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miércoles, 4 de junio de 2014

►BENDICIÓN DE LOS ESPOSOS QUE SE PREPARAN PARA ADOPTAR UN HIJO




(Después de la oración de los esposos que piden tener un hijo)
Dios, que por la entrega de tu Hijo y el don de su Espíritu
nos hiciste tus hijos adoptivos,
atiende la súplica de estos hermanos nuestros
que se disponen a adoptar un hijo.
Padre Bueno, que encomendaste al esposo de María, San José,
cuidar a tu Hijo único hecho hombre
en el seno de la Virgen Madre, por obra del Espíritu Santo,
por la intercesión del padre adoptivo de Jesús
bendice ≅ a estos esposos
para que su deseo de formar una familia se vea cumplido.
Que con el ejemplo y la ayuda de San José,
tengan un corazón unido y fuerte en las tristezas, paciente en la espera
y abierto para recibir un niño que los necesita como padres;
que custodien con generoso amor esa vida a ellos encomendada,
tengan lo necesario para una digna subsistencia
y eduquen sabia y cristianamente a su hijo.
Te lo pedimos Señor,
fuente de toda paternidad en el cielo y en la tierra,
que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén


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jueves, 7 de febrero de 2013

►Plegaria de un niño inválido


Aceptame como soy, en razón de justicia y no de piedad. 
Liberame de la ignorancia y la dependencia por tu deber de cuidado. 
Transformame en un ser útil porque no quiero vivir de limosnas.
Pon en mis labios la luz de la sonrisa y no la sonrisa triste del miedo
Ayudame a no ser una carga para mis padres logrando mi integración social.
Reflexiona; mi comienzo fue igual al tuyo sabe que las ilusiones que acompañaron mi nacer fueron las mismas que soñaron tus padres. 
Despierta con tu afecto mi fuerza contra la agresividad que avasalla.
Mirame soy humano como tú. 
Pensamiento escrito por un niño con parálisis cerebral.

(Autor anónimo)


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domingo, 25 de noviembre de 2012

►La educación familiar natural




Desde su concepción, el niño es parte integrante de la comunidad familiar. El título al cual tiene derecho en primer término es el de "hijo". Con su apellido los padres otorgan al niño el signo mismo de su individualidad: su nombre. El desarrollo físico del pequeño animal es más rápido que el del niño. Muy temprano corre y se procura su alimento muy pronto abandona a sus padres que se desinteresan enseguida de él.



Como todos sabemos, no ocurre lo mismo con el género humano; la madre enseña a sus hijos a caminar, hablar, alimentarse, vestirse. El despertar de un espíritu tiene por centro a la familia. Normalmente es en ella donde elaboran los primeros conocimientos. Allí se adquiere el sentido de las realidades, del cual el joven tendrá tanta necesidad en el momento de su formación intelectual. Allí se adquiere, normalmente el amor a la verdad. Los padres dignos del nombre de tales hacen la guerra a la mentira. No toleran una visión puramente subjetiva de las cosas, donde los ensueños transforman la realidad. Así, hay razones para sorprenderse, cuando los padres proclaman: "mi hijo mayor es católico, la menor es budista y el tercero acaba de entrar al partido comunista". Cada uno ha encontrado su vía en lo que cree ser la verdad. Este indiferentismo revela una ruptura entre lo que los padres han enseñado al niño y lo que aceptan luego de él.. Imaginemos una familia en la que cada niño siguiera "lo que él cree justo", donde algunos tuvieran el sentido del bien y del mal, mientras que otros juzgarían a la moral "depassée" (superada, pasada de moda). Es esta inconsistencia de principio lo que tales padres y madres encuentran saludable. Por coquetería la familia capitula frente a sus responsabilidades. Se ven luego las tristes consecuencias.



Si el uso pleno de la razón fuera dado al niño de 10 años. tal vez podría uno contentarse con mostrarle la jerarquía de las bienes y dejar a su libre elección el cuidado de decidir entre ellos. Esto, que es ya presuntuoso en los adultos ¿cómo no lo sería entonces en ese niño que carece de madurez?



No se arroja vanamente al viento la planta delicada, débil, sin raíces. Los padres tienen que conducir a sus hijos de la mano.



Pero la educación familiar exige todavía una preocupación cotidiana. El menor escándalo puede tener repercusiones lejanas. profundas. ¡Cuántas vidas son perturbadas a causa del mal ejemplo de padres desunidos divorciados o que, por cobardía, dejan al niño no importa qué lectura, ver no importa qué espectáculo, frecuentar no importa qué amigos.



Reducir la educación familiar a vigilar las manifestaciones creadoras del joven prodigio sin malhumorarlo bajo pena de "complejos" y "regresiones" es un engaño y un crimen. Un engaño, pues padecerá siempre influencias: no se cultiva una planta sin agua ni calor. Es un crimen pues la realidad se inscribe contra el mito del niño naturalmente bueno. No forzar el espíritu, la voluntad del niño en el sentido del bien, es abandonarlo a sus instintos e inclinaciones menos buenas, que dominarán pronto en él. Es dejar lugar a las influencias malas sobre las buenas. No se deja a un hijo beber veneno, ni jugar con armas cargadas. ¿Y se lo dejará entonces desarmado, sin juicio rector, ni voluntad firme, presa de las múltiples tentaciones?



La educación familiar no se limita sólo a producir "tipos bien" dentro de la sociedad para evitar los disturbios en la calle. "La naturaleza no contempla sólo la generación del niño, sino también su desarrollo y su progreso para llevarlo al estado perfecto de hombre, en tanto que hombre, es decir, en el estado de virtud.



Aptitudes, derechos y deberes naturales de los padres en la educación de sus hijos



1. Aptitudes naturales:



Orientadores, psicólogos, docentes, médicos, escuelas especiales aportarán a los padres un concurso precioso. Pero ellos no reemplazan la educación familiar.



"¿Qué educador, escribe Chesterton, habrá seguido, como los padres, al niño desde la cuna, tendrá tiempo de hacer un justo discernimiento de las inclinaciones del espíritu y de las aptitudes particulares de cada alumno? ¿Tendrá acaso la perspicacia y el amor de una madre?



"Los padres son irreemplazables. Buscad el educador oficial que tenga el gusto, el tiempo libre, la aptitud que exige esta lenta iniciación del espíritu, del corazón, de la conciencia, que se opera en el hogar, aun cuando esta oficina de la vida no proporciona más que un mínimo de recursos (...). Esos truismos son verdades y se terminará por volver sobre ellos pues reemplazando a los padres por especie de funcionarios, no se ha encontrado más que un tapón que no llega a tapar el agujero".



