Cuando a una mujer se le diagnostica un cáncer y está embarazada, no es necesario practicarle un aborto para poder darle un tratamiento. La medicina ha avanzado mucho en los últimos años y actualmente es posible tratar a una mujer embarazada, controlando los posibles riesgos para la madre y el bebé, y obteniendo resultados de supervivencia similares a los de una mujer que no estuviera embarazada. Esto se ha demostrado en estudios científicos.
Lo que se suele hacer es iniciar el tratamiento a partir de la semana 12 de embarazo, porque durante los tres primeros meses se están formando todos los órganos del bebé y los medicamentos podrían provocar malformaciones. En caso de necesitar una operación quirúrgica, también podría realizarse.
Es importante recordar que ante un mujer embarazada y con cáncer, el médico se encuentra con dos pacientes: la mujer y su bebé, y debería hacer lo posible para salvar la vida de los dos. En ocasiones, a pesar de administrar correctamente el tratamiento a la madre, el bebé muere antes de nacer. Pero esta situación es muy distinta de la de provocar un aborto que no es el tratamiento que necesita una mujer con cáncer. En estas mujeres, se suele provocar el parto lo antes posible para seguir con el tratamiento oncológico y también favorecer la supervivencia del bebé.
Via: VIDA SV
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes emitir opinión siempre que sea con respeto y altura.
Gracias por dejar tu comentario.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.