarios y agacha el rostro ante una silla de ruedas? Agustín, queremos que sepas, que aún si hubieras enfermado te habríamos esperado y amado.
Necesitamos corazones ardientes de amor a Cristo, ladrones de sonrisas, de esos acusados de amar y ser maravillosa y valientemente amados.
Dale tu Sí a la Vida
Mamá
Este video fue realizado completamente por él... asi siente su corazoncito.
Gracias Agustín !