"Es simplemente prescindir de una fuerza natural y pagar por una artificial, como si un hombre regase una planta sosteniendo con una mano una manguera y con la otra un paraguas para resguardarla de la lluvia. Pero eso no dará ningún resultado, ni siquiera en teoría. No se puede hacer siempre el lavado de los otros; es en la familia donde hay que lavar la ropa sucia, sobre todo cuando se trata de pañales. Sólo los padres podrán o querrán dar a sus hijos suficiente solicitud y cuidados. La expresión "abnegación maternal" aplicada a una mujer que ve pasar sin tregua los niños por sus manos, no es más que una amable metáfora".



Pero se dirá: Si los padres son torpes, ignorantes de la ciencia pedagógica, enceguecidos por un afecto mal entendido?. Aun en ese caso tendrán sobre los pedagogos más sabios y mejor entrenados una ventaja, la del amor a los propios hijos y el amor, sin más.



¡Cuántos excelentes maestros romanos se hubieran cansado del alumno Agustín, cuántos "orientadores" profesionales no hubieran sabido dónde dirigirlo, mientras que la paciencia, las plegarias, las lágrimas... y el amor maternal de Santa Mónica lo llevaron a cambiar de vida, haciendo de él un gran Filósofo y un Padre de la Iglesia!



Hemos hablado de excelentes maestros, de honestos orientadores; no hay necesidad de hablar de excelentes madres. ¿Qué madre normal no hubiera intentado lo que Mónica alcanzó?



Inversamente, los padres indignos escandalizan la opinión Pero se habla poco de antros de educación indignos. En todo caso, eso sorprende menos, porque el lazo con el niño es menos estrecho, normalmente, que en la familia. La educación en el hogar presenta otras ventajas. Es continua Los padres menos dotados hacen pedagogía, a menudo sin saberlo, porque el amor de sus hijos los lleva naturalmente a comprenderlos, a resolver sus problemas, a ayudarlos en todo lo que pueden.



La educación familiar es personal. Se conoce a cada uno de los niños con sus cualidades, sus defectos. sus reacciones habituales. ¿Cómo profesores desbordados podrían educar a sus alumnos, uno por uno, como en una familia, aun con su capacitación y con su abnegación?




Tomado del libro "LA ENSEÑANZA"

de Michel Creuzet


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miércoles, 21 de noviembre de 2012

►¿Qué es VIOLENCIA INFANTIL?




Pongan preferencia de reproducción con calidad HD



"Los niños son las grandes víctimas de los maltratos físicos o psíquicos en el hogar. En los niños, el efecto de la violencia es devastador. Van acumulando trastornos de ansiedad, se convierten en personas depresivas, con un aumento considerable de la conducta agresiva. En la edad adulta, estos niños tienen más posibilidades de padecer transtornos psiquiátricos y conductas suicidas, explica el doctor José María Sémelas, psiquiatra y psicopedagogo español.
"En el documento titulado 'Los hijos, don precioso de la familia y la sociedad', preparado por el Presidente del Consejo Pontificio para la Familia, el cardenal Alfonso López Trujillo, para el III Encuentro Mundial del Santo Padre con las familias, se afirma: 'Muchos niños no encuentran, por diversos motivos, una acogida conforme a su dignidad. El derecho que tienen los hijos a ser acogidos, amados, respetados y formados integralmente en el hogar, es muchas veces olvidado o conculcado.' "
(Tomado de "Si hay amor y respeto", publicado en "Alfa y Omega", No. 247/15-11-2001, Madrid, España.)
¿Qué es el maltrato infantil?
El maltrato a los niños/as es un grave problema social, con raíces culturales y psicológicas, que puede producirse en familias de cualquier nivel económico y educativo.
El maltrato viola derechos fundamentales de los niños/as y por lo tanto, debe ser detenido, cuanto antes mejor.
¿Cuáles son las formas de maltrato a niños/as? Pueden distinguirse varias formas de maltrato, que los adultos ejercen sobre los niños:
La negligencia que se expresa en desprotección, descuido y/o abandono.
El maltrato físico que es toda forma de castigo corporal e incluye también, el encierro o la privación intencional de cuidados o alimentos. El abuso sexual, consistente en obligar o persuadir a un niño/a para que participe en actividades sexuales adultas, frente a las que no puede dar un consentimiento informado.
El maltrato emocional, que acompaña a todas las otras, pero que puede ejercerse independientemente de las demás. Por ejemplo, mediante amenazas aterrorizantes, descalificaciones, desvalorizaciones y/o ausencia de expresiones cariñosas.
Por último, el peor maltrato que se le puede dar a un ser humano en desarrollo que todavía no ha nacido, es el aborto. Se mata bajo el amparo de la ley (en EE.UU. y otros países donde se ha legalizado el aborto provocado) a criaturas inocentes en el vientre de sus madres, mediante métodos crueles, dolorosos e inhumanos que la ley no permite se utilicen para matar animales.


Esta bebita murió a consecuencia 
del aborto salino en EE.UU.





Maltrato de infantil- sólo estas palabras nos horrorizan. ¿Cómo puede alguien causar intencionalmente dolor a un niño inocente y desamparado? Sin embargo, esto sucede legalmente 4,500 veces al día en EE.UU., cada vez que una criatura es víctima del aborto.
Si se dejan a un lado las palabras y la retórica sobre el aborto, hay que hacerle frente a la horrible realidad. Los niños por nacer que no son deseados por sus padres, son quemados, envenenados, cortados y despedazados en el claustro materno. Los niños prenacidos no difieren en nada de los recién nacidos, solamente son más jóvenes. Muchos podrían vivir si nacieran prematuramente. Todos sufren horribles dolores antes de morir abortados. ¿Es acaso un derecho de la mujer el poder decidir sobre la vida o la muerte del ser inocente que lleva en sus entrañas? ¿ O es tal supuesto "derecho" un caso de maltrato infantil o de verdadero homicidio, con un nombre diferente?
Estadísticas en EE.UU.
Aunque existe una controversia en torno al número correcto de casos de niños maltratados, lo que sí se sabe con certeza es que dicho número ha aumentado dramáticamente desde que se legalizó el aborto en todos los EE.UU. De hecho, el maltrato infantil ha aumentado en más de un 500% desde l973, año en que el aborto fue legalizado en EE.UU. mediante el fallo del Tribunal Supremo.
Año Número total % Incremento
l973 l67,000  
l980 785,l00 370%
l987 2,025,200 1,112%

