El matrimonio tiene su origen en Dios, quien al crear al hombre lo hizo una persona que necesita abrirse a los demás, con una necesidad de comunicarse y que necesita de compañía. No está bien que el hombre esté solo, hagámosle una compañera semejante a él.(Gen. 2,18)
Dios creó al hombre a imagen de Dios, lo creó varón y mujer, y los bendijo diciéndoles: procread y multiplicaos y llenad la tierna . (Gen. 1, 27-28)
El matrimonio es una institución natural, lo exige la propia naturaleza humana. Por lo que es una institución que no puede ser cambiada en sus fines y en sus características, ya que el hacerlo iría contra la naturaleza del hombre.
El matrimonio no es por tanto, efecto de la casualidad o consecuencia de instintos naturales inconscientes. El matrimonio es una sabia institución del Creador para realizar su designio de amor en la humanidad. Por medio de él, los esposos se perfeccionan, y crecen mutuamente. Colaborando con Dios en la procreación de nuevas vidas.
Jesucristo explica a sus discípulos este origen divino del matrimonio: No habéis leído, como Él que creó al hombre al principio, lo hizo varón y mujer? Y dijo: por ello el hombre dejará a su padre y a su madre, y los dos serán una misma carne . (Mt. 19, 4-6)
El matrimonio es una llamada de Dios, es una vocación divina.
El matrimonio es una comunidad de amor, camino de salvación personal y del otro. Las parejas están llamadas al amor, entre más amen, más cerca estarán de Dios, pues Él es AMOR. Siempre hay que dar, buscar la felicidad del otro, no la propia.
Jesucristo eleva la institución natural del matrimonio a la dignidad de sacramento, debido a su importancia. No se conoce el momento preciso, pero conocemos como se refería a él en varias citas bíblicas.
El matrimonio no es un contrato, sino una alianza, es decir, es una acuerdo entre dos personas libres y conscientes. Unidad de hombre y mujer. Es para toda la vida, corriendo la misma suerte los dos. Con una vida en común, llamada a amarse.
Propiedades del matrimonio:
Unidad: Dios instituyó el matrimonio desde un principio, como una unión exclusiva de uno con uno. Es un amor fiel hasta la muerte. Por ello, no se permiten varias esposas o esposos.
Indisoluble: nada puede separar al hombre y a la mujer, sólo la muerte. Cuando por razones que no están en nuestras manos, hay una separación, hay que seguir viviendo como si se estuviese casado. El divorcio no se permite entre bautizados.
Fines del matrimonio:
El bien de los esposos: tiene que existir un verdadero amor de entrega, de donación. Hay que crecer en el amor y en la fidelidad.
Generación y educación de los hijos: Este amor debe de traer como consecuencia los hijos, pero no basta con tenerlos, también hay que educarlos.
Efectos del matrimonio:
El vínculo conyugal: es el que une a los esposos para toda la vida.
La gracia sacramental: que en este sacramento, es la santificación de los esposos y el fortalecimiento para cumplir con nuestros deberes de casados. Todas las dificultades se pueden vencer, si lo deseamos, acudiendo a la gracia de Dios. Para ello es necesario quitar nuestro egoísmo.
Signo
La materia es el sí , en cuanto a entrega al otro, manifestados con signos o palabras.
La forma: es el sí, en cuanto la aceptación del otro, manifestado con palabras.
Ministro y Sujeto
Ministros: los que se casan. El sacerdote es un testigo imprescindible e imparte la bendición.
Sujetos: el hombre y la mujer bautizados que cumplan los requisitos y que no tengan ningún impedimento.
Requisitos para el matrimonio:
Estar bautizados el hombre y la mujer.
Estar capacitados para dar el consentimiento libremente.
Haber hecho la Confirmación
Tener la edad necesaria.
Presentar la fe de Bautismo actualizada ante el párroco y el acta de Confirmación.
Asistir a las pláticas de preparación.
No haber estado casado antes por la Iglesia.
No tener parentesco cercano.
Conocer y aceptar libremente los fines y propiedades del matrimonio.
Presentarse ante el párroco para que autorice la ceremonia.
