Hace unos años una amiga me llamó. Ella tenía cuatro hijos y acababa de descubrir que estaba encinta nuevamente. Su médico le había aconsejado que abortara porque su presión sanguínea estaba demasiado alta y tenía otros problemas de salud. No sé si quería un consejo, "permiso" o lástima. Pero con más convicción que sentido común, empecé un sermón sobre la inmoralidad de terminar la vida de una criatura inocente y lo terrible que un aborto también era para una madre. Cuando terminé mi exposición, ella me confesó tímidamente que años atrás ella ya había tenido un aborto debido a las mismas preocupaciones de salud. ¿Qué podía decirle en ese momento? Finalmente, me disculpé y le di el nombre de un obstetra-ginecólogo que pudiera ayudarla a ella y a su bebé a tener un embarazo saludable.
--Carolyn
Fuente: http://www.hopeafterabortion.com
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