Nota: Estas cifras fueron citadas en el folleto "Exponiendo los hechos" del Dayton Right to Life Society, y habían sido tomadas del Depto. de Salud y Servicios Humanos de EE.UU., Centro para el Control del Abuso y el Abandono de Niños.
El Dr. Phillip Ney, psicólogo experto en el Síndrome postaborto, ha declarado:
"Recientes evidencias indican que muchas mujeres conservan un sentimiento de culpabilidad por mucho tiempo después que abortan. El sentimiento de culpabilidad es una causa importante del castigo físico excesivo y del infanticidio. El aborto también disminuye la autoestima de la mujer, según demuestran estudios de madres que maltratan a sus hijos." (P.Ney, M.D., "Relación entre el aborto y el abuso de los niños", Canada Journal of Psychiatry, Vol. 24, l979, pp.6l0-620.)
Cómo identificar a los niños maltratados
Los indicadores de conducta
El comportamiento de los niños maltratados ofrece muchos indicios que delatan su situación. La mayoría de esos indicios son no específicos, porque la conducta puede atribuirse a diversos factores. Sin embargo, siempre que aparezcan los comportamientos que señalamos a continuación, es conveniente agudizar la observación y considerar el maltrato y abuso entre sus posibles causas.
Las ausencias reiteradas a clase.
El bajo rendimiento escolar y las dificultades de concentración.
La depresión constante y/o la presencia de conductas autoagresivas o ideas suicidas.
La docilidad excesiva y la actitud evasiva y/o defensiva frente a los adultos.
La búsqueda intensa de expresiones afectuosas por parte de los adultos, especialmente cuando se trata de niños pequeños.
Las actitudes o juegos sexualizados persistentes e inadecuados para la edad.
Los indicadores físicos:
La alteración de los patrones normales de crecimiento y desarrollo.
La persistente falta de higiene y cuidado corporal.
Las marcas de castigos corporales.
Los "accidentes" frecuentes.
El embarazo precoz.
Abuso sexual.
El maltrato y el abuso no siempre presentan huellas físicas fácilmente visibles, pero siempre dejan su marca en la conducta. La observación sensible, la actitud receptiva y la escucha atenta, son los mejores recursos para identificar al niño/a maltratado.
Los maestros requieren de especial sensibilidad para detectar si un niño es objeto de maltrato, porque frecuentemente éste por verguenza o para proteger a otros miembros de la familia encubre la situación. Hay que tener presente que para quien está creciendo en un ambiente violento, la violencia no es cuestionada e incluso, puede parecer el único modo de expresar los afectos. Un padre y/o una madre agresivos y/o abusadores, significan un peligro real para la salud y la vida del niño, pero generalmente son su principal o único referente afectivo. Además, la violencia de los padres produce un sentimiento contradictorio de afecto, rechazo y dependencia emocional en el niño.
A veces, el niño/a denuncia explícitamente el maltrato que sufre. La actitud receptiva de los docentes puede animar a estos niños/as a confiarse. En estos casos es indispensable disponer una escucha atenta y sobre todo:
Creer en la palabra del niño/a.
No culpabilizarle en ningún caso.
Investigar la verdad.
Consultar con otros profesionales.
Recurrir a las autoridades correspondientes.
Cómo ayudar a las víctimas del maltrato
La mejor manera de ayudar a detener el maltrato del niño/a es:
Identificando los casos de maltrato.
Realizando intervenciones en las situaciones detectadas, a través del gabinete o de docentes sensibles y capacitados.
Derivando y/o denunciando los casos de maltrato a los organismos pertinentes.
Aquí proponemos algunas líneas de trabajo que la escuela puede desarrollar con los niños y sus familias:
Realizar tareas de sensibilización y capacitación.
Realizar talleres reflexivos.
Desarrollar acciones de difusión y sensibilización entre los niños, las familias y la comunidad acerca de los derechos del niño.
Articular con la currícula, actividades dirigidas a revisar el problema críticamente.
Estimular la confianza y la autoestima de los niños/as.
Para desarrollar con éxito la función preventiva, la escuela como institución debe ser capaz de revisar sus propias actitudes hacia el control de las conductas de los niños y adolescentes.
Ofrecer a los alumnos el espacio y las oportunidades para experimentar formas no violentas de resolución de los conflictos. Llevar a cabo asambleas, consejos de aula y todo medio que estimule la participación democrática en la vida escolar.
Un mensaje para los que pierden la paciencia
Lo primero es que Ud. sepa que sólo Ud. puede controlar su propia violencia.
Cuando se sienta a punto de perder el control recuerde:
Procure poner distancia entre Ud. y el menor, aún dentro de su mismo hogar.
Si le es posible, dé una caminata lo suficientemente larga que le permita recobrar la calma.
Si no puede salir de su casa, concentre su energía en alguna labor fuerte que le ayude a descargar su cólera.
Tómese unos minutos para hacer ejercicios y relajarse.
Llame a alguien de su confianza y converse un rato mientras se tranquiliza.
Piense en algo agradable que le ayude a aliviar su tensión.
Tenga presente que su problema no es único. Muchos otros han pasado por lo mismo y han logrado vencer. ¿Por qué no usted?
Busque ayuda profesional.
Nota: Esta sección se basó en el folleto "¿Qué sabe usted sobre el abuso infantil?", publicado por la organización Paniamor de Costa Rica.
Para reportar el abuso infantil en EE.UU. llame al National Child Abuse Hotline: 
1- 800 - 4 - a - child (1- 800 - 422 - 4453)

Certificados de alianza otorgados por Catholicnet, al canal en youtube y a este blog:
"Derecho a Vivir y Ser Amado"




viernes, 14 de septiembre de 2012

►Cuántas manos educan a mi hijo





A la educación que damos como padres, se suman una serie de comentarios, consejos y críticas sobre nuestro papel sin que los hayamos pedido. ¿Cómo controlar y aprovechar esas situaciones? 



Los abuelos, las nanas, los cuñados y las amigas, todos quienes tienen relación con la familia, influyen de una u otra manera en la educación de los hijos. A continuación señalamos algunas situaciones que suceden con frecuencia y damos pautas de cómo manejarlas, pero siempre teniendo en cuenta que los padres son los responsables de la educación de sus hijos y que sólo ellos trazan la línea.




Situación 1: Los abuelos




- "La abuela encuentra que la sopa de mi hija está mal hecha porque no tiene suficiente acelga; me hace ponerle un gorro de lana cada vez que me voy de su casa, aunque haga calor; y encuentra que duerme demasiado poco".



- "La abuela, cada vez que vamos a verla, les tiene unos regalos increíbles. Ellos sólo quieren ir por los regalos, pero ella no se da cuenta".



- "Estoy tratando de que mi hija no coma dulces ni chocolates porque está con sobrepeso, pero los abuelos la llenan de dulces cada vez que pueden".



Existen dos tipos de abuelos: los regalones y los ayudadores. Los primeros sólo buscan que los nietos estén felices con ellos y para eso se desviven por hacerlo que los niños quieran, los llenan de regalos y dulces.



Los ayudadores, en cambio, quieren apoyar a los papás en lo que pueden. Las mamás viven en una vertiginosa carrera entre el trabajo, las compras, los turnos y la casa. El papel de los abuelos es fundamental porque tienen la experiencia, la sensatez, el criterio y el amor para ayudar en la educación de los nietos.



No se trata de opinar y corregir sobre el manejo de la casa, la comida o si el niño tiene que ponerse el chaleco o no. Su papel está en ayudar a desarrollar a esos niños como personas, reforzarlos en el plano espiritual. Así, por ejemplo, de chicos, les pueden enseñar a ser cariñosos, a desarrollar algunas virtudes, y, más grandes, comentar con ellos las noticias del diario, llevarlos al teatro, etc.