P Felipe para Catholic.net
http://es.catholic.net/celebraciones/119/64/articulo.php?id=10617
Dios creó al hombre a imagen de Dios, lo creó varón y mujer, y los bendijo diciéndoles: procread y multiplicaos y llenad la tierna . (Gen. 1, 27-28)
El matrimonio es una institución natural, lo exige la propia naturaleza humana. Por lo que es una institución que no puede ser cambiada en sus fines y en sus características, ya que el hacerlo iría contra la naturaleza del hombre.
El matrimonio no es por tanto, efecto de la casualidad o consecuencia de instintos naturales inconscientes. El matrimonio es una sabia institución del Creador para realizar su designio de amor en la humanidad. Por medio de él, los esposos se perfeccionan, y crecen mutuamente. Colaborando con Dios en la procreación de nuevas vidas.
Jesucristo explica a sus discípulos este origen divino del matrimonio: No habéis leído, como Él que creó al hombre al principio, lo hizo varón y mujer? Y dijo: por ello el hombre dejará a su padre y a su madre, y los dos serán una misma carne . (Mt. 19, 4-6)
El matrimonio es una llamada de Dios, es una vocación divina.
El matrimonio es una comunidad de amor, camino de salvación personal y del otro. Las parejas están llamadas al amor, entre más amen, más cerca estarán de Dios, pues Él es AMOR. Siempre hay que dar, buscar la felicidad del otro, no la propia.
Jesucristo eleva la institución natural del matrimonio a la dignidad de sacramento, debido a su importancia. No se conoce el momento preciso, pero conocemos como se refería a él en varias citas bíblicas.
El matrimonio no es un contrato, sino una alianza, es decir, es una acuerdo entre dos personas libres y conscientes. Unidad de hombre y mujer. Es para toda la vida, corriendo la misma suerte los dos. Con una vida en común, llamada a amarse.
Propiedades del matrimonio:
Unidad: Dios instituyó el matrimonio desde un principio, como una unión exclusiva de uno con uno. Es un amor fiel hasta la muerte. Por ello, no se permiten varias esposas o esposos.
Indisoluble: nada puede separar al hombre y a la mujer, sólo la muerte. Cuando por razones que no están en nuestras manos, hay una separación, hay que seguir viviendo como si se estuviese casado. El divorcio no se permite entre bautizados.
Fines del matrimonio:
El bien de los esposos: tiene que existir un verdadero amor de entrega, de donación. Hay que crecer en el amor y en la fidelidad.
Generación y educación de los hijos: Este amor debe de traer como consecuencia los hijos, pero no basta con tenerlos, también hay que educarlos.
Efectos del matrimonio:
El vínculo conyugal: es el que une a los esposos para toda la vida.
La gracia sacramental: que en este sacramento, es la santificación de los esposos y el fortalecimiento para cumplir con nuestros deberes de casados. Todas las dificultades se pueden vencer, si lo deseamos, acudiendo a la gracia de Dios. Para ello es necesario quitar nuestro egoísmo.
Signo
La materia es el sí , en cuanto a entrega al otro, manifestados con signos o palabras.
La forma: es el sí, en cuanto la aceptación del otro, manifestado con palabras.
Ministro y Sujeto
Ministros: los que se casan. El sacerdote es un testigo imprescindible e imparte la bendición.
Sujetos: el hombre y la mujer bautizados que cumplan los requisitos y que no tengan ningún impedimento.
Requisitos para el matrimonio:
Estar bautizados el hombre y la mujer.
Estar capacitados para dar el consentimiento libremente.
Haber hecho la Confirmación
Tener la edad necesaria.
Presentar la fe de Bautismo actualizada ante el párroco y el acta de Confirmación.
Asistir a las pláticas de preparación.
No haber estado casado antes por la Iglesia.
No tener parentesco cercano.
Conocer y aceptar libremente los fines y propiedades del matrimonio.
Presentarse ante el párroco para que autorice la ceremonia.
P Felipe para Catholic.net
http://es.catholic.net/celebraciones/119/64/articulo.php?id=10617