En la actualidad, los cristianos enfrentan la realidad de la discriminación en la educación, los empleos, sufriendo acosos, en divisiones familiares, desalojos, golpes, violaciones, torturas, mutilaciones, encarcelaciones, esclavitud y aún la muerte, en más de 60 países.
Se estima que más de cien millones de personas sufren la plaga de la persecución, y sufren impedimentos legales y discriminación.