Por supuesto que el lado "regalador" también puede estar presente. Es parte del ser abuelos. Pero teniendo cuidado en "no atornillar al revés" que los padres. La mejor manera de hacerlo es preguntándose si así ayudan a la educación de sus nietos o no.



Y si el abuelo o la abuela creen que algo anda mal en esa familia, claro que puede hablar con su hijo o hija. Esperar el momento apropiado, invitarlo, por ejemplo a almorzar, y dar un buen consejo, es parte de su papel. Los abuelos pueden ayudar mucho, sin necesidad de ser "metidos".



Una buena relación entre abuelos y nietos es un maravilloso tesoro para los niños. Si hay confianza, cariño y respeto, pueden conversar cualquier cosa y preguntarles todas sus inquietudes, incluso más que a los papás. y los niños podrán aprender muchas cosas que sólo la experiencia da.



Situación 2: La nana




- "No quiero que mi hijo siga durmiendo siesta porque después no hay cómo acostarlo en la noche, pero la nana insiste en que el niño se pone "nervioso" sin siesta y lo hace dormir igual".



- "Ya tiene más de un año y puede comer de todo, pero la nana le sigue dando sopa cuando yo no estoy".



- "Mi hija ha aprendido de la nana un montón de palabras que yo no quiero que diga y también ahora tiene miedo a los ladrones ya los terremotos por lo que ella le cuenta".



La nana es una persona que está en estrecho contacto con nuestros hijos por lo que hay que elegirla muy bien. La elección será distinta si la mamá trabaja fuera del hogar, que si está en la casa. Si trabaja, la nana será la autoridad de los niños durante gran cantidad de horas y hay que darles instrucciones claras.



El momento de la entrevista es fundamental: hay que preguntarle de todo. Y también establecer las normas de la casa: horarios, comida, orden, jamás pegarle a un niño, que la que castiga es la mamá, que no vea televisión con los niños, etc.



Claro que muchas veces cuesta tener autoridad y que, de verdad, obedezca una orden tan simple como que el niño no coma a deshora o que no duerma siesta. En estos casos, es bueno apoyarse en alguna autoridad "superior": "el doctor dice que no puede comer a deshora porque está con sobrepeso y se va a enfermar. .." "el papá no quiere que duerma siesta. .."



Para que la nana trate bien a los niños y respete la autoridad de la mamá, lo fundamental es tratarla con cariño, enseñarle con paciencia, celebrarle lo que hace bien y tenerle comodidades en su pieza. Sólo así va a responder bien. Tiene que saber que le confiamos lo más precioso, nuestros hijos y que si miente, le perderemos esa confianza.



Muchas veces, nuestra única forma de control serán los propios niños. Preguntarles, por ejemplo, por la comida o si vieron TV, será la mejor manera de saber qué pasó -los niños no mienten- y de que ella sepa que la mamá está al tanto de todo.



Situación 3: La familia



- "Los primos tienen Nintendo, pero yo creo que mi hijo, aunque tiene la misma edad, es todavía muy chico para tenerlo".



- "Mi hijo no se atrevía a meterse en la piscina y mi cuñado dijo que él le iba a enseñar. Lo pescó de un salto y lo metió al agua. Resultado: llanto de una hora y más terror al agua. Ahora sí que no mete ni el dedo gordo".



- "Mi hija reclama que en la casa de los primos siempre hay juguetes más entretenidos, se come más rico y los papás son más simpáticos porque los dejan hacer cosas que yo no dejo".



Las relaciones familiares son muy buenas y hay que fomentar el cariño y la unión de los primos. Pero, como ocurre en todas las relaciones, siempre aparecen conflictos.



Los más típicos se producen por la comparación: ellos tienen, yo no; ellas pueden, yo no. Aquí hay que ser muy claros como papás: las comparaciones no son buenas porque cada familia es distinta. Si no pueden tener un juguete por problemas de plata, habrá que explicarles a los niños que no pueden tener lo mismo, que hay gente pobre que no tiene l nada y que ellos tienen suerte de tener un montón de cosas.



Otras veces la explicación será por el lado de que hay cosas que no calzan con la familia, que cada uno tiene su estilo de vida y que no nos gustan ciertas actitudes o permisos. Lo importante es siempre dar una explicación simple y concreta y estar seguros: si uno está convencido, convence.



Respecto a esos miembros de la familia que opinan sobre todo y se meten a educar a los otros, hay que hablarles claro y, con cariño, pedirles que no se metan y nos dejen a nosotros con nuestros problemas. Además, es bueno saber que la mejor forma de ayudar es con el ejemplo. Si la otra familia es alegre, obediente, ordenada, uno se pregunta por qué, se comienza a fijar y aprende.



Los mayores roces se producen, muchas veces, en los veraneos familiares. Establecer reglas claras y tener paciencia son las claves para la armonía familiar.



Situación 4: Los amigos



- "¡Todavía con chupete!", dice mi amiga cada vez que ve a mi hija de tres años. Es verdad que está grande, pero ya se le pasará. .."



- "Mira, la Isabelita, antes de los dos años ya no usaba pañales", me cuenta una amiga, pero lo que quiere decir es: "Yo lo hago todo bien".



- "Cuando me quedé esperando guagua, una amiga me contó todo lo que iba a pasar, desde las náuseas hasta las noches sin dormir cuando nació la guagua; ¡quedé plop!, y no sabía si estaba tan feliz".



Nunca va a faltar la que le sacó los pañales al año, no le costó nada que el niñito dejara el chupete, que su hija come de todo. Vive contando las maravillas de sus hijos y la miramos sin poder decir nada.



A veces nos sentimos incómodos, otras, malos padres o con hijos raros, y otras, muy molestos.



Cuando esa "amiga" aparezca, lo más importante es saber que esa lista de "records" del niño y de la madre no significan nada. En la vida nadie es mejor o peor porque se sacó los pañales al año o a los tres años, ni porque dejó el chupete antes o después. Cada niño tiene su ritmo y cada familia es distinta, lo que hay que respetar.



Muchas veces, será la vida quien nos a irá mostrando qué amigas valen la pena y cuáles no. La frívola y la negativa, no aportan mucho. Esa amiga preocupada, cariñosa, que busca ayudar de verdad, podrá darnos un consejo útil que siempre será bien recibido.



En cualquier situación, es importante tener presente que:




- Los padres son los responsables de la educación de los hijos y son ellos quienes determinan horarios, normas y el estilo de vida.



- Pero hay que oír, comparar y evaluar. Habrá veces que nos darán un buen consejo o aprenderemos con la comparación, pero siempre hay que tener presente que son los padres los que deciden y se responsabilizan por eso.



- Otras veces habrá que hacer callar, con toda tranquilidad.



