Última entrega de la carta de la Madre Teresa de Calcuta leída en la 4º Conferencia para la Mujer, Pekín 1995
Un mensaje que espero llegue muy lejos, y que siempre haya algún alma piadosa que se anime a difundir los mensajes de paz y amor que tanto necesita el mundo.
Gracias por leer.
Dios los bendiga
Laura
En lugar de muerte y tristeza, traigamos paz y alegría al mundo. Para hacer esto debemos rogar a Dios por su don de la paz y aprender a amar y aceptar a los demás como hermanos y hermanas, hijos de Dios. Sabemos que el mejor sitio para que los niños aprendan a amar y a rezar es en la familia, viendo el amor y la oración de su madre y su padre. Cuando las familias están rotas, o desunidas, muchos niños crecen sin saber como amar ni rezar. Un país donde muchas familias han sido destruidas así, tendrá muchos problemas. Yo he visto mucho, especialmente en los países ricos, cómo los niños se entregan a las drogas o a otras cosas para escapar del rechazo y del sentimiento de no ser amados.
Pero cuando las familias son fuertes y unidas, los niños pueden ver el amor especial de Dios en el amor de su madre y su padre y pueden crecer para convertir su país en un lugar amoroso y de oración. El niño es el mejor regalo de Dios a la familia y necesita tanto a la madre como al padre, porque cada uno muestra el amor de Dios de una manera especial. La familia que reza unida, permanece unida, y si permanece unida se amarán entre sí como Dios ha amado a cada uno de ellos. Los trabajos del amor son siempre trabajos de paz.
Entonces, mantengamos la alegría de amar en nuestros corazones, y compartamos esta alegría con todos los que encontremos. Mis oraciones para todos los delegados, y para todas las mujeres que la Conferencia de Pekín está tratando de ayudar, para que cada una pueda ser humilde y pura como María, para poder vivir en el amor y la paz con todos, y así poder hacer en nuestras familias y nuestro mundo algo bello para Dios.
Recemos.
Todo por la gloria de Dios y el bien de las almas.
Que Dios los bendiga,
Madre Teresa, M.C.
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