En la actualidad, los cristianos enfrentan la realidad de la discriminación en la educación, los empleos, sufriendo acosos, en divisiones familiares, desalojos, golpes, violaciones, torturas, mutilaciones, encarcelaciones, esclavitud y aún la muerte, en más de 60 países.
Se estima que más de cien millones de personas sufren la plaga de la persecución, y sufren impedimentos legales y discriminación.
Cuando usamos el término "Iglesia Perseguida", con la palabra "Iglesia" nos referimos a las personas que han escogido a Jesucristo como el Señor de sus vidas.
La palabra "persecución" se refiere a los sufrimientos mencionados anteriormente.
La persecución puede venir en forma de presión o puede venir como un intento de "aplastar" a los cristianos.
Cuando hablamos de "aplastar" a los cristianos nos referimos a la violencia con la que son tratados. Ejemplos de esto es la actividad de Boko Haram en Nigeria, el Estado Islámico en Irak y Siria y otros actos violentos en otros países.
En cambio la presión se trata de una discriminación social que afecta sus vidas de tal forma que son presionados para abandonar su fe en Cristo o su lugar de residencia y practiquen su fe en otro lugar. Esta presión puede venir de parte delGobierno en forma de obligar a todos a declarar su religión en su documento de identidad y que esta situación afecte su acceso a estudios, trabajo, y cualquier otra gestión legal que tengan que realizar. También puede venir por parte de lasociedad en general. Es decir que esté mal visto socialmente ser cristiano y los propios vecinos discriminen contra ellos y les presionen para que abandonen su fe. Por último, la familia puede ser una fuente de presión para que los cristianos convertidos dejen su fe.
La persecución es, a la vez, un acto de guerra espiritual (Efesios 6:10-18). A través de la persecución, Satanás apunta a enterrar la sal de la tierra (Mateo 5:13), y apagar la luz del mundo (Mateo 5:14-16), silenciar o eliminar a los embajadores de Cristo (2 Cor. 5:20), intimidar y debilitar a los hijos de Dios, y levantar un fuerte en contra del evangelio, separando a los perdidos del Redentor.
Como dice en Hechos 5:17,18 y 6:8-15, los cristianos podemos aún ser perseguidos como resultado de celos o conveniencia política. (Hechos 12:1-3), pero en general somos odiados o perseguidos porque el espíritu del mundo que mora en el hombre caído es incompatible con el Espíritu de Dios que mora en el creyente.
Para mayor información sobre el Encuentro de Oración por la Iglesia Perseguida visita: www.puertasabiertas.org/hacer/orar/VIIencuentro
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