- Los padres tratamos de hacerlo bien y de no equivocarnos, pero, si eso pasa, hay que sacar lo mejor de la situación y seguir adelante.



Estrategias para contestar sin llegar al conflicto



1. No lea entre líneas: todos queremos ser buenos padres y que nos vean así. Por eso, una simple sugerencia – como "no tienes que levantarlo cada vez que llore" – pede ser tomada como un ataque personal. No hay que darle más importancia de lo que se dice.



2. Asuma que un consejo amistoso no es más que eso: los abuelos, hermanos, cuñados y amigos nos quieren y por eso sólo están tratando de ayudar.



3.- Déjelos hablar: muchos se conforman con sólo dar un consejo. Otras veces, puede preguntarle por qué lo dice y así entender hacia lo que va la persona… Puede hasta terminar encontrándole la razón.



4. No se crea un sabelotodo: hay que estar abierto a que el otro puede tener razón y reconocer que tenemos dudas acerca de las decisiones que tomamos. Frases como "Yo también estoy preocupado por eso…" o "Te voy a explicar por qué actúo así" o "No estoy segura si tomé la decisión correcta", ayudan a mantener una conversación que puede ser de gran ayuda.




5. Decir lo que nos molesta: no se trata de hacer un comentario irónico o juzgar a otro, pero ser sincero y honesto. Cuando un comentario nos molestó es muy bueno decirlo para mantener una relación sana con los demás.

Artículo de la red

viernes, 7 de septiembre de 2012

►Familia: Diez mandamientos para ser buenos padres



1. Demuéstrale lo mucho que le quieres.
Todos los padres quieren a sus hijos pero ¿se lo demuestran cada día?, ¿les dicen que ellos son lo más importante que tienen, lo mejor que les ha pasado en la vida? No es suficiente con atender cada una de sus necesidades: acudir a consolarle siempre que llore, preocuparse por su sueño, por su alimentación; los cariños y los mimos también son imprescindibles. Está demostrado; los padres que no escatiman besos y caricias tienen hijos más felices que se muestran cariñosos con los demás y son más pacientes con sus compañeros de juegos. Hacerles ver que nuestro amor es incondicional y que no está supeditado a las circunstancias, sus acciones o su manera de comportarse será vital también para el futuro. Sólo quien recibe amor es capaz de transmitirlo. No se van a malcriar porque reciban muchos mimos. Eso no implica que dejen de respetarse las normas de convivencia.
2. Mantén un buen clima familiar.Para los niños, sus padres son el punto de referencia que les proporciona seguridad y confianza. Aunque sean pequeños, perciben enseguida un ambiente tenso o violento. Es mejor evitar discusiones en su presencia, pero cuando sean inevitables, hay que explicarles, en la medida que puedan comprenderlo, qué es lo que sucede. Si nos callamos, podrían pensar que ellos tienen la culpa.Si presencian frecuentes disputas entre sus padres, pueden asumir que la violencia es una fórmula válida para resolver las discrepancias.
3. Educa en la confianza y el diálogo.Para que se sientan queridos y respetados, es imprescindible fomentar el diálogo. Una explicación adecuada a su edad, con actitud abierta y conciliadora, puede hacer milagros. Y, por supuesto, ¡nada de amenazas! Tampoco debemos prometerles nada que luego no podamos cumplir; se sentirían engañados y su confianza en nosotros se vería seriamente dañada. Si, por ejemplo, nos ha surgido un problema y no podemos ir con ellos al cine, tal como les habíamos prometido, tendremos que aplazarlo, pero nunca anular esa promesa.
4. Debes predicar con el ejemplo.Existen muchos modos de decirles a nuestros hijos lo que deben o no deben hacer, pero, sin duda, ninguno tan eficaz como poner en práctica aquello que se predica. Es un proceso a largo plazo, porque los niños necesitan tiempo para comprender y asimilar cada actuación nuestra, pero dará excelentes resultados. No olvidemos que ellos nos observan constantemente y "toman nota". No está de más que, de vez en cuando, reflexionemos sobre nuestras reacciones y el modo de encarar los problemas.Los niños imitan los comportamientos de sus mayores, tanto los positivos como los negativos, por eso, delante de ellos, hay que poner especial cuidado en lo que se dice y cómo se dice.
5. Comparte con ellos el máximo de tiempo.Hablar con ellos, contestar sus preguntas, enseñarles cosas nuevas, contarles cuentos, compartir sus juegos... es una excelente manera de acercarse a nuestros hijos y ayudarles a desarrollar sus capacidades. Cuanto más pequeño sea el crío, más fácil resulta establecer con él unas relaciones de amistad y confianza que sienten las bases de un futuro entendimiento óptimo. Por eso, tenemos que reservarles un huequecito diario, exclusivamente dedicado a ellos; sin duda, será tan gratificante para nuestros hijos como para nosotros.A ellos les da seguridad saber que siempre pueden contar con nosotros. Si a diario queda poco tiempo disponible, habrá que aprovechar al máximo los fines de semana.
6. Acepta a tu hijo tal y como es.Cada crío posee una personalidad propia que hay que aprender a respetar. A veces los padres se sienten defraudados porque su hijo no parece mostrar esas cualidades que ellos ansiaban ver reflejadas en él; entonces se ponen nerviosos y experimentan una cierta sensación de rechazo, que llega a ser muy frustrante para todos. Pero el niño debe ser aceptado y querido tal y como es, sin tratar de cambiar sus aptitudes.No hay que crear demasiadas expectativas con respecto a los hijos ni hacer planes de futuro. Nuestros deseos no tienen por qué coincidir con sus preferencias.
7. Enséñale a valorar y respetar lo que le rodea.Un niño es lo suficientemente inteligente como para asimilar a la perfección los hábitos que le enseñan sus padres. No es preciso mantener un ambiente de disciplina exagerada, sino una buena dosis de constancia y naturalidad. Si se le enseña a respetar las pequeñas cosas -ese jarrón de porcelana que podría romper y hacerse daño con él, por ejemplo-, irá aprendiendo a respetar su entorno y a las personas que le rodean.Muchos niños tienen tantos juguetes que acaban por no valorar ninguno. A menudo son los propios padres quienes, como respuesta a las carencias que ellos tuvieron, fomentan esa cultura de la abundancia. Lo ideal sería que poseyeran sólo aquellos juguetes con los que sean capaces de jugar y mantener cierto interés.Guardar algunos juguetes para más adelante puede ser una buena medida para que no se vea desbordado y aprenda a valorarlos.
8. Los castigos no le sirven para nada.Los niños suelen recordar muy bien los castigos, pero olvidan qué hicieron para "merecerlos". Aunque estas pequeñas penalizaciones estén adecuadas a su edad, si se convierten en técnica educativa habitual, nuestros hijos pueden volverse increíblemente imaginativos. Disfrazarán sus actos negativos y tratarán de ocultarlos. Podemos ofrecerles una conducta aceptable con otras alternativas.
9. Prohíbele menos, elógiale más.Para un crío es tremendamente estimulante saber que sus padres son conscientes de sus progresos y que además se sienten orgullosos de él. No hay que escatimar piropos cuando el caso lo requiera, sino decirle que lo está haciendo muy bien y que siga por ese camino. Reconocer y alabar es mucho mejor que lo que se suele hacer habitualmente: intervenir sólo para regañar.Siempre mencionamos sus pequeñas trastadas de cada día. ¿Por qué no hacemos lo contrario? Si, con un gesto cariñoso o un ratito de atención resaltamos todo lo positivo que nuestros hijos hayan realizado, obtendremos mejores resultados.
10. No pierdas nunca la paciencia.Difícil, pero no imposible, Por más que parezcan estar desafiándote con sus gestos, sus palabras o sus negativas, nuestro objetivo prioritario ha de ser no perder jamás los estribos. En esos momentos, el daño que podemos hacerles es muy grande. Decirles: "No te aguanto"; "Qué tonto eres"; "Por qué no habrás salido como tu hermano" merman terriblemente su autoestima. Al igual que sucede con los adultos, los niños están muy interesados en conocer su nivel de competencia personal, y una descalificación que provenga de los mayores echa por tierra su autoconfianza. Contar hasta diez, salir de la habitación..., cualquier técnica es válida antes de reaccionar con agresividad ante una de sus trastadas.En caso de que se nos escape un insulto o una frase descalificadora, debemos pedirles perdón de inmediato. Reconocer nuestros errores también es positivo para ellos. 

Tomado de la revista BABYhijo,

jueves, 10 de mayo de 2012

►DIEZ MANDAMIENTOS PARA SER BUENOS PADRES



1. Demuéstrale lo mucho que le quieres.

Todos los padres quieren a sus hijos pero ¿se lo demuestran cada día?, ¿les dicen que ellos son lo más importante que tienen, lo mejor que les ha pasado en la vida? No es suficiente con atender cada una de sus necesidades: acudir a consolarle siempre que llore, preocuparse por su sueño, por su alimentación; los cariños y los mimos también son imprescindibles. Está demostrado; los padres que no escatiman besos y caricias tienen hijos más felices que se muestran cariñosos con los demás y son más pacientes con sus compañeros de juegos. Hacerles ver que nuestro amor es incondicional y que no está supeditado a las circunstancias, sus acciones o su manera de comportarse será vital también para el futuro. Sólo quien recibe amor es capaz de transmitirlo. No se van a malcriar porque reciban muchos mimos. Eso no implica que dejen de respetarse las normas de convivencia.

2. Mantén un buen clima familiar.Para los niños, sus padres son el punto de referencia que les proporciona seguridad y confianza. Aunque sean pequeños, perciben enseguida un ambiente tenso o violento. Es mejor evitar discusiones en su presencia, pero cuando sean inevitables, hay que explicarles, en la medida que puedan comprenderlo, qué es lo que sucede. Si nos callamos, podrían pensar que ellos tienen la culpa.Si presencian frecuentes disputas entre sus padres, pueden asumir que la violencia es una fórmula válida para resolver las discrepancias.

3. Educa en la confianza y el diálogo.Para que se sientan queridos y respetados, es imprescindible fomentar el diálogo. Una explicación adecuada a su edad, con actitud abierta y conciliadora, puede hacer milagros. Y, por supuesto, ¡nada de amenazas! Tampoco debemos prometerles nada que luego no podamos cumplir; se sentirían engañados y su confianza en nosotros se vería seriamente dañada. Si, por ejemplo, nos ha surgido un problema y no podemos ir con ellos al cine, tal como les habíamos prometido, tendremos que aplazarlo, pero nunca anular esa promesa.

4. Debes predicar con el ejemplo.Existen muchos modos de decirles a nuestros hijos lo que deben o no deben hacer, pero, sin duda, ninguno tan eficaz como poner en práctica aquello que se predica. Es un proceso a largo plazo, porque los niños necesitan tiempo para comprender y asimilar cada actuación nuestra, pero dará excelentes resultados. No olvidemos que ellos nos observan constantemente y "toman nota". No está de más que, de vez en cuando, reflexionemos sobre nuestras reacciones y el modo de encarar los problemas.Los niños imitan los comportamientos de sus mayores, tanto los positivos como los negativos, por eso, delante de ellos, hay que poner especial cuidado en lo que se dice y cómo se dice.

5. Comparte con ellos el máximo de tiempo.Hablar con ellos, contestar sus preguntas, enseñarles cosas nuevas, contarles cuentos, compartir sus juegos... es una excelente manera de acercarse a nuestros hijos y ayudarles a desarrollar sus capacidades. Cuanto más pequeño sea el crío, más fácil resulta establecer con él unas relaciones de amistad y confianza que sienten las bases de un futuro entendimiento óptimo. Por eso, tenemos que reservarles un huequecito diario, exclusivamente dedicado a ellos; sin duda, será tan gratificante para nuestros hijos como para nosotros.A ellos les da seguridad saber que siempre pueden contar con nosotros. Si a diario queda poco tiempo disponible, habrá que aprovechar al máximo los fines de semana.

6. Acepta a tu hijo tal y como es.Cada crío posee una personalidad propia que hay que aprender a respetar. A veces los padres se sienten defraudados porque su hijo no parece mostrar esas cualidades que ellos ansiaban ver reflejadas en él; entonces se ponen nerviosos y experimentan una cierta sensación de rechazo, que llega a ser muy frustrante para todos. Pero el niño debe ser aceptado y querido tal y como es, sin tratar de cambiar sus aptitudes.No hay que crear demasiadas expectativas con respecto a los hijos ni hacer planes de futuro. Nuestros deseos no tienen por qué coincidir con sus preferencias.

7. Enséñale a valorar y respetar lo que le rodea.Un niño es lo suficientemente inteligente como para asimilar a la perfección los hábitos que le enseñan sus padres. No es preciso mantener un ambiente de disciplina exagerada, sino una buena dosis de constancia y naturalidad. Si se le enseña a respetar las pequeñas cosas -ese jarrón de porcelana que podría romper y hacerse daño con él, por ejemplo-, irá aprendiendo a respetar su entorno y a las personas que le rodean.Muchos niños tienen tantos juguetes que acaban por no valorar ninguno. A menudo son los propios padres quienes, como respuesta a las carencias que ellos tuvieron, fomentan esa cultura de la abundancia. Lo ideal sería que poseyeran sólo aquellos juguetes con los que sean capaces de jugar y mantener cierto interés.Guardar algunos juguetes para más adelante puede ser una buena medida para que no se vea desbordado y aprenda a valorarlos.

8. Los castigos no le sirven para nada.Los niños suelen recordar muy bien los castigos, pero olvidan qué hicieron para "merecerlos". Aunque estas pequeñas penalizaciones estén adecuadas a su edad, si se convierten en técnica educativa habitual, nuestros hijos pueden volverse increíblemente imaginativos. Disfrazarán sus actos negativos y tratarán de ocultarlos. Podemos ofrecerles una conducta aceptable con otras alternativas.

9. Prohíbele menos, elógiale más.Para un crío es tremendamente estimulante saber que sus padres son conscientes de sus progresos y que además se sienten orgullosos de él. No hay que escatimar piropos cuando el caso lo requiera, sino decirle que lo está haciendo muy bien y que siga por ese camino. Reconocer y alabar es mucho mejor que lo que se suele hacer habitualmente: intervenir sólo para regañar.Siempre mencionamos sus pequeñas trastadas de cada día. ¿Por qué no hacemos lo contrario? Si, con un gesto cariñoso o un ratito de atención resaltamos todo lo positivo que nuestros hijos hayan realizado, obtendremos mejores resultados.

10. No pierdas nunca la paciencia.Difícil, pero no imposible, Por más que parezcan estar desafiándote con sus gestos, sus palabras o sus negativas, nuestro objetivo prioritario ha de ser no perder jamás los estribos. En esos momentos, el daño que podemos hacerles es muy grande. Decirles: "No te aguanto"; "Qué tonto eres"; "Por qué no habrás salido como tu hermano" merman terriblemente su autoestima. Al igual que sucede con los adultos, los niños están muy interesados en conocer su nivel de competencia personal, y una descalificación que provenga de los mayores echa por tierra su autoconfianza. Contar hasta diez, salir de la habitación..., cualquier técnica es válida antes de reaccionar con agresividad ante una de sus trastadas.En caso de que se nos escape un insulto o una frase descalificadora, debemos pedirles perdón de inmediato. Reconocer nuestros errores también es positivo para ellos. 

Tomado de la revista BABY


miércoles, 21 de marzo de 2012

►La goleadora sin piernas







Que tenga siete años y que sea admiradora del Arsenal no es motivo de sorpresa. Pero si decimos que Ellie Challis no tiene manos ni piernas, entonces cambia todo.

Comenzó de repente: una mañana se despertó con fiebre, pero con las extremidades frías. Sus padres la llevaron al hospital. En un primer momento, todo parecía funcionar bien, por lo que regresaron a casa. Pero la alarma se encendió de nuevo al descubrir tres manchas rojas que se multiplicaron con el paso del tiempo. La vuelta al hospital se hizo obligatoria.

Su madre ya se lo imaginaba, por lo que el veredicto, aunque doloroso, le cayó menos de sorpresa: una meningitis que luego derivó en septicemia y que finalmente tuvo como consecuencia la amputación de brazos y piernas.

La vida de Ellie parecía acabada, pero su fuerza de voluntad y el cariño de su familia, en especial de su hermana melliza, la sacó adelante. Más aún, el respaldo de los habitantes de Little Clacton, Essex (Inglaterra), donde vive la familia, jugó un importante papel, sobre todo por el apoyo económico.

Desde entonces, hace ya cuatro años, Ellie utiliza prótesis para caminar. Al principio, se valía de unas piernas ortopédicas estándar, con las que la pequeña únicamente aguantaba una media de veinte minutos al día, pues le causaban un gran dolor. Finalmente, su pasión por el fútbol la ha ayudado a conseguir unas prótesis superlivianas, similares a las usadas por el atleta sudafricano Oscar Pistorius, que la permiten correr por el campo con total libertad y sin riesgo de lesión.

Su madre comenta con el brillo de la emoción que «no tiene ningún problema a la hora de jugar a fútbol y lo hace muy bien». Y su padre va aún más allá: «sus regates son espectaculares». 

Sea o no el cariño lo que lanzan estas afirmaciones, queda claro que la fuerza de voluntad de Ellie es única y que usa sus piernas ortopédicas con gracia y delicadeza. Y más increíble es verla jugar una vez por semana al fútbol. No sólo por la destreza de sus piernas, sino por la sonrisa que lleva pintada en el rostro.

Autor: Juan Antonio Ruiz J.
Via: Buenas noticias

martes, 20 de marzo de 2012

►PAPÁ, MAMÁ… LOS LLENARÍA DE BESOS





"Papás, en muchas ocasiones los he visto llorar a solas. Si yo estuviera con ustedes, me bebería sus lágrimas a besos. Yo no los dejaría llorar. Podrían mirarse en mis ojos mientras yo les hago un cariño. Ustedes besarían mis ojos cerrados por el sueño y me los volverían a besar cuando despertara.
No me priven, padres, de hacerles pucheros.
No me quiten la ilusión de poder llamarles: ¡madre mía, padre mío!
Ustedes tendrían el ensueño de llamarme: ¡su cielo! ¡su tesoro! ¡su rey! y ¡su sol! ¡Como nos reiríamos entre besos los tres!
Pero, ¿porqué me dicen eso? ¿porqué no quieren tener un hijo más? Y me lo dicen así, nada más. Sí ya sé que son nueve meses de angustias, pero… una vez que haya nacido habrá mucha alegría y besos y risas…
-¿No los convenzo, verdad?
Que lo caro de la vida… que mis hermanos, que las escuelas, que sus trabajos, sus juntas, sus diversiones…
-No, no entiendo bien…
Que los cálculos; que dos si, pero tres no, porque ya son muchos…
-No, definitivamente no entiendo…
A ver ¿como?… Que suman los ingresos y les restan la suma de: gasto común, vacaciones, el cable, clases de karate y baile hawaiano y un coche nuevo y que…
-¿Que no queda nada para mi? No, ahora entiendo menos…
¡Papá! ¡Mamá! ¡No se vayan, me quedo solo o más que solo! ¡No me quedo nada, no soy nada… adiós… hasta nunca!
Hay dos palabras que jamás podre pronunciar. Ninguna como ellas tiene tantos encantos y risas y lágrimas: ¡Madre! ¡Padre!
Podría seguirlos hasta donde fueran, pues hay huellas de falta de amor y de confianza en Dios, pero ¿para que los sigo? ¿para que quiero sus risas y sus lágrimas ahora, si tampoco las quiere Dios?
¡Yo quería la vida, Dios también lo deseaba, ustedes decidieron que no!
Que felices han de ser los niños que aún sin tener nada en el mundo, tienen la vida y pueden amar a sus padres, a su familia, a su prójimo y al Creador. Pido a Dios (con toda el alma, iba a poner, pero no la tengo) que algún día les dé las gracias necesarias, a los que iban a ser mis padres, para que logren tener esa confianza plena y ese amor intenso en Dios y a Dios y, entonces, puedan llegar al Cielo. Ahí sí que habrá niños felices, que por supuesto, si fueron procreados, bautizados y si tienen una alma llena en Gracia. Ahí también habrá muchos padres generosos que se privaron de un poco de pan y de carne y de quien sabe cuantas cosas más… para dárselo a los hijos que Dios quiso.
¡Si yo hubiera nacido… hubiera llenado de besos sus vidas y también, hubiera podido… llenar de besos a Dios!"

Resumido y adaptado de :
Jesús Urteaga, Dios y los hijos
Ediciones RIALP, SA
5ª ed. Madrid, 1961.

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♥Consagración a la Virgen María

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CONSAGRACIÓN DEL MATRIMONIO AL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA

CONSAGRACIÓN DEL MATRIMONIO AL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA
"Oh, Corazón Inmaculado de María, refugio seguro de nosotros pecadores y ancla firme de salvación, a Ti queremos hoy consagrar nuestro matrimonio. En estos tiempos de gran batalla espiritual entre los valores familiares auténticos y la mentalidad permisiva del mundo, te pedimos que Tu, Madre y Maestra, nos muestres el camino verdadero del amor, del compromiso, de la fidelidad, del sacrificio y del servicio. Te pedimos que hoy, al consagrarnos a Ti, nos recibas en tu Corazón, nos refugies en tu manto virginal, nos protejas con tus brazos maternales y nos lleves por camino seguro hacia el Corazón de tu Hijo, Jesús. Tu que eres la Madre de Cristo, te pedimos nos formes y moldees, para que ambos seamos imágenes vivientes de Jesús en nuestra familia, en la Iglesia y en el mundo. Tu que eres Virgen y Madre, derrama sobre nosotros el espíritu de pureza de corazón, de mente y de cuerpo. Tu que eres nuestra Madre espiritual, ayúdanos a crecer en la vida de la gracia y de la santidad, y no permitas que caigamos en pecado mortal o que desperdiciemos las gracias ganadas por tu Hijo en la Cruz. Tu que eres Maestra de las almas, enséñanos a ser dóciles como Tu, para acoger con obediencia y agradecimiento toda la Verdad revelada por Cristo en su Palabra y en la Iglesia. Tu que eres Mediadora de las gracias, se el canal seguro por el cual nosotros recibamos las gracias de conversión, de amor, de paz, de comunicación, de unidad y comprensión. Tu que eres Intercesora ante tu Hijo, mantén tu mirada misericordiosa sobre nosotros, y acércate siempre a tu Hijo, implorando como en Caná, por el milagro del vino que nos hace falta. Tu que eres Corredentora, enséñanos a ser fieles, el uno al otro, en los momentos de sufrimiento y de cruz. Que no busquemos cada uno nuestro propio bienestar, sino el bien del otro. Que nos mantengamos fieles al compromiso adquirido ante Dios, y que los sacrificios y luchas sepamos vivirlos en unión a tu Hijo Crucificado. En virtud de la unión del Inmaculado Corazón de María con el Sagrado Corazón de Jesús, pedimos que nuestro matrimonio sea fortalecido en la unidad, en el amor, en la responsabilidad a nuestros deberes, en la entrega generosa del uno al otro y a los hijos que el Señor nos envíe. Que nuestro hogar sea un santuario doméstico donde oremos juntos y nos comuniquemos con alegría y entusiasmo. Que siempre nuestra relación sea, ante todos, un signo visible del amor y la fidelidad. Te pedimos, Oh Madre, que en virtud de esta consagración, nuestro matrimonio sea protegido de todo mal espiritual, físico o material. Que tu Corazón Inmaculado reine en nuestro hogar para que así Jesucristo sea amado y obedecido en nuestra familia. Qué sostenidos por Su amor y Su gracia nos dispongamos a construir, día a día, la civilización del amor: el Reinado de los Dos Corazones. Amén. -Madre Adela Galindo, Fundadora SCTJM

CONSAGRACIÓN DEL MATRIMONIO A LOS DOS CORAZONES EN SU RENOVACIÓN DE VOTOS

CONSAGRACIÓN DEL MATRIMONIO A LOS DOS CORAZONES EN SU RENOVACIÓN DE VOTOS
Oh Corazones de Jesús y María, cuya perfecta unidad y comunión ha sido definida como una alianza, término que es también característico del sacramento del matrimonio, por que conlleva una constante reciprocidad en el amor y en la dedicación total del uno al otro. Es la alianza de Sus Corazones la que nos revela la identidad y misión fundamental del matrimonio y la familia: ser una comunidad de amor y vida. Hoy queremos dar gracias a los Corazones de Jesús y María, ante todo, por que en ellos hemos encontrado la realización plena de nuestra vocación matrimonial y por que dentro de Sus Corazones, hemos aprendido las virtudes de la caridad ardiente, de la fidelidad y permanencia, de la abnegación y búsqueda del bien del otro. También damos gracias por que en los Corazones de Jesús y María hemos encontrado nuestro refugio seguro ante los peligros de estos tiempos en que las dos grandes culturas la del egoísmo y de la muerte, quieren ahogar como fuerte diluvio la vida matrimonial y familiar. Hoy deseamos renovar nuestros votos matrimoniales dentro de los Corazones de Jesús y María, para que dentro de sus Corazones permanezcamos siempre unidos en el amor que es mas fuerte que la muerte y en la fidelidad que es capaz de mantenerse firme en los momentos de prueba. Deseamos consagrar los años pasados, para que el Señor reciba como ofrenda de amor todo lo que en ellos ha sido manifestación de amor, de entrega, servicio y sacrificio incondicional. Queremos también ofrecer reparación por lo que no hayamos vivido como expresión sublime de nuestro sacramento. Consagramos el presente, para que sea una oportunidad de gracia y santificación de nuestras vidas personales, de nuestro matrimonio y de la vida de toda nuestra familia. Que sepamos hoy escuchar los designios de los Corazones de Jesús y María, y respondamos con generosidad y prontitud a todo lo que Ellos nos indiquen y deseen hacer con nosotros. Que hoy nos dispongamos, por el fruto de esta consagración a construir la civilización del amor y la vida. Consagramos los años venideros, para que atentos a Sus designios de amor y misericordia, nos dispongamos a vivir cada momento dentro de los Corazones de Jesús y María, manifestando entre nosotros y a los demás, sus virtudes, disposiciones internas y externas. Consagramos todas las alegrías y las tristezas, las pruebas y los gozos, todo ofrecido en reparación y consolación a Sus Corazones. Consagramos toda nuestra familia para que sea un santuario doméstico de los Dos Corazones, en donde se viva en oración, comunión, comunicación, generosidad y fidelidad en el sufrimiento. Que los Corazones de Jesús y María nos protejan de todo mal espiritual, físico o material. Que los Dos Corazones reinen en nuestro matrimonio y en nuestra familia, para que Ellos sean los que dirijan nuestros corazones y vivamos así, cada día, construyendo el reinado de sus Corazones: la civilización del amor y la vida. Amén! Nombre de esposos______________________________ Fecha________________________ -Madre Adela Galindo, Fundadora SCTJM

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